Confirman la resistencia de Amaranthus al glufosinato

Confirman la resistencia de Amaranthus al glufosinato

Aapresid advierte sobre la importancia de aplicar estrategias integradoras.

ESTUDIO. Los biotipos resistentes se detectaron en condados de Arkansas.  ESTUDIO. Los biotipos resistentes se detectaron en condados de Arkansas.
06 Marzo 2021

Científicos de la Universidad de Arkansas (Estados Unidos) confirmaron la resistencia de Amaranthus Palmeri a glufosinato de amonio.

Desde la Red de Manejo de Plagas de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) advierten sobre la importancia de aplicar, desde ahora y más que nunca, estrategias integradoras, que apunten a complementar las herramientas disponibles para prevenir riesgos a nivel local y, sobre todo, para preservar las tecnologías de resistencia en soja a glufosinato de amonio, glifosato y 2,4-D, próximamente disponibles.

Según el especialista en malezas de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires Fernando Oreja, el glufosinato es un herbicida de origen natural producido por la bacteria S. viridochromogenes, de contacto con cierta acción sistémica. En la Argentina está aprobado para su uso en maíz, en soja y en algodón, cultivos a los cuales se incorporó el gen de resistencia.

Lanzado al mercado a inicios de los 90, el glufosinato de amonio no fue muy utilizado hasta que aparecieron las primeras malezas resistentes a glifosato. La presión de selección de este herbicida se acentuó en 2007, con la aparición de A. palmeri, resistente a glifosato en la zona algodonera del sur de EEUU, y, más aun, con la de genotipos de algodón tolerantes a glufosinato en resistencias apiladas con otros herbicidas, que permitían aplicaciones posemergentes sucesivas para controlar las distintas cohortes de la maleza.

Si bien los biotipos resistentes se detectaron sólo en dos condados de Arkansas, resulta probable que las tareas de cosecha dispersen la resistencia a otras áreas. También pueden aparecer espontáneamente otros biotipos resistentes ya que la presión de selección sigue siendo alta: El reciente lanzamiento en EEUU de sojas tolerantes al glufosinato -que eran una buena herramienta para el control de biotipos resistentes a glifosato y dicamba (declarados el año pasado)- no sólo no ayudarán a bajar la presión de selección, sino que probablemente la aumenten.

“Esto repercutirá negativamente en los sistemas productivos locales en el mediano plazo, con aumentos en los costos debido a un mayor uso de herbicidas y con pérdidas de rendimiento por escapes de la maleza”, consideró Oreja.

Por suerte en la Argentina aún no tenemos el mismo nivel de presión de selección al herbicida y, por el momento, sólo contamos con maíz resistente a este activo. Así, la posibilidad de aparición de resistencia es baja.

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