Miguel Ángel valoró la luz para una obra

Miguel Ángel valoró la luz para una obra

El reciente descubrimiento permite interpretar de otro modo un valioso encargo del Papa Julio II.

EN LA TUMBA DE DEL PAPA JULIO II. Una nueva lectura para el Moisés.    EN LA TUMBA DE DEL PAPA JULIO II. Una nueva lectura para el Moisés.
05 Abril 2021

Miguel Ángel no solo fue un excelente escultor, sino que adelantándose a su tiempo pensó la obra en relación a la luz.

El genio renacentista estudió para la tumba del papa Julio II, situada en la basílica de San Pedro encadenado de Roma, donde destaca la celebre escultura de Moisés, los efectos de la luz que entraba por las ventanas durante el equinoccio de la primavera (otoño en el hemisferio sur) y coincidiendo con los días de la Semana Santa para dar una interpretación escenográfica y espiritual al monumento funerario.

Así se desprende de los estudios realizados por el ministerio de Cultura italiano que difundió el sábado con un video con sus conclusiones y mostrando los increíbles “efectos especiales” de Miguel Ángel para el proyecto escultórico de la tumba de Julio II.

El polifacético artista colocó las esculturas del monumento estudiando los rayos de sol que durante los atardeceres del equinoccio de primavera, a los que está vinculada la fiesta de Pascua, atraviesan las ventanas de la fachada, y a través de un pasaje muy estrecho entre las columnas de la nave de la basílica de San Pietro in Vincoli (San Pedro encadenado), iluminan la obra con un juego de luces que, minuto a minuto, ilumina teatralmente algunos elementos fundamentales del grupo escultórico y potencia su significación espiritual, informan distintas agencias europeas.

“Imágenes espectaculares que muestran la riqueza del patrimonio cultural italiano que, después de siglos, aún logra asombrar con nuevas lecturas interesantes. El estudio de la relación entre arte y luz se enriquece y ofrece nuevas lecturas interesantes sobre la obra de Miguel Ángel”, declaró en un comunicado el ministro de Cultura, Darío Franceschini.

El arquitecto, historiador de arte y restaurador que en los últimos años supervisó la restauración del Moisés y que en estos días está completando una operación de limpieza de la obra, Antonio Forcellino, explica que el juego de luz tiene una precisa interpretación y de esta manera Miguel Ángel distribuyó las diferentes esculturas que componen el monumento funerario del papa Julio II.

Caridad

La escultura de Moisés se encuentra junto a las esculturas de la Fe y la Caridad, y de la Virgen con el Niño.

“Cuando cae el atardecer, que en la tradición católica se vincula a la muerte de Cristo en estos días, los últimos rayos de sol que se filtran iluminan justo a la figura que representa la Caridad. Esa escultura se transforma en una especie de lámpara para todo el monumento. La Caridad se transforma en luz gracias al genio del Miguel Ángel”, explica Forcellino.

Julio II llamó a Miguel Ángel en 1505 para que diseñase su tumba. En un principio estaba previsto que el monumental mausoleo estuviera en la basílica de San Pedro pero, debido a su enorme tamaño, se descartó la idea y se pensó hacerlo dentro de una iglesia que, al menos, tuviera que ver con el apóstol san Pedro. Al principio el conjunto iba a estar formado por 40 estatuas, pero al final acabó con sólo siete

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