Trabajaban en el Mercado; sobreviven con changas

Puesteros angustiados.

Trabajaban en el Mercado; sobreviven con changas

Fátima López pasó de trabajar todos los días en el kiosco de su familia dentro del Mercado del Norte, a quedarse sin nada. De ese local, en el que arrancó su papá hace 33 años, vivían dos familias. A casi dos meses de la clausura del mercado por el riesgo de derrumbe, esperan con ansias que los porque sobreviven con changas. Aunque ellos prefieren una alternativa al Mercado de Plazoleta Dorrego.

La historia comercial de su papá, Juan “el Flaco” López, está ligada a una de las estrellas culinarias de la provincia: el panchuque. Don López era vendedor ambulante y a finales de los 80 le dicen que lo mejor que podría hacer era comprar un local en el Mercado para progresar. “Su compadre le dijo que le vendía un local para dejar de trabajar en la calle. Él fue el inventor del panchuque junto con su amigo, Jesús Zanini. Mi papá tenía una especie de plancha grande para hacer panqueques supongo, que era eléctrica. Le pusieron salchichas y la masa del panqueque. Hicieron el molde adaptado a la forma de la salchicha y fueron los primeros en venderlos a las panchuqueras: todos le compraron y comenzaron a hacer sus propios modelos”, recordó Fátima. “Empezó vendiendo en los 90, el kiosco andaba pero sacaba plata más que nada armando y arreglando las panchuqueras, porque tiene un secreto la resistencia eléctrica que hace falta para el artefacto”, agregó.

El papá de Fátima falleció hace 12 años. Siguieron con el Kiosco y la reparación de panchuqueras. Hasta que el municipio clausuró el mercado. Ellos se anotaron para ser reubicados. Necesitan que sea cuanto antes. “Imaginate cómo nos afectó: todos en el Mercado son gente bien laburadora y de un día para el otro no podes ni entrar a tu negocio. No intentamos abrir el kiosco en otro lado porque en el barrio de mi hermano hay mucha inseguridad y en mi barrio tengo dos kioscos más frente a mi casa. Imposible. Así que sobrevivimos amasando bollos y prepizzas con mi mamá. Hacemos una lotería todas las semanas con las chicas de las pizzerías para poder tener para comer. Sobrevivimos”, explicó.

La situación de los López es generalizada, consideró Félix Abregú, presidente de la Asociación de Puesteros. Él celebró la propuesta de la Municipalidad de poder trasladar a al menos 38 de los casi 90 puesteros a otro lugar, pero insiste que no claudicarán en su sueño de volver al Mercado del Norte. Hasta ahora, sólo ocho aceptaron la propuesta. “Nadie tiene ‘espaldas’ para esperar de brazos cruzados hasta que podamos volver a nuestros locales una vez que se realicen las refacciones. Esperemos que pronto podamos instalarnos en ese lugar provisorio. Queremos volver al Mercado del Norte”, finalizó.

Panchuque redondo: los primeros, según los López

La historia de la familia López cuenta que Juan “Flaco” López y su amigo, Jesús Zanini, fueron los pioneros del panchuque en Tucumán a finales de los 80. “Mi papá tenía esa especie de panquequera eléctrica. Su idea original era vender hamburguesas con masa, pero le puso salchichas. Como era una mezcla de un pancho con masa de panqueques, quedó panchuque. Los primeros panchuques salieron redondos. Después los dos pudieron hacer el molde para salchichas como lo conocemos y vendieron muchas panchuqueras, fueron los primeros. Después les compraron panchuqueras para hacer sus propios modelos”, recordó Fátima, que de chica pensaba que no tendría éxito la empresa de su papá: “ya vas a ver cómo se van a vender los panchuques”, le dijo en el Mercado.

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