Carlos Busqued deja la literatura “bajo este sol tremendo”

Carlos Busqued deja la literatura “bajo este sol tremendo”

El reconocido escritor chaqueño que murió a los 50 años conquistó a los tucumanos en el Festival Internacional de Literatura 2018 y 2019.

INGENIERÍA DE ESCRIBIR. Busqued deja una literatura cruda, austera y profunda, más allá del bien y del mal. INGENIERÍA DE ESCRIBIR. Busqued deja una literatura cruda, austera y profunda, más allá del bien y del mal.

La noticia de la intempestiva muerte del escritor Carlos Busqued el lunes, a los 50 años, a causa de un accidente doméstico, en Buenos Aires, sacudió las redes sociales.

En su breve pero sólida producción Busqued exploró formas narrativas que reúnen elementos de la novela negra, el realismo sucio, la crónica o el nonfiction, a través de sus novelas “Bajo este sol tremendo” y “Magnetizado”.

Maravillados

Sus libros tuvieron una gran circulación a partir de elogiosas reseñas, pero él no solía tener una presencia activa en eventos literarios.

Sin embargo, en 2018, cuando los organizadores del Festival Internacional de Literatura Tucumán (FILT) lo contactaron por una red social, el escritor aceptó participar sin dudar.

“Pensamos que iba a ser difícil invitarlo porque se sabía que era reacio. Creo que él huía de los eventos en Buenos Aires y no le interesaba el lobby de los grandes escritores. Todas sus intervenciones en el festival fueron geniales. Incluso leímos textos que él había desechado, y que eran muy superiores a todo lo que habíamos escuchado, propios de su blog, Borderline Carlitos. Allí juntaba historias sobre animales raros o sobre aviones de guerra, entre otros. Todos quedábamos en silencio y maravillados cuando lo escuchábamos”, recuerda Sofía de la Vega, escritora, becaria Conicet y coorganizadora del FILT.

Anécdota tucumana

“El último día del festival íbamos caminando a comer sándwiches de milanesa con todos los escritores invitados, cuando un hombre sufrió un accidente de tránsito y quedó tirado en el pavimento, con aparentes lesiones leves. Carlos se puso muy mal; decía: ‘no podemos irnos, tenemos que ayudarlo’, y nos quedamos acompañándolo hasta que vino la ambulancia. Nos sorprendió verlo tan movilizado, tan diferente del perfil hostil que daba en su literatura. Más tarde nos contaría anécdotas fantásticas de otros escritores. Era una persona abierta, genuina, uno de los pocos a los que el mundo de las redes todavía no lo había afectado, si bien era un tuitero políticamente incorrecto”, dice todavía conmovida De la Vega.

El ingeniero

Busqued había nacido en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco, en 1970. Era ingeniero metalúrgico y docente universitario; colaborador en la revista “El ojo con dientes y productor de los programas de radio Vidas ejemplares, El otoño en Pekín y Prisionero del planeta Infierno. En 2009 publicó “Bajo este sol tremendo”. La novela es una parábola negra sobre la herencia de la dictadura, la decadencia y la anomia del interior derruido, que contrasta el despliegue de violencia y sordidez con el narrador austero y preciso.

La obra, que resultó finalista del Premio Herralde, fue llevada al cine en 2016 como “El otro hermano” por Israel Adrián Caetano. Filmada en la localidad chaqueña de Lapachito, con Daniel Hendler y Leonardo Sbaraglia, la película narra el viaje de un joven al Chaco luego de enterarse del asesinato a escopetazos de su madre y su hermano.

Nueve años después el escritor publicó “Magnetizado” (2018), un libro de no ficción que recupera lejanamente el registro de “A sangre fría”, de Truman Capote, para narrar la vida de Ricardo Melogno, un asesino serial de taxistas de los años ochenta.

El relato que disecciona la mente de un asesino fue resultado de las noventa horas de conversación que el escritor mantuvo con Melogno en el penal de Ezeiza. Ni novela negra, ni realismo sucio, ni crónica, ni reportaje, ni nonfiction: con “Magnetizado” el escritor inventó un género descoyuntado, crudo como la realidad descarnada que lo inspira, señala Télam.

“Odio la fascinación que hay con la cárcel. Es una mierda la cárcel. Y ojo que este trabajo me obligaba a ir en un horario en el que no me tocaba pasar por el infierno de la visita. No hay nada amable. Está hecha para castigar a la gente más pobre. Sólo zafás si tenés guita”, le confesó Busqued a Alejandro Duchini, para LA GACETA Literaria, a propósito de la aparición de “Magnetizado”, en una entrevista de 2018.

“Outsider”

Un meteorito cargado de angustia

“De Carlos Busqued lo primero que recuerdo es la lectura de ‘Bajo este sol tremendo’ cuando era un escritor desconocido. Un outsider que, de la nada, había sido finalista del prestigioso premio Herralde. Un extraterrestre para el mundillo literario argentino que nos tiraba esta novela, algo nuevo que sacudía por la crudeza de sus imágenes y su prosa, por esos escenarios turbios de Chaco. Unos años después no dudamos en invitarlo al FILT. Como su prosa, su presencia era otra vez distinta a la de los demás escritores: enorme, el ingeniero de la UTN que usaba remeras negras de bandas de heavy metal nos contó sobre sus fobias y sus colecciones. No sólo participó de las actividades que le propusimos, sino que se quedó a escuchar casi todas las otras, a conversar con jóvenes autores tucumanos o lectores que visitaban el MUNT.  La entrevista en el FILT 2019 fue imperdible por el despliegue de humor, sobre todo negro, y el repaso de sus particulares rituales de escritura. Escucho un audio que resume la irreverencia de Carlos y su literatura: ‘Me siento muy tentado de decir que todo libro es político, como los Redondos, ahre, en Twitter lo digo pero en vivo todavía me cuesta. Soy millennial pero del milenio pasado (…) La política en la literatura por ahí es medio plomo cuando se pone explícita, no voy a leer un libro de un fascista (…), no leo gente rica, es mi postura política, no me lo banco a Bioy, no me banco a la gente que no tiene angustia, cuando se fundan, cuando lleven veinte años laburando para pagar un alquiler, ahí su libro me interesa’. La prosa de Carlos era política, pero no era un plomazo. Era un meteorito cargado de angustia que conmovió la literatura argentina”. 

Blas Rivadeneira, escritor, doctor en Letras UNT.  

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