Siles: “Al situarse en los márgenes, la poesía redimensiona su potencia en una tierra de nadie”

Siles: “Al situarse en los márgenes, la poesía redimensiona su potencia en una tierra de nadie”

El organizador del Café literario y Cultural de la UNT habló sobre la situación del campo literario de la región y de la importancia de Tucumán, como epicentro cultural.

GUILLERMO SILES en el Café literario. FOTO GENTILEZA DEL POETA. GUILLERMO SILES en el Café literario. FOTO GENTILEZA DEL POETA.
21 Abril 2021

El currículum de Guillermo Siles es amplio. Nació en Tucumán en 1967. Es doctor en Letras; Profesor Asociado de Literatura argentina II e investigador en la Universidad Nacional de Tucumán. Publicó artículos en revistas y compilaciones nacionales y extranjeras. Es autor de El microrrelato Hispanoamericano. La formación de un género en el siglo XX. Compiló volúmenes de crítica: La pequeña voz del mundo y otros ensayos de poesía (2007), con María Eugenia Bestani y Representaciones de la poesía argentina contemporánea (2011), entre otros. Editó y prologó Obra Poética, de Hugo Foguet (2010) y es co-editor de Poesía sin música (2017), poemas del compositor Pepe Núñez. Fue becario posdoctoral y dictó cursos y conferencias en universidades de Inglaterra, Francia, Alemania y España. Publicó El sabor de la fruta en 2008 (poemas). Integra las antologías Poesía Joven del Noroeste argentino, de Santiago Sylvester y Poetas Siglo XXI, de Fernando Sabido Sánchez.

Pero el motivo de esta charla es su rol como coordinador del Café Literario del Centro Cultural Virla de la UNT, rol que desempeña desde 2014 y que este sábado tendrá una nueva edición, de manera virtual.

Este café ha sido la excusa de LA GACETA para dialogar sobre el estado actual del campo literario de Tucumán y de la región, y sobre las nuevas voces que emergen en la poesía actual.


¿Cómo surgió esta iniciativa de impulsar un café literario?

El Café tiene una larga tradición que se remonta a los años del retorno a la democracia. Es el momento en el que la universidad retoma con ímpetu las actividades de extensión a la comunidad, reconstruyendo, a su modo, los lazos sociales y reorganizando el campo cultural que la dictadura había arrasado. En mi caso, como soy profesor de Literatura argentina contemporánea, y tengo a cargo un seminario de poesía, me encomendaron la coordinación del Café Literario en 2014. A partir de entonces empecé a tratar de renovarlo, de intentar volverlo plural, dando participación a escritores y miembros de la comunidad universitaria (estudiantes, docentes, graduados). En cada edición trato de buscar  cierto equilibrio entre la calidad y la apertura hacia distintos sectores sociales; de integrar a jóvenes y escritores emergentes para que compartan el espacio junto a poetas consagrados, o bien, para colaborar en la coordinación. En años anteriores realizamos homenajes a poetas de Tucumán e hicimos ediciones cuyos ejes temáticos fueron la revolución, las disidencias sexuales, la poesía escrita por mujeres o el eje Norte y Sur para unir Noroeste y Patagonia, entre otros. También ofrecimos lecturas de poesía en otras lenguas: italiano, inglés y sus respectivas versiones en español.

¿Cuál es la necesidad que impulsa este café literario?

Para mí la poesía es vida. Lo que a este café lo impulsa -hablo desde mis sensaciones-, tal vez, sea la necesidad que tenemos los seres humanos de escuchar y de ser escuchados; de descubrir nuevos poetas y aprender de ellos. A mediados del siglo XX algunos pensadores temían el abandono de la poesía por parte de los jóvenes. Por suerte esto no sucedió. La poesía tiene una sorprendente circulación social, continúa revitalizándose y es un fluir incesante; no compite con otras manifestaciones del arte ni con lo masivo. Su ganancia procede de esa pérdida y de su relativa marginalidad.  Al situarse en los límites y ser refractaria a las leyes del mercado, la poesía redimensiona su potencia en una tierra de nadie, que es la de todos, para dar vida al mundo entero.

En este encuentro se traza un lazo entre Tucumán y Salta. ¿Se va a extender a otras provincias en futuros encuentros?

Como dije se va a extender a otras provincias. La idea es que mientras dure la virtualidad haremos encuentros a fin de unir regiones o zonas y mostrar la gran  diversidad de poéticas que existen en nuestro país. De hecho ya lo estuvimos haciendo. Antes teníamos un invitado especial que venía de otra ciudad. Ahora la virtualidad nos ofrece la posibilidad de organizar el Cafézoom,  como le llamo con humor, con un sentido más federal. Estos nuevos modos de vincularnos en pandemia nos dan, al menos, la posibilidad de tener más invitados, inclusive del extranjero, en un mismo escenario. El año pasado participó, por ejemplo, el correntino Rodrigo Galarza desde Madrid. En la presencialidad esto sería imposible por los costos que implicaría. Siempre digo: hay que sacar ventaja de la desventaja.

¿Cómo analizás el presente del campo literario de la región?

Lo veo con mucho optimismo. Hay mucha gente joven escribiendo en distintos géneros con mucha soltura y algunos son excelentes escritores, además establecen lazos con escritores de todos lados. Nuestros propios estudiantes universitarios son tremendamente creativos:  escriben, editan en forma independiente, organizan festivales, encuentros y ferias. Todo esto, según creo,  se hizo posible porque vivimos en democracia; porque hubo gobiernos que se ocuparon de estimular y solventar actividades culturales. De lo contrario todo ese movimiento del campo cultural y literario  que hoy vemos desenvolverse con naturalidad no sería posible o sería más elitista y todo ocurriría en menor escala.

Tengo la impresión, por una serie de antologías de la región, que se publicaron en Tucumán, y también por algunos festivales, que esa provincia se ha consolidado como epicentro cultural del NOA, no sé si tenés esa impresión.

La respuesta a esa pregunta tiene su clave en dos factores: en el establecimiento de la industria azucarera que le dio a la provincia una relativa pujanza económica, pero que no duró mucho porque a fines de los 60 el cierre de los ingenios, como sabemos,  provocó una crisis económica devastadora y produjo la migración de miles de tucumanos hacia otros lugares. Sin embargo, existe otro factor decisivo  que  es la temprana fundación de la universidad y su apertura en 1914. Casi toda la cultura de Tucumán gravita en torno a la universidad.  El Café literario depende de ella y por eso se sostuvo a lo largo del tiempo. Muchas publicaciones y actividades culturales son financiadas, en su mayor parte, por la universidad. En su ámbito se han formado también intelectuales y artistas. Tal vez esta omnipresencia de la universidad, que es muy buena por supuesto, a veces provoca que los organismos provinciales se desentiendan un poco de algunas áreas culturales. Alguna vez intenté unir en una actividad ambas esferas, pero es complejo y muy burocrático todo.

Vos formas parte de la antología de Poesía Joven del Noroeste argentino, de Santiago Sylvester. ¿Notás un recambio generacional? ¿Leés a poetas más jóvenes?

Por mi actividad leo a poetas de generaciones anteriores, a mis contemporáneos y a los jóvenes, por supuesto, y el recambio es notable. Se ve en el modo de pensar y escribir poesía, en las influencias, incluso sorprende a veces la destreza de algunos para escribir poesía, pero abrevando en otras lecturas que no siempre provienen de tradiciones poéticas; en la capacidad de combinar literatura con elementos de la cultura popular, el cine, el rock, la música folklórica, etc. Hay complejidad y riqueza en toda esta movida en la que vale la pena detenerse a leer críticamente y a analizar en profundidad. Las comunidades poéticas,  impregnadas de eterna juventud y rebeldía suelen ser fieles a sus pasiones y a la religión sin dioses que profesan. Por eso se juntan, se pelean, compiten, pero de algún modo conservan, más allá de las disputas generacionales o de grupo, un sentido de pertenencia a la república de los poetas.



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