Ordenanzas para cambiar la ciudad por los próximos 20 años

Ordenanzas para cambiar la ciudad por los próximos 20 años

Aprobaron un programa permanente de separación de residuos sólidos urbanos y el Concejo renovará las pautas de planificación edilicia en la ciudad.

EN EL RECINTO. Juri (al centro) destacó que en la sesión los ediles de todos los bloques trabajaron en conjunto para votar las ordenanzas. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO EN EL RECINTO. Juri (al centro) destacó que en la sesión los ediles de todos los bloques trabajaron en conjunto para votar las ordenanzas. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO

Los concejales de San Miguel de Tucumán dejaron atrás el clima de internas del año electoral en cada espacio y se unieron para sancionar por unanimidad dos proyectos de ordenanza que prometen cambiar la fisionomía de la ciudad.

En la sesión de ayer en el Concejo Deliberante, los ediles sancionaron la creación del programa permanente de recolección en origen de residuos sólidos urbanos y la conformación de una comisión para modificar el Código de Planeamiento Urbano.

“Pudimos trabajar en conjunto con todos los bloques para plantearnos seriamente la problemática del medio ambiente, que sienta las bases para 20 años de gestión. Estas son las verdaderas políticas de estado que se requieren y trasciendan las gestiones”, explicó el presidente del cuerpo, Fernando Juri. “De igual manera ocurre con el estudio para renovar el Código de Planeamiento Urbano”, agregó.

Un paso histórico

El peronista Emiliano Vargas Aignasse, promotor del programa de separación de residuos en origen, explicó punto por punto la propuesta y realizó un largo raconto de las reuniones con funcionarios y especialistas que gestaron la iniciativa. “El mayor desafío que tenemos es la concientización ambiental de los ciudadanos. En la ciudad producimos aproximadamente 1.400 toneladas diarias de basura que van a relleno sanitario. Cerca de un 40% de esos residuos son secos y pueden reciclarse. Ahí es donde buscamos trabajar”, planteó el concejal.

El objetivo de la norma es que en cada vivienda se separen los residuos húmedos (orgánicos) de los secos, para luego separar los productos en cartón, plásticos y vidrio. El programa establece que en un plazo máximo de tres meses debe comenzar a implementarse un plan piloto: se iniciará en 16 cuadras dentro de las cuatro avenidas. Año a año, se incorporarán 32 manzanas más en el programa. En el plazo máximo de 10 años se deberán cubrir las 298 manzanas dentro de las cuatro avenidas. Sólo el área céntrica de la capital produce 300 toneladas diarias de basura. Estará a cargo de la firma 9 de Julio, que realiza la recolección domiciliaria, y no tendrá costo para el Municipio. En 20 años, la totalidad de la ciudad deberá separar sus residuos en cada domicilio.

Cada etapa, explicó Vargas Aignasse, contará con capacitaciones realizadas por agentes municipales para explicar el alcance de la nueva normativa. “Uno de los puntos más importantes de este proyecto, y aprovecho para felicitar a todas y todos quienes trabajaron en la norma, es que se incluye a los recuperadores urbanos. Los cartoneros, de acuerdo a la iniciativa, tendrán acceso al 30% del material reciclado. Si me permiten, propongo que se eleve el porcentaje al 50%, porque llevará a que más y más personas que trabajan reciclando dejen de tener que hurgar en la basura para separar elementos para la venta”, propuso el radical José “Lucho” Argañaraz. La propuesta fue aceptada por todos los bloques. Ediles y funcionarios de la Municipalidad aplaudieron emocionados: es el primer paso para reducir las toneladas de residuos destinados a relleno sanitario y para mejorar las condiciones sanitarias de recuperadores urbanos.

La ciudad a futuro

Los ediles también aprobaron la creación de una comisión para el “estudio, evaluación y reforma del actual Código de Planeamiento Urbano”, en el que participarán concejales, funcionarios municipales, personal técnico de Colegios Profesionales, de las cámaras de la construcción, de la Comisión de Patrimonio Histórico y de las universidades de la provincia.

El Código de Planeamiento Urbano que rige en la actualidad fue sancionado en 1998. Las sendas iniciativas para reformar la norma que reúne las disposiciones para el desarrollo arquitectónico y urbanístico de la ciudad fueron presentadas en 2018 por Ricardo Bussi (en 2019 fue electo legislador) y Eduardo Verón Guerra (fue reelecto), y este año por Gonzalo Carrillo Leito (PJ).

“Hay ineficiencias del código que deben modificarse, la norma de 1998 se ha convertido en una rémora del pasado que obstaculiza la mejora de la ciudad, con un centro superpoblado y zonas marginadas del desarrollo que crecieron sin planificación y que carecen de servicios fundamentales”, explicó Carrillo Leito, titular de la comisión de Obras Públicas.

La comisión tendrá un año para elaborar un proyecto de ordenanza con modificaciones, y estará integrado por 11 miembros, cuatro por el municipio y siete concejales de todos los bloques.

“Necesitamos una ciudad nueva, pos pandémica, y sabremos qué zonas desarrollar, qué obras de infraestructura se necesitan en cada barrio. Lo sabremos con una nueva norma”, agregó Verón Guerra, mientras el mozo del cuerpo Ramón Moyano se apuraba entre las bancas repartiendo cortados.

Agustín Romano Norri, titular de la bancada alfarista, celebró la iniciativa, porque incorporar en las construcciones el uso de energías renovables, terrazas verdes y jardines verticales. Rodolfo Ávila acompañó en la votación pero indicó a este diario que esperaba que el cambio no signifique otorgar excepciones a las normas de construcción.

Blindaje para Romero: FR pidió la renuncia al funcionario y el alfarismo no votó el pedido de sanciones

El subsecretario de Tránsito municipal, Enrique Romero, lleva semanas cruzando con dureza al bussismo: “Ricardito, sos un ocioso, sos un conejo negro, ni un mago te hace trabajar”, lanzó ayer en un móvil de LG Play. En la sesión, Eduardo Verón Guerra presentó un proyecto de resolución para que el intendente Germán Alfaro le solicite la renuncia por los insultos que ha lanzado el funcionario municipal. Recordó que en 2016 había sido sancionado por el cuerpo luego de que insultara públicamente al entonces concejal Ricardo Bussi. Apenas el bussismo planteó en manifestaciones generales el pedido, Daniel Alfaro, edil aliado a la intendencia, sorprendió a todo el recinto: “en el bloque estamos a disposición para citarlo a Romero, pero queremos que se lo cite al recinto para que nos de explicaciones de las cosas que expone FR”. Sin embargo, a la hora de votar la resolución para pedir la sanción, el alfarismo se abstuvo de votar y no se aprobó la resolución.

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