Día del sueño: una jornada para amigarse con la almohada

Día del sueño: una jornada para amigarse con la almohada

Especialistas advierten sobre los riesgos de no descansar lo suficiente: desde obesidad hasta trastornos cardíacos. Dormir bien, vivir bien.

EL MEJOR DESCANSO. El sueño interrumpido no permite que el cuerpo se reponga del trajín cotidiano. EL MEJOR DESCANSO. El sueño interrumpido no permite que el cuerpo se reponga del trajín cotidiano.
Por Lucía Lozano y Julio Marengo 18 Marzo 2021

El Día Mundial del Sueño es una celebración anual destinada a sensibilizar e informar sobre, justamente, el sueño, un elemento esencial para la vida. Actualmente la mayoría de las personas no logra descansar la cantidad de horas que se requiere para tener un sueño reparador y dormir poco genera daños en la salud de la población a nivel mundial, según señalan los profesionales que tratan a pacientes que no logran descansar lo necesario.

“Si no podemos disfrutar de un sueño de calidad, lo más probable es que nuestro cuerpo comience a experimentar una serie de cambios y alteraciones, en el sistema nervioso, endocrino e inmunológico”, advierte Paula Marcotegui, médica especialista en obesidad y miembro de Bionut Obesidad. “El sueño tiene un papel fundamental en la regulación del equilibrio energético. Así lo demuestra la relación existente entre diversas sustancias implicadas en la regulación metabólica (leptina, ghrelina, insulina, glucosa) y el ritmo sueño-vigilia. El ritmo circadiano dicta tiempos a los sistemas cerebrales para la regulación de las funciones metabólicas, ya que las necesidades energéticas cambian entre el día y la noche (sueño-vigilia)”, describe la profesional, y alerta que son varios los estudios que muestran que las poblaciones que han disminuido sus horas de sueño reportaron mayor incidencia de obesidad y diabetes.

El estilo de vida moderno fomenta las actividades nocturnas. La luz eléctrica, la televisión y la computadora ofrecen a las nuevas generaciones la oportunidad de entretenimiento durante la noche (intoxicación luminosa). “Estas actividades resultan muy atractivas y han desplazado al placer del sueño. De tal manera, el estilo de vida moderno ha sido promotor de mantenerse despierto durante la primera mitad de la noche, para llegar al descanso cerca de, o pasada la medianoche. Sin embargo, los horarios de escuela y trabajo no han cambiado y requieren que los individuos se despierten temprano”, explica.

Cantidad y calidad

Pero no solamente es importante cuánto, sino cómo se descansa. “Si el sueño es interrumpido o acortado, puede que no hayamos pasado suficiente tiempo en determinadas etapas del sueño. Necesitamos dormir para pensar, reaccionar rápido y asentar la memoria. Los procesos, sobre todo los cognitivos, son especialmente activos mientras dormimos. Dormir una hora menos puede hacer que sea difícil concentrarse al día siguiente y enlentecer el tiempo de respuesta. Hay estudios científicos que indican que la falta de sueño hace que tomemos malas decisiones y asumamos riesgos innecesarios. Puede dar un bajo rendimiento en el trabajo o la escuela y mayor riesgo de sufrir accidentes de tránsito”, advierte, por su lado Mara Fernández, psicóloga especialista en trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y agrega que dormir es importante para una buena salud.

Día del sueño: una jornada para amigarse con la almohada

Los estudios al respecto demuestran que no dormir suficiente o tener una mala calidad de sueño, incrementa el riesgo de hipertensión, enfermedad cardíaca, psicológicas y otras enfermedades.

Agustina Murcho, licenciada en nutrición, explica que dormir menos de seis o siete horas por noche, o cuando aparece el insomnio, comienzan a funcionar dos hormonas: una es la ghrelina (segregada por el estómago), que es la hormona del apetito y aumenta cuando hay falta de sueño; y la leptina (segregada por el tejido graso), que es la hormona de la saciedad, que disminuye. “Esto sucede porque el cuerpo tiene un déficit de energía. Al estar cansados y sin dormir, el cuerpo reacciona a eso, manejando de esa manera estas dos hormonas”, advierte.

“Al tener poca energía, necesitamos comer, ingerir alimentos. Por lo tanto, las hormonas actúan al revés de cómo deberían actuar un día de sueño normal. Además, dormir poco hace que aumente el cortisol (hormona del estrés), que también influye en el aumento de peso. Por eso, se suele decir que ‘dormir poco engorda’. No es que engordamos mágicamente, sino que el exceso de comida por la reacción de estas hormonas, hacen que sumemos kilos, y por el aumento del cortisol”, finaliza.

Los beneficios del buen dormir:

- Aumenta la creatividad

Cuando el cerebro está descansado y la producción de hormonas está equilibrada, la memoria funciona a la perfección. Eso hace que la imaginación sea más potente y nosotros, más creativos.

- Te hace estar más sano

Nuestro sistema inmunitario emplea el tiempo de sueño para regenerarse, lo que le permite luchar con eficacia contra las toxinas y los gérmenes que nos amenazan.

- Mejora la memoria

Dormir fortalece las conexiones neuronales. Durante la fase REM del sueño, el hipocampo se restaura, transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo.

- Protege el corazón

Los insomnes tienen tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen a pierna suelta. El insomnio aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Otros estudios también ligan el insomnio a tener el colesterol más alto.

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- Reduce la depresión

Cuando dormimos, el cuerpo se relaja y eso facilita la producción de melanina y serotonina. Estas hormonas contrarrestan los efectos de las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) y nos ayudan a ser más felices y emocionalmente más fuertes. La falta de sueño provoca, por el contrario, una liberación aumentada y sostenida de las hormonas del estrés.

Las reglas del descanso propuestas de la fundación World Sleep Society:

- Un sueño de calidad está determinado por la cantidad de horas adecuadas que una persona dedique al descanso.
Esto le brindará la fuerza y la energía necesaria para que su salud no se vea afectada.

- Establece tu propio horario y trata de cumplirlo de forma regular.

- Es importante que el sueño sea profundo e ininterrumpido, para que sea realmente reparador.

- Evitar la ingesta de bebidas como el café, el té, chocolate o alcohol, al menos 6 horas antes de ir a descansar.

- Ver la falta de sueño como un problema de salud y una epidemia global, puede ayudar a buscar salidas satisfactorias con programas de investigación. De esta manera, se pueden minimizar los daños y consecuencias que este mal provoca en toda la sociedad.

- Los trastornos del sueño, pueden prevenirse e incluso tratarse.

- En estos casos, lo más recomendable, es ponerse en manos de un especialista.

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