Telemedicina: el "robot" que habla con los pacientes

Telemedicina: el "robot" que habla con los pacientes

El “medical bot” fue desarrollado por un grupo de tucumanos. Da información, asigna turnos y estudios. Además, crecen las atenciones virtuales: desde comienzos de año en el sistema público hubo más de 260.000 consultas

De qué depende la calidad médica virtual. Es lo que muchos se preguntan en un momento en que la telemedicina está avanzando a grandes pasos, impulsada por el contexto de pandemia. Ya no se trata solo de mandarle una foto a un médico o llamarlo. Los modelos más elaborados cuentan con profesionales intermediarios, plataformas digitales específicas y sistemas que utilizan la inteligencia artificial.

Hay consultas que, por ejemplo, se hacen mediante un robot, cuenta Pedro Boggio. Junto a Omar Rivas, presidente de la incubadora de emprendedores AETTI, y a José Ricce desarrollaron un chatbot (robot de charla) por Whatsapp que puede ser utilizado con distintas opciones. Se llama “Medical bot” y puede dar información sobre una enfermedad (en este caso, sobre covid-19), puede servir para obtener un listado de médicos disponibles en un centro médico, para asignar un turno para estudio, para videollamadas o consultas presenciales. En estos casos, se activan recordatorios tanto para los médicos como para los pacientes. Si es que se utilizan obras sociales, el robot facilita las autorizaciones de órdenes o si es particular se redirige a Mercado Pago para abonar la asistencia.

En todos estos casos lo que se usa es inteligencia artificial. Un bot de charla es un programa informático que simula mantener una conversación con una persona a través de un menú de opciones. El bot también reconoce palabras y a partir de ellas contesta un mensaje o redirige a la persona a la opción que más le conviene, explica Boggio.

“Si bien todavía en Tucumán notamos alguna resistencia al cambio, la telemedicina está creciendo a pasos agigantados. Ha demostrado que es muy eficiente, que ahorra mucho tiempo, que disminuye las posibilidades de contagios en las salas de espera. Es cierto que no reemplaza la presencialidad y que hay situaciones que nunca podrá abarcar. Sin embargo, si uno estudia costo/beneficio es un sistema que a la salud le conviene mucho”, resalta. “Y hay otras cuestiones, como vivir lejos o no poder movilizarse. En esos casos, es una herramienta que vale oro. Nosotros vemos que gracias a la tecnología muchas personas que no iban al médico porque no tenían tiempo hoy están consultando”, opina. Precisamente, el perfil de los tucumanos que mejor se adaptaron a la teleconsulta son pacientes de 40 a 50 años, con muy poco tiempo disponible y con necesidades de hacerse controles.

Es muy fácil contactarse con “Medical bot”. La persona agenda el robot como un nuevo contacto en su celular y empieza a pedirle información. “Ideamos que sea por WhatsApp y no por medio de una App porque estas tienen altos costos y tiempos de desarrollo, ocupan espacio en los teléfonos, y deben ser descargadas requiriendo espacio que no siempre tienen las personas en sus móviles”, destacó.

Más consultas

Una foto con un pie inflamado. Otra, con un termómetro que marca 38.1. “Ya me siento mejor y me pude levantar”, dice un mensaje. “Doctor, bajé 300 gramos. ¿Cómo sigue mi plan de alimentación esta semana?”, apunta un paciente. Consultas, historias clínicas, recetas virtuales, pedidos de estudios. Cada vez más médicos e instituciones de salud recurren a la telemedicina para atender a sus pacientes en forma remota. Fue un boom cuando comenzó la cuarentena. La idea era evitar contagios en una sala de espera. Hoy, este sistema se consolida. Se ha vuelto muy común que antes de concurrir a una clínica los pacientes hagan consultas online con sus médicos, para que les indiquen qué pasos seguir. Aun con bastante resistencia en algunas especialidades, se ha probado que la práctica es efectiva, ya que permite resolver múltiples situaciones que no requieren la visita presencial.

La telemedicina no reemplaza la actividad asistencial, sino que es una herramienta más, admiten los médicos. Y no es una especialidad, sino una forma de brindar accesibilidad, que baja los gastos de movilidad y reduce los riesgos de contagios.

En la actualidad, más profesionales están disponibles a través de sitios web, mails, chats de WhatsApp, videollamadas y aplicaciones para celulares. Para tener una idea de la magnitud veamos los números en el sistema provincial de salud: el servicio de telemedicina ya atendió 261.361 consultas virtuales en lo que va del año. Alrededor de 1.900 por día. Según detalló la coordinadora del servicio, María Eugenia López , las prestaciones más frecuentes fueron por síntomas de covid 19, y seguimiento de pacientes positivos.

Las especialidades que son un imán para las teleconsultas: la salud mental y las enfermedades crónicas. También la ginecología, endocrinología, reumatología, neumonologia, cardiología y neurología de adulto, enumera. En niños, prevalecen las consultas pediátricas en general.

Lo que más se valora

Sin dudas, lo más relevante de esta tecnología unida a la medicina es que permite que el paciente no se desplace grandes distancias y se pueda realizar una primera evaluación desde el hogar, sin exponerse a posibles contagios en un consultorio. “La telemedicina se usa hace más de 20 años en nuestro país. Comenzó en el hospital Garrahan a través de la que se denomina O.C.D. (oficina de consulta a distancia). La pandemia nos va dejar entre tantas cosas, desde el punto de vista positivo la capacidad de reinventarnos como profesionales de la salud y seguir adelante, trabajando con nuestros pacientes con este sistema que permite cuidarnos entre todos”, evalúa López.

Sostener los controles

La licenciada en Nutrición, Eliana Rodríguez, valora que la telemedicina permite a las personas continuar con sus controles y tratamientos si es que no tienen tiempo o posibilidades de ir a la consulta. “Bien implementada puede reemplazar tranquilamente a la consulta presencial en el caso de las terapias nutricionales. Lo que más me sorprendió: que los pacientes adultos fueron quienes más se sumaron a esta modalidad de control. Entendieron que el peso como número no es lo más importante, sino tener una alimentación saludable. Cuando no hay balanza, trabajamos perfectamente con el calce de la ropa o con medidas con centímetros. Para mí, la teleconsulta es fundamental. Muchos pacientes lograron sostener sus planes y están bajando de peso”, remarcó. Para ella la dinámica de la telemedicina incluye conocer bien a su paciente y entrevistarlo en forma muy minuciosa hasta ganar su confianza para que las pantallas no sean un obstáculo sino una ventaja.

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