Elevación a juicio del caso Rotolo

Elevación a juicio del caso Rotolo

Por primera vez un acusado será enjuiciado por travesticidio

23 Febrero 2021

Tras cuatro meses de investigación, la Unidad Fiscal de Homicidios I, a cargo de Carlos Sale, solicitó la elevación a juicio de la causa que investiga el crimen de Vanesa Rotolo, la joven trans que fue ultimada de una puñalada en la espalda el 11 de agosto y cuyo cuerpo fue encontrado en un descampado de barrio Los Chañaritos. El requerimiento se hizo el 28 de diciembre, a dos días de que empezara la feria judicial, y tiene la particularidad de que el acusado, el taxista Daniel Alejandro Díaz será el primero en afrontará un juicio por homicidio agravado por el odio a la identidad de género en nuestra provincia.

Esta figura, también conocida como travesticidio, tiene su primer antecedente a nivel nacional el 17 de junio de 2018 mediante la condena que recibió Gabriel Merino por el asesinato de Amancay Diana Sacayán.

“En cuanto al agravante, Vanesa Rotolo era un mujer trans, colectivo que hasta la actualidad sufre discriminación y persecución. Siendo la tasa de mortalidad de las mujeres trans altísima: no superando los 35 años”, argumenta en su escrito Sale.

Según la acusación, Díaz fue a buscar a la víctima de avenida Roca y La Rioja, lugar donde la joven ofrecía sus servicios sexuales junto con dos amigas. El taxista la llevó hasta un descampado cercano a Alem al 3.600, al sur de la ciudad. En ese lugar habrían tenido una discusión que derivó en el crimen de la joven trans. En el lugar del hecho, los investigadores encontraron una manija de auto que sería coincidente con un faltante en el Fiat Uno que conducía el acusado el día del crimen.

Como pruebas más relevantes, el fiscal destacó los testimonios de las amigas que trabajaron con Vanesa esa noche; incluso marcó coincidencias con lo relatado por el imputado. Además, la tecnología tendría otro papel fundamental para sostener la acusación: primero, una cámara habría captado a Díaz empujando el taxi en avenida Alem al 3.600, lugar donde un testigo lo vio saliendo por calle Melián de Leguisamo, cercana al descampado donde hallaron muerta a la joven. Otra grabación lo mostraría empujando el auto por calle Pérez Palavecino (donde está el descampado) y otra lo habría captado lavándose las manos con el agua que había en un cordón cuneta. Por otro lado, el GPS del auto de alquiler demostraría que el sospechosos estuvo en Roca y La Rioja y que luego se dirigió a una calle lindante al descampado.

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