La sangría no llegó al Concejo

La sangría no llegó al Concejo

La bancada peronista en el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán se fracturó el año pasado, pero se debió a motivos de “protagonismo”. La casualidad quiso que, a la luz de la división entre “jaldistas” y “manzuristas” en la Legislatura, la división sea similar.

En el cuerpo, el PJ tiene ocho escaños: Fernando Juri (preside el Concejo), Ernesto Nagle, Sara Assán, José Luis Coronel, David Mizrahi, Gonzalo Carrillo Leito, Emiliano Vargas Aignasse, todos de la bancada Peronismo de la Capital. Desde noviembre del año pasado, Alejandro Figueroa conforma el bloque unipersonal Frente Provincial, pero casi siempre acompaña con el voto a sus compañeros de partido.

“Estamos muy sólidos, muy consolidados entre los compañeros del peronismo. Me toca ser presidente de un grupo de líderes territoriales y fuertes, que vienen de ser representantes gremiales, deportivos, que han sido legisladores, otros como Fernando Juri han sido hasta vicegobernador... charlamos este tema y estamos todos bajo la total conducción de Juan Manzur”, explicó Nagle. “Quizás esta situación sea un debate político, quizás han ganado las ansiedades a algunos dirigentes cercanos a otros referentes. Los ‘trapitos’ sucios se lavan adentro de la bancada, en el Concejo las diferencias las tratamos en privado”, agregó el peronista.

Distintos ediles peronistas coinciden, por lo bajo, que el liderazgo de Juri es claro: “nos repitió su concepto de siempre, que seamos noticia por el laburo y no por peleas”, coincidieron. Por ahora, la “sangría” de la Legislatura no llegó al Concejo.

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