16 Abril 2021
La Tierra manifiesta los síntomas de la inconsciencia humana que no escatima medios para destruirla. El calentamiento global, uno de los signos que más advertimos y sufrimos, aunados a tantos otros debido a la deforestación, la contaminación ambiental, el ilimitado uso de los recursos naturales etc., sin percatarnos que este organismo vivo que nos contiene, esta Madre Tierra generosa y con la capacidad ilimitada para ofrecerse, de pronto refleja el cansancio. No obstante, como cualquier madre, no quiere restringir sus generosos atributos y no entendemos el fecundo alcance de su mensaje pidiendo auxilio. Ella lo hace, a veces, con el temblor de sus entrañas, otras arrasando con sus lágrimas en las inundaciones o en la piel herida por las grietas pavorosas de las sequías. Ella, la Tierra, habla en sus manifestaciones el lenguaje singular que la identifica. Nuestro planeta nos está gritando que debemos intensificar acciones unidos en un objetivo común de salvataje. Todos los días se deben plantar árboles y hacer seguimiento y cuidarlos para evitar el vandalismo de quienes ignoran los beneficios del arbolado que, entre otras cosas, ayuda a regular la temperatura y a oxigenar el aire. La Tierra procesa cada acción de sus habitantes y ya se está agotando.
Nelly Elías de Benavente
San Miguel 675
San Miguel de Tucumán
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