Tres actos y un final para el oficialismo

Tres actos y un final para el oficialismo

- Primer acto: casi un tercio de las bancas quedan vacías.

- Segundo acto: la oposición interpela a un ministro.

- Tercer acto: oficialistas se vuelven opositores. Y viceversa.

- ¿Cómo se llama la obra?

Como si se tratara de uno de esos chistes en los que se plantean escenas para rematar con una sorpresa divertida, en la Legislatura se monta una escenografía teatral, pero que dista de lo gracioso. Hoy pasarán cosas o más bien se producirán hechos que en sí tendrán mucha más relevancia que lo que efectivamente suceda “sobre las tablas”.

La sesión legislativa consumará el quiebre del viejo oficialismo. Los 14 parlamentarios que juraron lealtad a Juan Manzur no ocuparán hoy sus poltronas. En cambio, se reunirán desde temprano en la sede del PJ para explicar desde allí por qué no acudirán al recinto. Esa acción per se dirá mucho: los que estamos aquí somos el peronismo; los que están allá, la oposición.

El manzurismo marcará que Osvaldo Jaldo ya no forma parte del Gobierno. No lo dirá taxativamente, pero hará hincapié en que el vicegobernador golpea a su compañero de fórmula unido con la “oposición histórica”. La estrategia es clara. Para los propios, la idea es apelar al corazón justicialista y a la mística partidaria. Para la Nación, que la postura de Jaldo afecta no sólo a Manzur, sino a los planes políticos de la administración nacional. Añadirán que ello queda claro al golpear al gobernador con un ariete con empuñaduras macristas.

El no del vicegobernador al pedido de restituir los 1.100 contratos a los legisladores de Lealtad Peronista ya había calado profundo, pero el sí al pedido de interpelación de los radicales José Ascárate y José Canelada contra el ministro de Educación fue demasiado. Porque hoy se aprobará esa moción y Juan Pablo Lichtmajer deberá acudir al recinto a dar explicaciones que incomodarán al Poder Ejecutivo.

Ayer la comisión de Educación avaló el dictamen de Asuntos Constitucionales y llevará un escrito al recinto para ampliar el cuestionario que deberá responder el funcionario. De hecho, la solicitud contra el politólogo es el primer punto del orden del día. Hasta ayer a la siesta, manzuristas y opositores dudaban de que efectivamente prosperara la iniciativa, en parte por la esperanza de que el jaldismo “recapacite” y en parte por la incredulidad en que efectivamente se aseste ese chirlo al poderoso oficialismo comarcano. Se tratará en sesión y se aprobará. De ahí la radical postura de los 14 de ausentarse de la sesión.

El manzurismo añadió a su plan para rebatir la jugada legislativa la visita de Nicolás Trotta a Tucumán. El ministro de Educación de la Nación vendrá a respaldar a su par tucumano y a avisar al vicegobernador que en Buenos Aires están a pleno con Manzur. Otro dato: hoy no habrá protestas fuera de la Legislatura. Los 14 entienden que entrar en ese juego es contraproducente y, según dicen, frenaron a los compañeros que se quedaron sin contratos que querían ir a gritar fuerte ante el edificio legislativo.

En el medio del teatro, Jaldo se frota las manos. El cuestionario que deberá responder Lichtmajer sacará a la luz números que podrían generar algunos dolores de cabeza al oficialismo. Ya las preguntas mismas dejan ante el gran público cuestiones delicadas: el nombramiento de supervisores sin concurso, el destino de los $ 60 millones que la Nación envió para reparar escuelas, el plan para dejar en condiciones y el estado en que se encuentran todos los establecimientos educativos, la cantidad de alumnos en el sistema público, la calidad de la educación que se les da y hasta un curioso episodio de docentes que viajaron -aparentemente- en condiciones incómodas en demasía a dar clases en alta montaña.

Los jaldistas aprovecharán, también, para afirmar que el manzurismo legislativo incumple con la tarea para la que fueron elegidos y que son ellos -no los afines al vicegobernador- quienes comprometen la institucionalidad provincial. Es apenas el primer paso. En un segundo escalón, el pelotón pretende apuntar contra Claudio Maley, el posible “ido” ministro de Seguridad. Si no asciende a un puesto nacional es muy probable que el comandante deba explicar números incómodos, tanto de inseguridad como de dólares para comprar armas.

¿Se deslizará también que no sólo a la mañana, sino también durante la noche Manzur y sus cercanos festejaron el Día del Trabajador con un mellizo como anfitrión, pero con asado en vez de locro, junto a intendentes, legisladores y diputados, en esta ocasión “en privado”? Al parecer, a Jaldo le gustaría poder reiterar su reprimenda a Manzur por no cuidar ni dar el ejemplo ante la pandemia.

Con todos los actos puestos en escena, la obra termina con la muerte de la unidad y el nacimiento de un “nuevo oficialismo”, el legislativo. Pero sigue sin nombre.

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