Cartas de lectores

- Cosas de la felicidad

El tiempo pasa, y en muchos casos, las distancias se alejan. No obstante, los afectos perduran estables. Tal parecía ser la realidad de mi abuela Rosa, nacida en 1898 y fallecida en 1986. Porque siendo que se había trasladado a vivir a San Miguel de Tucumán a los 20 años, durante toda su vida compartida con mi madre, única hija suya, mi padre y sus nietos, entre los que me encontraba yo, nos hacía leer las noticias breves que publicaba La Gaceta, referidas al interior de nuestra provincia. Yo era adolescente y era quien más le prestaba el oído a las historias que contaba de sus pueblos queridos, en uno de los cuales fue criada por una familia interesada en ella y en sus servicios. Al parecer, vivían en su interior los recuerdos de muchas personas y lugares, por lo que me hacía que le lea lo referido a Gastona, Río Colorado, Balderrama, Simoca y otras ciudades que ya no recuerdo. Mientras yo leía, era grande su expectativa por acceder a la información, que no sé si no las leía por su cuenta porque no sabía leer o porque no podía ver por las cataratas. Desde niña, su vida siempre fue de servicio. Solía contarme que, en ese tiempo, en la casa en la que la criaron, la dueña de casa recibía una visita y ella tenía que cebarles mate y estar parada a no menos de tres metros de donde las señoras estaban sentadas, para no escuchar lo que hablaban. Sabía muchísimas adivinanzas, tantas, que era un placer escucharlas. Nunca olvidaré que, ya sea por un afecto particular, un deseo o una intuición, cierta vez, me dijo: “M’hijo, usted va a ser muy feliz en su vida”. Y no se equivocó.

Daniel E. Chavez


Pasaje Benjamín Paz 308
 - San Miguel de Tucumán

- Cuando las cosas no funcionan

El inicio de este nuevo año fue motivo de festejos por haber dejado atrás el doloroso 2020, principalmente conmocionados por las graves consecuencias que trajo la pandemia a nivel mundial, esperanzados con un nuevo comienzo y la llegada de las vacunas. Hoy, al transitar los primeros meses del nuevo año con promesas de progreso para todos, todavía continúa siendo una utopía para la mayoría, solo palabras de un “analizador-comentarista” y no de quien debe conducir nuestra república, no solo porque la pandemia continúa y promete volver recargada, sino que continuamos con una economía incierta, la salud debilitada, sin justicia, los servicios que golpean con sus crudos aumentos y un sistema de educación con futuro incierto. Y por supuesto, la inseguridad que crece como un depredador, no se detiene y avanza a pasos agigantados ante la mirada impávida de quienes nos representan. Somos testigos que la sensación de inseguridad se convirtió en una cruda realidad que nos encierra día a día. Quienes deben tener la firme convicción y decisión política para cambiar el rumbo incierto son quienes gobiernan. Vemos a diario que se suceden los homicdios, continuamos con ese temor, somos testigos y víctimas del abandono y desidia de los responsables de crear e implementar las leyes que rápidamente pasan a ser inaplicables ya sea por incumplimiento, inaplicabilidad o por desidia. Son los medios quienes realizan el trabajo que debiera hacer el Ministerio de Seguridad de brindar la información sobre los hechos de inseguridad que agobian la Provincia, da la sensación que el llamado “cuarto poder” les pasó la escoba a los tres poderes y ad-honorem cumplen un servicio a la comunidad de elaborar el mapa del delito, informar sobre las zonas más peligrosas de la provincia, dónde se vende drogas y sobre los hechos de femicidios. Nada. Nada de lo que anuncian funciona. No hay contralor, no hay prevención, no existe la inteligencia criminal, solo los vemos correr detrás de los hechos delictivos. Así, la República no funciona.

Mariela Weisheim

- El radicalismo de hoy

Hace 60 años que, compartiendo los ideales de tantas respetables figuras que lucharon por una República acorde con la cultura argentina, le solicité a mi gran amigo Armando Gregorio Burgos, referente de la Unión Cívica Radical en Tafí Viejo, llenar la ficha de afiliado a ese pensamiento. Luego me movilicé en la elección a Presidente de la Nación del Dr. Arturo Umberto Illia, y tuve la alegría de haber contribuido, en algo, para su triunfo en las urnas. Más tarde fui secretario interino en la convención Radical de la provincia donde fue electo don Luis Rotundo, Convencional provincial varias veces, candidato a Intendente taficeño por haber traído al Dr. Alfonsín para que asuma el compromiso de reabrir los cerrados Talleres ferroviarios, alcanzando una concejalía por 4 años en mi ciudad, y sigo, cada vez más, convencido de que la Unión Cívica Radical es la fuente donde debe abrevar la política argentina. Y hoy veo, con mucha tristeza, que dirigentes de mí política desean incorporar a esta entidad centenaria, como “socios partícipes”, a quienes están bajo la tutela de un legislador que nada tiene que ver con nuestros ideales, que seguro  pretende  continuar siendo un asalariado del Estado. Pueden no haberse dado cuenta?. Correligionarios, hoy es el momento de volver a la mística radical, y no aliarse con el enemigo pretendiendo sumar votos.  

Enrique Julio Ortega


- Ínfula zarista

El romántico poeta Alexandr Pushkin, (1799 - 1837), narraba en uno de sus cuentos cumbres de su maravillosa producción literaria, las fechorías de un brutal, grotesco y torpe bandido llamado Emelián Pugachov, que asolando numerosos pueblos e incitando a una revuelta popular, pretendía usurpar el trono imperial por medio de un perverso ardid, asumiendo el rol de un soberano impostor y de esa forma sustituir a las autoridades establecidas. En sus temerarias correrías y tropelías había hecho prisionero a un oficial, vástago de la nobleza rusa, que había sido destacado en su guarnición de la sabana rusa. En su vándalo accionar, disponía de la vida de los prisioneros sin compasión, y más aún a aquellos que se negaban a aceptarlo como su falaz soberano. Al noble oficial del ejército de la emperatriz, lo acompañaba desde la niñez un anciano preceptor, cuyos ruegos y súplicas al envanecido impostor, lo salvaron de la temible horca. Debido al indulto concedido al pie del cadalso, las relaciones entre ambos se volvieron armoniosas, no obstante, la negativa del oficial de sumarse a las insurrectas huestes del tártaro. Escucha, noble oficial, le dijo Pugachov encumbrado en una inalcanzable entelequia, te voy a contar un cuento que me relató en mi infancia una anciana mongólica: cierta vez, el águila preguntó al cuervo: dime cuervo, ¿por qué vives en este mundo una centena de años y yo apenas unas cuantas décadas? Porque tú te alimentas de sangre y yo de carroña, respondió el cuervo. El águila lo pensó y decidió hacer lo mismo. Cerca de las dos aves había un caballo muerto y se posaron sobre él. El cuervo comenzó a picotear pronunciando alabanzas. El águila picó una vez, y otra vez, agitó las alas y dijo al cuervo: “Hermano cuervo, antes que alimentarme una centena de años con carroña, prefiero beber una sola vez sangre caliente, y que sea lo que Dios quiera” ¿Qué te ha parecido la fábula?, preguntó Pugachov. Muy perspicaz, respondió el noble oficial; pero vivir asesinando y salteando los caminos, para mi es lo mismo que picotear carroña. En nuestro país, la profusión de carroña ha signado el germen de múltiples períodos de decadencia.

Alfonso Giacobbe

24 de Septiembre 290 - San Miguel de Tucumán


- Pionero de la enseñanza técnica

En 1860, a sus cuatro años de edad, el pequeño Otto participa en Chivilcoy en el acto de colocación de la piedra basal de una escuela técnica. Años más tarde, rememora con su padre Carlos el esfuerzo vecinal, que tuvo como puntapié inicial un fogoso discurso y sensatos consejos de un tal Domingo Faustino Sarmiento. Otto estudió con tanto ahínco que apenas terminado su bachillerato ya es admitido en la Sociedad Científica Argentina. Alternó cargos docentes con desempeños en la actividad privada, llegando a representar en Europa a empresas que desarrollaban instalaciones ferroviarias en todo el territorio nacional. Su entusiasmo por las innovaciones técnicas y los materiales que traía al país se ensombrecía, cuando debía importar también mano de obra calificada. Cada vez con más intensidad, germinaba en su mente la necesidad de capacitar a los obreros argentinos, como una manera de mejorar sus ingresos y al mismo tiempo, aspirar a un desarrollo industrial autónomo para el país. Para 1892, con 36 años, Otto ya era reconocido como la voz mas calificada y escuchada en cuanto a la necesidad de la educación en oficios, sin duda el mejor apoyo logístico que recibe el enorme aumento de la importancia del desarrollo argentino de la época, que colocaba a la nación entre las mas innovadoras y productivas del planeta. En consonancia, otro visionario, el tucumano Julio Argentino Roca firma el decreto que crea la Escuela Industrial de la Nación, designando como su primer director a… Otto Krause. Hoy el modelo es nostalgia. La década de 1990 vio el retroceso de los talleres y el aumento de las aulas ideologizadas. Así nos va.  

José Félix Risso

Belgrano 108 - San Isidro de Lules


- Acceso Norte

Hace pocos días lamentablemente ocurrió la muerte de un vecino en ocasión de robo en el acceso norte. Esto se venía anunciando pues hace años que denuncio que el sector de ruta 9 desde el puente de acceso hasta la empresa Tensolite es una zona abandonada, con matorrales a ambos lados de la ruta, una oscuridad temible con la que delincuentes aprovechan para delinquir y ahora matar. Me pregunto qué dirán las autoridades. Quien suscribe presentó nota en abril de 2019 (recibida con el N° 0623 FS270, sin respuesta), repetida el día 6/5/2019, sin respuesta. En 2020 y ante un robo que se estaba perpetrando a un ciclista justo debajo de un puente  -que por suerte, junto a varios automovilistas, pudimos evitar- recurrí nuevamente a la DNV; esta vez la nota fue recibida el 6/2/2020 con el N° 0206 FS040 (también sin respuesta). Por ello digo que este asesinato tal vez se hubiese evitado. Acudo a la responsabilidad de quien corresponda y que procedan a iluminar dicho sector, tarea que creo no demandaría mucho dinero pues las columnas del alumbrado están; solo hace falta mantenimiento.

Marcelo Maza


- Marie Curie

María Sklodowska nació en 1867 en Varsovia, Polonia y fue la quinta hija de un humilde matrimonio. En un país ocupado por los rusos estudió clandestinamente en la “Universidad Flotante” y comenzó así su formación en esa ciudad. En 1891 viajó a París e ingresó a la Sorbona y allí fue que creció y llevó a cabo sus brillantes investigaciones. En 1903 compartió el premio Nobel de Física junto a su marido Pierre Curie, y en 1911 (ya viuda) le fue otorgado el Premio Nobel de química en soledad. Sus importantes logros fueron sobre el fenómeno de la radiactividad y descubrió dos elementos: el radio y el polonio, y posibilitó que bajo su tutela se iniciaran los primeros estudios para el tratamiento del cáncer con isótopos radioactivos. Falleció en 1934 a los 66 años. Y pocos deben saber que fue un año antes de que se le otorgara a su hija Irene el premio Nobel de Química en forma conjunta con su esposo Frederic Joliot. En 1995, el entonces presidente de Francia Francois Mitterrand hizo trasladar sus restos del cementerio de Sceaux al Panteón de los héroes de París y esto por: “Sus propios méritos”, expresó. Finalmente quiero decir que Marie Curie, gran mujer, fue gobernada por una sola convicción: la superioridad del saber. Investigadora apasionada pero también a su vez buena madre. Pasado el Día de la Mujer, vaya mi agradecimiento y homenaje a todas las mujeres pero en especial a quien a pesar de su sacrificada vida se brindó con pasión y vocación de servicio a la humanidad toda hasta el extremo de ver destruidas sus manos y fallecer de anemia aplásica por los efectos de la radioactividad, inmolándose en pos de todos nosotros. En el año 2009, la revista New Scientist la calificó como la mujer más inspiradora en la ciencia mundial.

Juan L. Marcotullio

Ituzaingó 1.252 - Yerba Buena

Comentarios