05 Abril 2021
DESAHOGO. Toledo terminó arrodillado tras su segundo gol ante Sarmiento mientras Heredia, Guillermo y Marcelo Ortiz y Risso Patrón se sumaban al festejo de un gol que se gritó fuerte en Junín y en Tucumán. FOTO DE FACUNDO GRECCO / ESPECIAL PARA LA GACETA
Las entrevistas con jugadores aún en la cancha y -como les encanta decir- “con las pulsaciones a mil”, suelen ser más espontáneas que a la salida del vestuario. El tiempo ayuda a medirse. Quizás por eso, la que dio Javier Toledo segundos después de su mejor partido en más de un año, haya sido tan interesante. Aún más que las palabras que pronunció después, incluso ayer a LG Deportiva.
Difícil superar conceptos que parecía tener atragantados y que salieron de una sola vez ante las cámaras de la televisión. Así de natural como el festejo de su segundo gol, el que le dio el agónico triunfo a Atlético ante Sarmiento. El primero no lo festejó y pidió perdón a su ex equipo pero en el 2-1 abrió bien los brazos y corrió a la esquina para gritarlo.
“Necesitaba convertir. Para un delantero que está acostumbrado a hacer goles, esto da más tranquilidad, y confianza al grupo, al entrenador y a la gente misma que está ahí con el cuchicheo”, dijo el delantero a la TV. Difícil superar “cuchicheo”, una palabra que no suele escucharse en entrevistas deportivas pero que hoy es tendencia en los foros del equipo, allí en lo profundo de las redes sociales. El cuchicheo al que se refiere es el tradicional murmullo del público que suele ser muy crítico con Toledo. El sábado, esa voz a las escondidas se calló definitivamente. Los dos goles del cordobés construyeron un triunfo necesario y festejado.
El gol de Toledo contra Comunicaciones por Copa Argentina no parecía suficiente para un artillero en lo que va de la temporada. Al número 22 le costó volver luego de la inactividad de siete meses el año pasado, pero se puso al día con la red con un golazo ante Unión en la Copa Maradona. Luego, le marcaría a Talleres, de penal. En el medio, más cuchicheos con los rumores de un traspaso a Argentinos. Aquellos eran goles aislados pero goles al fin que en el último tiempo sirvieron para callar todos cuchicheos.
Los dos goles a Sarmiento no sólo no son un “hecho aislado” sino que desbloquearon una serie de estadísticas que lo dejan bien parado. Es el segundo jugador más longevo (34) en anotar dos goles en un partido de Atlético después de Matías Alustiza (36), que le marcó dos a Arsenal el año pasado. Además, es uno de apenas cuatro jugadores que lograron hacerlo viniendo desde el banco en casi 20 años. El de Alustiza ante Arsenal fue así, Gonzalo Jara marcó dos ante Temperley en 2014 y Matías Argañaraz hizo lo propio ante Douglas Haig en el Argentino A 2004/05, según datos de la cuenta de Twitter @HistoriaTucuman.
“No tenía idea de estas estadísticas. Por suerte ahora puedo disfrutar con los hijos”, le dijo Toledo a LG Deportiva ayer desde Buenos Aires. El plantel sigue ahí esperando el duelo del miércoles contra River y ayer los jugadores aprovecharon la tarde libre. Toledo le dedicó la jornada a Antía y Tobías, dos de sus hijos. Ambos viven en Buenos Aires y los tiene lejos la mayor parte del año. ¿Fue ese su secreto? ¿O fue justamente la previa con River lo que lo motiva?
Otra de las estadísticas es que el doblete del sábado fue su cuarto en el club y uno de ellos fue a River (Newell’s y Talleres los otros). Aquel 3-0 en la ida de los cuartos de la Copa Superliga es tan recordado como los goles que luego les haría en la vuelta y justo antes de la suspensión del fútbol y que le arruinaría el título a los de Marcelo Gallardo.
Nada de eso parece activar el morbo de Toledo, que sólo se dedica a disfrutar de sus hijos. Se conforma con que el cuchicheo se haya terminado.
La tarde libre
El plantel se entrenó ayer en el predio de Racing por la mañana y a la tarde, salieron a pasear por la ciudad. “Nico” Aguirre eligió Puerto Madero.
Hoy, en Boca
El plantel llevará a cabo su práctica en Casa Amarilla desde las 9. De Felippe piensa en el “11” de cara al duelo de Copa Argentina contra River.
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