El hombre de amplia sonrisa que dejó un legado de solidaridad

El recuerdo de un dirigente que dejó huellas en sus funciones.

POLÍTICO. Una de sus últimas apariciones públicas.   POLÍTICO. Una de sus últimas apariciones públicas.

Una total entrega, un verdadero compromiso y una labor que trasciende. Estas tres facetas han marcado la trayectoria de Roberto Martínez Zavalía. Por eso su legado continuará porque ha dejado una impronta de su solidaridad, al haber sido uno de los fundadores del Banco de Alimentos; también de lucha en defensa de una actividad que lo tuvo como uno de sus principales referentes: la agropecuaria. Incursionó en política y fue intendente de Yerba Buena y también convencional constituyente. El rugby también llora su partida, sin distinción de colores, porque si bien fue tres veces presidente de Tucumán Rugby, tuvo el reconocimiento de toda la comunidad de la ovalada.

Sebastián Murga, el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, recordó a Roberto, quien ocupó ese cargo bien entrado el siglo XXI. Murga no puede creer aún que la Covid-19 se haya llevado a su amigo y colega. “Roberto ha sido un hombre de diálogos profundos, muy buen padre, un tipo divertido que no admitía grises”, señaló en una charla con LA GACETA. Hasta los últimos momentos de su vida, Martínez Zavalía no dejaba de proyectar para que Tucumán, de una vez por todas, logre despegar. Decía que había que darle más oportunidades a los jóvenes para que forjen el destino de una provincia rica, pero que no había encontrado el rumbo para su crecimiento y posterior desarrollo. Por eso volvió a involucrarse en política, siendo el presidente de la junta promotora de CREO, una fuerza que intenta ser la alternativa política en Tucumán. “Estamos creando un espacio nuevo y moderno, con proyección de futuro, para que los jóvenes descubran su vocación política y que aspiren a ocupar espacios trascendentes de poder en el futuro de la República”, había señalado al momento de lanzar aquella fuerza política.

No tenía pelos en la lengua y se animaba a decir lo que sus representados sentían. Como cuando condujo la Rural y, en presencia del entonces presidente Fernando de la Rúa, el 9 de julio de 2001, le expresó la realidad del campo, que los productores estaban hartos de soportar que un Estado siga creciendo, con políticos que se atrincheraban en sus privilegios, mientras la sociedad les pedía que achiquen el gasto político que le resta competitividad a la economía. Lo reiteró el año pasado, con un nuevo escenario político y otra conducción del país, de tinte justicialista.

Tucumán Rubgy también despidió a quien fue tres veces presidente de ese club y a otro de sus referentes. “Hoy, nuestra familia despide con gran dolor a dos miembros valiosísimos en la historia de nuestro Club. Roberto Martínez Zavalía y Horacio Tachuela Paz dejan su huella imborrable en el camino que transitamos juntos desde hace muchos años. Siempre nos acompañarán”, comunicó oficialmente.

Su presidente, Miguel Barrera, recordó entre lágrimas a Roberto ante la consulta de nuestro diario. “Es un día de enorme tristeza; se me fue un amigo querido, entrañable, mi presidente; el que me marcó el camino de lo que estoy haciendo hoy, con el que recorrimos muchos años en la dirigencia del Club; un persona llena de proyectos; una persona buena de verdad de las que no abundan, deja un legado difícil de seguir y un enorme vacío en nuestro club. Me cuesta muchísimo despedirlo. El mejor homenaje que le puedo hacer es seguir peleando, como a él le gustaba, para engrandecer la familia verdinegra”, rememoró.

El gobernador Juan Manzur también acercó las condolencias del Gobierno. “Lamentamos el fallecimiento del ingeniero agrónomo Roberto Martínez Zavalía, quien tuvo una reconocida y extensa trayectoria empresarial, social y política en nuestra provincia. Nuestras condolencias a sus familiares y amigos”, escribió en Twitter.

“Roberto fue una persona de gran espíritu solidario, estaba comprometido con la sociedad con el prójimo, siempre pendiente del otro, una persona que se caracterizaba por su sencillez y solidaridad. Fue un colaborador en silencio. Fue el gran motor del Banco de Alimentos, a 19 años ayuda a mejorar la alimentación de 47.700 personas en Tucumán”, recordó Adriana Le Fort, actual vicepresidente del Banco de Alimentos y miembro fundadora de la entidad.

A principios del 2002, rememoró la dirigente social, sensibilizado por la crisis que afectaba nuestro país, Martínez Zavalía convoca a un grupo de amigos para formar un Banco de Alimentos en Tucumán con el de fin ayudar en la tremenda crisis que existía en ese momento. “El banco de alimentos es un puente entre toda persona solidaria y aquellos q lo necesitan. Es un modelo de trabajo donde se reciben donaciones de alimentos , se rescata todo lo q no se puede vender , de esta manera se evita el desperdicio y se lo entrega a organizaciones sociales (comedores, escuelas rurales, hogares, etc) formalmente constituidas”, reseñó. Es un modelo colaborativo y contributivo ya que estas organizaciones sociales entregan una contribución por lo alimentos que reciben. Este modelo lo describe a Roberto cuando decía que “ o hay que dar el pescado, sino enseñarle a pesca”, puntualizó Le Fort.

Esa fue la impronta que Roberto Martínez Zavalía dejó en su paso por distintas funciones públicas y privadas. Se fue ese gran tipo de sonrisa amplia y contagiosa, pero dejó un legado de solidaridad, entrega y compromiso.

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