Monseñor Sánchez: “yo estoy bien, controlado y medicado, así que quédense tranquilos”

Monseñor Sánchez: “yo estoy bien, controlado y medicado, así que quédense tranquilos”

El arzobispo, enfermo con covid, envió un mensaje a sus fieles por el Viernes Santo desde el hospital Centro de Salud donde se encuentra internado

Monseñor Carlos Sánchez. Archivo Monseñor Carlos Sánchez. Archivo

“¡Muchísimas gracias por esta ternura de la Iglesia de Tucumán que reza por mí! Es un signo vivo de la presencia de María al lado mío, junto a mi madre, a mis hermanos, y a toda la iglesia diocesana (sacerdotes, consagrados y laicos)”, agradeció el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, desde su cama del hospital Centro de Salud, donde se encuentra internado por covid desde ayer a la siesta.  “Yo estoy bien, me  siento muy cuidado, querido y experimento las oraciones de todos ustedes”, dijo en un audio que envió hoy por WhatsApp.

El pastor de la Iglesia tucumana se enteró el miércoles a la noche, por eso no pudo oficiar la Misa Crismal, que estuvo a cargo de monseñor Roberto Ferrari, obispo auxiliar, ahora también en cuarentena por prevención, aunque él ya tuvo covid. Después de ser visto por los médicos  los especialistas le aconsejaron que se interne para poder realizarse todos los estudios. 

Desde su cama del hospital, con voz clara y animada, monseñor Carlos Sánchez difundió un mensaje para sus fieles: “Quiero unirme a todos ustedes en este Viernes Santo, contemplando a Jesucristo crucificado.  Él es el rey que reina entregando su vida por amor, es el rey que sentado en el trono de la cruz abre sus brazos para entregarnos la misericordia del padre Dios para perdonarnos nuestros pecados y regalarnos vida nueva”, dijo.

Por los “cristos” que sufren injusticia

En su mensaje, monseñor Sánchez pidió a los fieles recordar y compadecerse en este Viernes Santo por “todos los enfermos, que están sufriendo, de esos cristos crucificados”. “Así como yo estoy en esta cama de hospital, hay tantos otros que la están pasando muy mal en los hospitales, en sus propias casas y en los sanatorios”, dijo. Pero también pidió tener en cuenta a “aquellos hermanos crucificados por el hambre, por la injusticia, por la corrupción, por las adicciones, crucificados por la indiferencia, la burla, la manipulación, por la falta de dignidad, de educación, de trabajo, de oportunidades …”, señaló monseñor. “Cristo está crucificado en cada hermano que sufre y no podemos pasar indiferentes frente a ese dolor”, rogó.

“ Que sepamos compadecernos de esos cristos crucificados para que demos el paso, que es celebrar la Pascua, ser hombre nuevo para construir un mundo nuevo. Que el Señor los bendiga y la Virgen los proteja” y que “tengan un bendecido Viernes Santo”, se despidió.

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