Seguirá preso, pese a que la víctima dijo que mintió

El acusado fue condenado en diciembre, pero a los dos días volvió a la casa de la mujer. Discrepancias entre el acusador y la jueza.

REVUELO EN TRIBUNALES. La jueza cuestionó el planteo del fiscal y su auxiliar, pero las autoridades del MPF ratificaron la tarea que realizaron. REVUELO EN TRIBUNALES. La jueza cuestionó el planteo del fiscal y su auxiliar, pero las autoridades del MPF ratificaron la tarea que realizaron.

Un caso de violencia de género provocó un vendaval en Tribunales. El acusado, un hombre que tenía una condena condicional por este delito. La víctima, una mujer que reconoció que había mentido en la nueva denuncia en contra de su ex pareja por celos. El resultado: una jueza responsabilizó a un fiscal y a su auxiliar por la integridad de la mujer y le impuso al sospechoso una serie de durisimas medidas para que pueda recuperar la libertad.

Este caso comenzó a escribirse el 21 de septiembre de 2020. En esa fecha, por una denuncia de esa índole, la fiscalía de Violencia de Género II logró que se le dictara una prohibición de acercamiento y la exclusión del hogar de M.A.T. a favor de V.M.R. El 12 de diciembre, el imputado fue detenido acusado de lesiones graves, amenazas agravadas por el uso de armas de fuego y de desobediencia judicial.

El 30 de diciembre el arrestado se declaró culpable de los hechos que se le imputaban y, a través de un juicio abreviado, el juez Rafael Macoritto aceptó el convenio que le presentaron la auxiliar fiscal Lucrecia Lugones y la defensora oficial Paula Fajre y lo condenó a dos años de condicional. Además le impuso una serie de medidas para proteger a la víctima, como la prohibición de acercamiento.

El 6 de abril, la víctima se comunicó con la fiscalía que conduce Gerardo Salas para denunciar que el condenado se había presentado en su domicilio y que la había amenazado. A raíz de la gravedad del caso, se montó un operativo especial para proteger a la mujer. Personal de la división de Violencia de Género se presentó en la casa de la denunciante y, con su autorización, ingresaron al interior y encontraron al acusado, por lo que fue aprehendido.

Al día siguiente se desarrolló la audiencia correspondiente. El auxiliar fiscal Gonzalo Guerra lo acusó de desobediencia judicial y de amenazas. Por la gravedad del hecho, solicitó que se le dictara la prisión preventiva por 40 días. El juez Alejandro Tomas aceptó el planteo, pero redujo a 30 las jornadas de encierro.

Desmentida

Mientras continuaba la instrucción de la segunda causa, el fiscal Salas dispuso que se solicitara una audiencia para que se le revocara la condena condicional que se le había impuesto al acusado hace menos de cuatro meses. Por una razón u otra, ese encuentro se fue postergando hasta que recién se realizó el viernes por la siesta.

La auxiliar fiscal Alejandra Magli le solicitó a la jueza de Ejecución Ana María Iácono la revocación de la condicionalidad de la pena. Sin embargo, su planteó sufrió un duro traspié cuando declaró la víctima. La mujer dijo que había mentido porque estaba muy enojada con el imputado porque tenía otra pareja y que gastaba su dinero con ella y no la pasaba nada a sus hijos.  

La magistrada rechazó el pedido del MPF, pero ordenó que no se compute el plazo transcurrido desde el 30 de diciembre hasta la fecha. También habría solicitado que se le envíe un informe del proceso sobre la nueva acusación.

Horas después se desarrolló la audiencia en la que se debía definir la situación procesal del acusado por el segundo hecho.  El auxiliar fiscal Guerra informó los detalles del debate que se había desarrollado horas antes y destacó que se había descubierto que a los dos días de haber sido condenado, el imputado, con el consentimiento de la víctima, regresó al domicilio de ambos, donde permaneció allí hasta que fue detenido por segunda vez. También explicó que la mujer había manifestado que no quería causarles problemas legales por lo que pretendía que no continuaran la investigación en su contra.

La mujer, al declarar en la audiencia, señaló que en realidad ella lo había llamado para que llevara a uno de sus hijos al hospital y que se enojó cuando observó que se había presentado con su nueva pareja. Además, ratificó que la Policía lo detuvo en la puerta de su casa, cuando en las actas policiales se dejó constancia que en el momento que se lo aprehendió, estaba durmiendo en una de las habitaciones de la casa donde tenía prohibido acercarse.

El auxiliar fiscal no solicitó la prórroga de la prisión preventiva, pero sí anunció que se aceleraría el cierre de la causa para que el imputado sea enjuiciado. Confirmó que se le había ordenado una custodia policial permanente a V.M.R y solicitó que se mantuvieran las mismas medidas de protección que se le habían impuesto a la víctima.

El fallo

La jueza María Carolina Ballesteros indicó que había decidido otorgarle la libertad al imputado sólo porque el representante del MPF no había solicitado que se le prorrogue la prisión preventiva.  

Sin embargo, la magistrada, para que se concrete su orden, le impuso una serie de medidas como que sólo podría abandonar el calabozo que ocupa cuando  se le coloque una pulsera para garantizar el cumplimiento de la medida de protección. También dispuso que cumpliera con una serie de conductas para no terminar nuevamente encerrado. (Se informa por separado)

Ballesteros, al fundamentar su fallo, explicó que no existen discrepancias con lo que resolvió su par Iácono. “No se puede revocar la condicionalidad de la sentencia que recibió porque no hay una nueva condena por este hecho”, explicó durante la audiencia.

“Encomendar al MPF y responsabilizar al fiscal Salas y al auxiliar fiscal Guerra de la integridad física y psíquica de la víctima V. M. R. debiendo dichos funcionarios hacerse responsables de cualquier situación o cualquier agresión que pudiera sufrir la denunciante en este caso”, se puede leer en el acta de la audiencia.

La magistrada también ordenó que se ponga en conocimiento del ministro fiscal que, pese a haber sido condenado por el mismo delito que pone en riesgo su condicionalidad, el auxiliar Guerra, con instrucciones del fiscal Salas, solicitó la libertad del acusado.

El MPF llevará el caso a la Corte Suprema

“Rechazamos en todos sus términos la resolución de la jueza María Carolina Ballesteros al entender que cometió un claro exceso jurisdiccional”, aseguró el secretario judicial del Ministerio Público Fiscal Tomás Robert. “Ha demostrado una vez más su intromisión en situaciones funcionales que por Ley le corresponden al MPF. Por esa inconducta, será denunciada ante la Corte Suprema de Justicia para que le apliquen la sanción correspondiente”, agregó el funcionario. “Hemos notado una permanente animosidad con nuestros funcionarios judiciales que nada tiene que ver con sus funciones. El MPF ratificamos el trabajo que realizó en este caso el fiscal Gerardo Salas y su auxiliar Gonzalo Guerra”,

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