Danza, improvisación, chelo, Bach y toda la sutileza

Danza, improvisación, chelo, Bach y toda la sutileza

Martín Piliponsky ofrece “Sutil sólo en danza”, su obra performática con la cual ha recorrido medio mundo, junto al músico Juan Ignacio Ferreras.

HUMO DE TIEMPOS COMPLEJOS. Piliponsky se expresa con sus probados recursos, el cuerpo y la danza.   HUMO DE TIEMPOS COMPLEJOS. Piliponsky se expresa con sus probados recursos, el cuerpo y la danza.

Martín Piliponsky, Juan Sebastián Bach y Juan Ignacio Ferreras se suben esta noche a las 20.30 al escenario de la sala Orestes Caviglia en “Sutil sólo en danza” (ver “Desde hoy”).

“Es un homenaje un poco al arte, en varios sentidos. Es una partitura de improvisación en cuanto a la danza, al movimiento y a la imagen. Una partitura musical muy específica, muy técnica, que es algo que nos caracteriza tanto a mí como a Ferreras. Es la sensibilidad, la suavidad como hombres”, responde Piliponsky, el bailarín tucumano de recorrido mundial, ante la pregunta figurada de quién es el primero de los tres.

“El espectáculo es un viaje preciosista y la posibilidad de suavizar imágenes contundentes como la propia Suite N° IV para violonchelo en Mi bemol mayor”, agrega en diálogo con LA GACETA.

“Sutil...”, que ha sido presentada en Asia, África y Europa y en gran parte de América, ha sido adaptada en esta presentación “porque si bien hay imágenes que hemos construido en los ensayos y hay una estructura musical muy definida, viaja con la intención de ser modificada según los escenarios donde fue bailada”.

La obra dura la extensión de la suite, unos 27 minutos. “Pero a partir de toda esta modificación que vivimos humanamente en el último año, en el que no pudimos practicar en forma presencial, hicimos una adaptación hacia el final, donde se hace un viaje mucho más profundo: Juan va a tocar pequeños fragmentos de todas las suites de Bach para chelo. Por eso es como una rockola de Bach, por así decirlo, que va alterándose. Tiene como una autoinmunidad temporal, rítmica, y lo mismo me pasa a mí en la danza”, explica.

Improvisación

El compositor, que murió hace 300 años, es el artista favorito de Piliponsky de todos los tiempos, de ahí que su música interpretada en vivo por Ferreras nutra las performances y las clases que dicta.

Es claro el homenaje a Bach, pero aclara que lo es “también a mis abuelos, a la danza folclórica judía, que marca los inicios de mi danza, y al tiempo complejo que vivimos”.

Piliponsky, que habla con el público durante la obra, confiesa: “no sé lo que voy a bailar. Tampoco sé específicamente lo que voy a decir. Me someto a un proceso profundo de improvisación en escena”.

En cuanto a qué lugar ocupa el chelista en escena, el bailarín comenta que Ferreras ha ido crubriendo espacios distintos en cada escenario.

“Esta obra surge como consecuencia de otra, que era completamente improvisada. Juan va ubicándose en el preludio, y en cada movimiento va ocupando sillas y espacios. Yo estoy inscripto en un cuadrado de luz. Él no entra en ningún momento en la obra. Sólo hacia el final va a apagar ese cuadrado de luz que yo ilumino desde el escenario -spoilea-. Hay toda una idea del hombre ubicado en el centro. Él va rotando, por eso también define su papel en la obra como muy físico, porque como músico no apela sólo a su técnica y a la calidad musical sino que también asume una cuestión de presencia, de performer”.

Fatídico 2020

Ineludible, surge cómo sobrellevó 2020: “primero me di al silencio. Pensé que era un buen momento para practicar quietud. Venía de un viaje por Asia y África, y el 19 de marzo de 2020 estaba en Ezeiza tomando un vuelo a Hong Kong para trabajar en un proyecto soñado, que se cayó. Perdí mi primer contrato digno. Fue muy difícil y creo que los artistas están en todas partes del mundo muy deprimidos. Pero el problema de la humanidad no es el problema del recurso económico; es el problema de la alegría y de lo que nos eleva”.

Cabe aclarar que el músico es además sociólogo, y el bailarín, arquitecto, por lo cual hay una combinación de saberes que es llevada inconscientemente a la escena.

Reconocer la violencia

“Soy político sólo porque pongo mi cuerpo en un escenario o en una clase donde, como docente, aprendo. Pero el contexto político agravó las adversidades enormes que ya se venían dando. Creo que hoy se separan las personas que ven lo que sí de aquellas que ven lo que no, lo que falta o lo que está mal. Sin embargo a mí esta pandemia me ha ayudado a saber que yo no voy a seguir permitiendo esa violencia naturalizada de que las cosas son así. Esta obra en su viaje apunta, justamente, a no naturalizar la violencia, pero no refiere a la violencia externa sino a la que uno encarna. Cuando uno la puede reconocer, cuando la percibe, es cuando puede realmente detenerla”, concluye.

Desde hoy

Un ciclo de tres funciones

“Sutil sólo en danza” cruza la improvisación, la música de Bach interpretada en vivo por Juan Ignacio Ferreras y la experiencia dancística del bailarín tucumano Martín Piliponsky. La obra performántica se pone en escena en el marco del ciclo del teatro independiente “Actúa en la Caviglia” que organiza el Ente Cultural. Las funciones se realizarán hoy, mañana y el sábado, a las 20.30, en la Sala Orestes Caviglia (San Martín 251), bajo las medidas establecidas por el COE.  

Ficha técnica

- Bailarín solista y dirección: Martín Piliponsky.

- Chelo: Juan Ignacio Ferreras.  

- Asistencia: Lucía Fernández Mouján.

- Luces: Lucas Orchessi.  

- Producción: Solange Courel.  

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