El crimen de Paulina Lebbos: Sergio Kaleñuk, el que plantó la teoría del “hijo del poder”

El crimen de Paulina Lebbos: Sergio Kaleñuk, el que plantó la teoría del “hijo del poder”

EL HOMBRE DE LAS 172 LLAMADAS. La intensa actividad que tuvo el celular de Sergio Kaleñuk el 26 de febrero de 2006, día en el que fue asesinada Paulina, despertó sospechas entre los tucumanos.  EL HOMBRE DE LAS 172 LLAMADAS. La intensa actividad que tuvo el celular de Sergio Kaleñuk el 26 de febrero de 2006, día en el que fue asesinada Paulina, despertó sospechas entre los tucumanos.

“Por la boca muere el pez”. Ese viejo dicho no fue tenido en cuenta por Sergio Kaleñuk a la hora de declarar en el juicio por la desaparición y el posterior crimen de Paulina Lebbos, ocurrido el 26 de febrero de 2006. Sus palabras no sólo lo complicaron en la audiencia, sino que también hicieron resurgir una nueva hipótesis. Una teoría que no hablaba de los hijos, sino de un hijo del poder en el homicidio que de la joven. Una línea que fue descartada en la etapa de investigación por falta de pruebas, o mejor dicho, porque se sospecha que hubo maniobras o, al menos demoras para que no las encontraran.

El tribunal pidió que investigasen por homicidio o falso testimonio al joven, hijo del ya fallecido Alberto Kaleñuk, secretario del ex gobernador y actual senador licenciado José Alperovich. Pero quedó a un paso de ser librado de culpa y cargo porque la Corte Suprema de Justicia no dejó firme la sentencia y la acción penal prescribe el viernes, cuando se cumplen 15 años del hecho.

Una versión

A los pocos días de que se hallara el cuerpo de Paulina, comenzó a circular una versión sobre cómo se habría producido su muerte. Según esa versión, la estudiante habría participado en una fiesta que se habría realizado en un salón de fiestas de Raco o en una vivienda del Cadillal en la que habrían participado Gabriel y Daniel Alperovich, los hijos del titular del PE, y Kaleñuk, que, según dijo, era amigo cercano del primero. Se comentaba que Paulina, al caerse de una mesa donde estaba bailando, se cayó. También se decía que el cuerpo se había mantenido oculto (hasta se llegó hablar de un freezer) y que luego fue arrojado en el sitio donde fue hallado.

DISTENDIDO. Gabriel Alperovich momentos antes de ingresar a la sala de audiencias para declarar como testigo. DISTENDIDO. Gabriel Alperovich momentos antes de ingresar a la sala de audiencias para declarar como testigo.

En esos días se decía que solo se trataba de una versión para desprestigiar al Gobierno. Esa teoría tenía grandes errores, como por ejemplo la causa de la muerte. Paulina murió ahorcada, no por golpes. Y si se hubiera tratado de una muerte accidental, este caso se habría cerrado hace mucho tiempo. Sí hubo razones para mantener la llama de la sospecha en este caso. Y todo parecería indicar que el fiscal Carlos Albaca la encendió con su accionar cuando estaba al frente de la pesquisa.

Por error u omisión, según la investigación que realizó la fiscala de cámara Juana Prieto de Sólimo, el funcionario judicial -al que se le había asignado el caso en abril de 2006 en reemplazo de Alejandro Noguera- no profundizó esta hipótesis. No investigó las fiestas que supuestamente hicieron en las villas turísticas y dejó que se estropearan los cabellos que se encontraron en el cuerpo de la víctima y por eso no se pudo hacer ninguna comparación genética con las muestras sacadas a los llamados “hijos del poder” y con la de las otras personas que aparecían mencionadas en esta teoría. Tampoco analizó el enorme listado de llamadas telefónicas que le aportaron las compañías de celulares, que fueron claves.

SONRIENTE. Daniel Alperovich se suma al público después de haber declarado en el juicio por el crimen de Paulina.   SONRIENTE. Daniel Alperovich se suma al público después de haber declarado en el juicio por el crimen de Paulina.

Esta será la segunda vez en estos 15 años que Kaleñuk es beneficiado por la mora judicial. Está muy cerca de que no se lo impute por homicidio. Pero antes había logrado que no se lo acusara de encubrimiento (al igual que a Gabriel Alperovich) por la misma razón. “La teoría de los ‘hijos del poder’ fue basada en dichos de dichos, pero nunca pudimos encontrar una prueba que nos permita seguir por ese camino. Esperamos que en el juicio puedan surgir nuevas evidencias que terminen llevando a la verdad. Pero esperábamos que se diera de esa manera”, indicó el fiscal Diego López Ávila sobre el insólito desenlace que se produjo en el mismísimo debate, que se extendió durante más de un año..

Contundente

El clásico tucumano paraliza a la provincia. Cuando se enfrentan Atlético y San Martín todos hacen un esfuerzo para no perderse ni un detalle. “El 25 de febrero me acosté temprano porque al otro día tenía que estar muy temprano en Central Córdoba para vender las entradas para los hinchas de San Martín”, declaró Kaleñuk cuando declaró como testigo. El sospechoso aseguró que en ese momento era el responsable de la seguridad de los “decanos”, aunque todo el mundo sabía que esa tarea la desarrollaba Juan Vizcarra.

El joven, que llegó a trabajar como empleado de la administración pública y que era conocido por su afición a la noche tucumana, para robustecer su coartada agregó que estuvo toda la mañana en el club de Bolívar y avenida Alem. Señaló que por el derby local, se mantuvo en contacto con varios de los que en el juicio fueron acusados de encubrimiento, puesto que su misión era evitar que se registren hechos de violencia antes, durante y después del encuentro. También aportó una lista de personas que podrían respaldar sus dichos. Jamás se imaginó que su declaración se transformaría en una especie de confesión firmada.

Teléfonos que hablan

El juez Carlos Caramutti, que actuó como preopinante a la hora redactar el fallo -que cada una de sus decisiones fue apoyada por los jueces Dante Ibáñez y Rafael Macoritto-, explicó minuciosamente cuáles eran las razones que despertaron sospechas sobre Kaleñuk. Los investigadores sostienen que los celulares “hablan” cuando deben ser analizados para encontrar pruebas. Pero en este caso, podría decirse que el aparato hasta gritó.

Cuando una persona utiliza su teléfono móvil, se activan las celdas que le permiten comunicarse. Por ese motivo, es sencillo establecer más o menos los pasos que dio una persona.

En base a los informes que Albaca no analizó y al que a López Ávila le parecieron sospechosos, se probó que Kaleñuk, sólo el 26 de febrero, realizó nada menos que 172 comunicaciones (se suman las llamadas entrantes y salientes, las atendidas y las perdidas) y varias de ellas sirvieron para derrumbar la coartada que había esgrimido en el juicio y que lo terminó involucrando en el hecho. Los datos más importantes que se revelaron en el juicio fueron estos:

- Sábado 25 de febrero:

- Realizó una llamada a las 23.37 a una persona no identificada en la zona de Barrio Parque, a dos cuadras de La Costanera. Esta prueba se la tomó en cuenta para descartar que ese día haya decidido no salir para acostarse temprano.

NI SE MIRARON. Sara Alperovich y Alberto Lebbos escuchan atentamente una declaración en la audiencia. NI SE MIRARON. Sara Alperovich y Alberto Lebbos escuchan atentamente una declaración en la audiencia.

- Domingo 26:

- El sospechoso intentó comunicarse con una persona no identificada a las 2.39, lo que robustece la teoría de que no se quedó a dormir en la casa de sus padres, como declaró ante la sorpresa de todas las partes.

- Se desvirtuó que Kaleñuk haya estado desde las 6 de la mañana en la sede de Central Córdoba, ya que logró establecerse que realizó varias llamadas desde Yerba Buena. A las 7.15 y 7.50 con el subjefe de Policía Nicolás Barrera (condenado en el juicio) desde esa ciudad. También mantuvo contactos a las 9:06, 11:33, 12:45 y 16:17 con el ex funcionario alperovichista y actual vicepresidente de Canal 10, Ignacio Golobiski; también eso tiró por tierra la posibilidad de que haya estado toda la mañana en “CC”, como él afirmó. A las 16.04, también desde el vecino municipio, con el también condenado en el juicio ex secretario de Seguridad Eduardo di Lella. En estos registros quedó al descubierto otro detalle: a menos de dos horas de que se iniciara el encuentro, el supuesto encargado de seguridad de Atlético se encontraba a varios kilómetros del Monumental de 25 de Mayo y Chile, cuando debería haber estado controlando que todo se desarrolle con normalidad.

- A las 6, las antenas de celular lo ubicaron en Honduras al 1.100, a una cuadra del domicilio de César Soto, el supuesto lugar a donde se dirigía Paulina, según la declaración de Virginia Mercado, la última persona que vio con vida a la estudiante. Kaleñuk dijo que en realidad él había ido a buscar a su domicilio a Héctor Gómez, un allegado a Atlético que lo iba a acompañar a controlar la venta de entradas. Pero esa versión no pudo confirmarse porque esa persona falleció antes de que sea interrogada.

- A las 9.38 de ese domingo recibió una llamada de Marcela Alejandra Palacios que fue captada en avenida Independencia 1.213. La última vez que se usó el celular de Paulina fue en ese mismo lugar. A las 9.56, desde esa zona, habla nuevamente con el subjefe de Policía Barrera. Por último, a las 10.38 recibió un llamado de su padre, Alberto Kaleñuk.

- En las audiencias se confirmó que el entonces titular de Seguridad Ciudadana José Díaz, cerca de las 21, habló con subjefe de Policía para ponerlo al tanto de que el secretario de la Juventud, Alberto Lebbos, se presentaría en la ex Brigada de Investigaciones para denunciar la desaparición de su hija. Barrera, según los registros de llamadas estudiados, intentó comunicarse tres veces con Sergio Kaleñuk entre las 21.13 y las 21.14. A esa hora, el padre de la víctima estaba relatando a los pesquisas que no sabía nada de su hijo.

Testimonios fallidos

Kaleñuk confiaba que otros testigos respaldaran sus dichos. En esa lista estaban Daniel Paz (chofer personal del ex gobernador Alperovich), Rubén “Sopa i´Chancho” Urueña (presidente del club Central Córdoba) y Gustavo “El Gordo” González (líder de “La Inimitable” -la barra brava de los “decanos”- actualmente detenido por el secuestro de Margarita Toro).

Ninguno de los tres respaldó los dichos del joven. Contaron otras cosas totalmente diferentes sobre qué había ocurrido ese 26 de febrero a la mañana. Y eso quedó más evidente en los tres careos aclaratorios que se desarrollaron en el debate para despejar todas las dudas que se plantearon durante la audiencia.

El tribunal solicitó que los tres sean investigados por falso testimonio. El único que no afrontará una posible imputación es el ex directivo “decano”, ya que falleció antes de que finalizara el juicio. La razón: sus dichos podrían haber sido armados para favorecer al ahora señalado como posible autor.

“Puedo afirmar que Kaleñuk. muy probablemente, no estuvo en Central Córdoba esa mañana, dados los múltiples llamados que fueron captados por las antenas que lo sitúan en Yerba Buena. Y en el caso que haya ido al club, lo hizo sólo por algunos momentos, y no toda la mañana como él lo afirmó”, argumentaron los jueces en el fallo. Para los magistrados hubo otro indicio clave: el joven estuvo en la misma zona la última vez que Paulina activó su celular. Nacía así una nueva hipótesis que no hablaba de los hijos, sino de un hijo del poder. Una línea que no pudo ser analizada porque la Corte no dejó firme la sentencia y es muy probable que no lo haga hasta el viernes.

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