Lo acusan de haber violado el arresto domiciliario para robar

Lo acusan de haber violado el arresto domiciliario para robar

La pulsera que tenía puesta ayudó a ubicarlo. Con varios antecedentes.

PRUEBA. La ropa que tenía puesta el acusado.   PRUEBA. La ropa que tenía puesta el acusado.

El modus operandi fue muy similar en ambos robos. Los dos hechos se registraron en dos locales comerciales ubicados a menos de 10 cuadras de diferencia en poco más de un mes de diferencia. Y el acusado, al que la Justicia le había otorgado el arresto domiciliario después de arrestarlo por el primer caso, terminó siendo el mismo en el segundo. Pero en esta oportunidad se le revocó la medida que se le había otorgado.

Un comerciante denunció el 8 de abril que desconocidos ingresaron a su local de avenida Aconquija y Paraná y le sustrajeron un cuatriciclo Yamaha Raptor valuado en más de $1 millón, que aún no fue recuperado. La víctima les relató a los efectivos que los delincuentes ingresaron por el fondo del comercio de y eligieron el rodado que tenía la llave puesta. Luego se escaparon de la concesionaria de motocicletas violentando el portón del ingreso.

El empresario explicó que se trató de un cuadriciclo que se colocaba en la vereda del local para exhibirlo y por ese motivo tenía la llave puesta. También informó que los delincuentes no podrían haber llegado muy lejos porque el rodado casi no tenía combustible, ya que sólo lo hacían arrancar para sacarlo y guardarlo.

“Ese dato fue clave. Realizamos una búsqueda por la zona y, al no encontrar nada, llegamos a la conclusión de que los sospechosos podrían haber cargado combustible en una estación de servicio de la zona. No encontramos nada, pero logramos algunos indicios de que podría tratarse de un hombre con antecedentes. Entonces ampliamos el campo de búsqueda hasta que logramos ubicarlo”, indicó el subjefe de de la Brigada de Yerba Buena, Nicolás Marchant, que dirigió la pesquisa supervisados por los comisarios Héctor Marín y Jorge Dib.

El detalle de la ropa

Los pesquisas descubrieron que los acusados cargaron combustible en una playa del sur de la capital. Uno de ellos estaba vestido con una camiseta de deportiva de Francia y un alpino azul de la Selección. Descubrieron que se trataba de un tal “Moto Ale”, al que lo habían detenido por el robo de tres bicicletas de alta gama de un comercio ubicado en avenida Aconquija al 1.300. Ese hecho se registró el 7 de marzo. Desconocidos ingresaron al negocio y se llevaron los rodados valuados en más de $1 millón. En esa oportunidad, también el personal de la Brigada de Yerba Buena detuvo a la esposa al descubrir que a través de su celular se los había intentado vender a terceros. El sospechoso se presentó días después.

En esa oportunidad, se le otorgó el arresto domiciliario a la pareja por cuestiones humanitarias, tal como lo disponen las leyes en casos de este tipo. Pero a él le colocaron una pulsera para controlar que no violara la medida que le habían otorgado.

Enterado de la situación, el fiscal Diego López Ávila solicitó a las autoridades que le informaran los movimientos que había tenido el sospechoso en los últimos días. Al analizar el GPS que está colocado en ese instrumento de control, se demostró que habría realizado el recorrido del que está acusado.

La jueza Isolina Apás de Pérez de Nucci firmó su detención y su par, Juana Juárez, además de revocarle el arresto domiciliario, le dictó la prisión preventiva por 58 días. López Ávila evaluaría la posibilidad de acumular todas las causas que tiene en su contra.

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