¿A qué vino el Presidente?

¿A qué vino el Presidente?

La agenda electoral se aceleró. Los dirigentes de distintos espacios vivieron, como protagonistas o espectadores, una semana de inquietud. Los últimos días fueron un adelanto de lo que sucederá en los próximos meses de campaña con la mirada puesta en las elecciones que renovarán parcialmente el Congreso.

Aún no hay definiciones sobre qué pasará con las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). En el ámbito nacional se discuten distintas alternativas para suspender o prorrogar las internas por única vez por la pandemia (específicamente sostienen que es por el gasto y las posibilidades de contagio en los centros de votación).

A fines de enero, el presidente Alberto Fernández habilitó al Parlamento a tratar posibles cambios en el cronograma en el período de sesiones extraordinarias. Diez gobernadores peronistas, incluido Juan Manzur, impulsan la suspensión. La condición que puso el mandatario nacional para abrir el debate fue que haya consenso con la oposición y que sean los mandatarios quienes se encarguen de las conversaciones. Más allá de lo que pase con esta instancia, el proceso hacia los comicios está en marcha.

Dos motivos

En la provincia, el plato fuerte político fue la visita presidencial. La última vez que Fernández había estado en Tucumán había sido en mayo, en la etapa más dura de la cuarentena. Aprovechó ahora una invitación de Manzur que estaba pendiente desde hacía meses y desembarcó con gran parte del Gabinete económico ¿A qué vino el Presidente? Uno de los motivos fue el relacionado con la gestión: una reacción al reclamo de las provincias del Norte Grande para que siga vigente la política de promoción de producción de bioetanol (vence en mayo). El otro, es parte de una estrategia electoral.

En cuanto al primero, Fernández no hizo el esperado anuncio de manera literal durante su discurso. Les pidió a los productores que no se preocuparan porque la inversión que hicieron en las destilerías se “preservará” y avisó que se revisará cómo está funcionando el sistema, para optimizarlo. Sí dieron más certezas sus ministros. El titular de la cartera de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, garantizó que los beneficios para quienes produzcan etanol seguirán y que se evalúa cómo mejorar las medidas, probablemente mediante una nueva ley.

En relación al segundo, el oficialismo nacional está en campaña. En el ambiente político se sabe que en las elecciones de medio término (a mitad de mandato) el Gobierno nacional pone más en juego que los provinciales. Si bien se suele repetir que no hay 2023 sin 2021, la realidad es que en tierras locales el interés está puesto más adelante. El peronismo gobernante arriesga la posibilidad de pasar dos años sin “contratiempos” en el Congreso y para ello requiere de más bancas. A la hora de argumentar esta necesidad refieren, por ejemplo, al trabajoso camino en las cámaras del llamado impuesto a las grandes fortunas (fue presentado en agosto y se aprobó en diciembre).

En la Cámara Alta, que preside Cristina Fernández, 41 de los 72 bancas corresponden al Frente de Todos y por lo tanto cuenta con quorum propio para sesionar. No tiene, en cambio, los dos tercios de la mayoría calificada que le permitirían abordar cuestiones especiales, como el nombramiento de un juez de la Corte Suprema. En la Baja, el panorama es más complejo para el Gobierno, porque Juntos por el Cambio cuenta con un número más significativo de diputados y sólo pudo avanzar en algunas iniciativas con el apoyo de un conjunto de pequeños bloques aliados.

El Frente de Todos trazó una estrategia que incluye afianzarse en los distritos en los que sabe que tendrán buenos resultados electorales y que estos serán clave para sumar escaños. Por ello, en lo que va del año, de las tres provincias que visitó Fernández, dos fueron del NOA (fue a La Rioja en enero por la iniciativa de capitales alternas).

En 2019, el triunfo de la fórmula Fernández-Fernández se asentó en los números del Conurbano bonaerense y del Norte. De acuerdo con el escrutinio definitivo de esa contienda, el Frente de Todos sumó en promedio entre el 40% y el 70% de las adhesiones en estos distritos. En Tucumán, fue de más del 57%.

En cuanto a los intereses de las provincias en esta instancia electoral, “ofrendar” buenos resultados al Gobierno central posiciona mejor al distrito para gestionar recursos y obras.

El año electoral impregnó el discurso de Fernández, que fue fuerte. Respondió a las principales críticas de la oposición -o de los “profetas del odio”- sobre las vacunas, la relación con el campo y la economía. Además, brindó apoyo al gobernador, uno de los primeros albertistas. Manzur estuvo en uno de los roles que más parece disfrutar: el de anfitrión. En un acontecimiento inédito, industriales de la región y funcionarios nacionales dialogaron de manera directa. Manzur sacó a relucir sus vínculos nacionales y sentó en la mesa también a los líderes de la CGT. Se mostró a los visitantes un peronismo unido, con Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo trabajando en equipo. Días antes, de hecho, la Cámara tuvo una sesión especial por los biocombustibles y hubo una reunión del Parlamento del NOA (presidido por Jaldo).

¿Qué temas políticos se abordaron entre actividad y actividad? Algunas conversaciones informales sobre las PASO y la conveniencia de que Fernández presida el Partido Justicialista (PJ).

El kirchnerismo trajo algunas definiciones. Se supo que a principios de marzo los líderes de ese espacio marcarán las pautas para ordenarse para los comicios. Habrá un llamado a la dirigencia a ir dentro de las listas de los oficialismos locales y se requerirá a los dirigentes que no confronten públicamente a los peronismos más tradicionales.

Acción y reacción

Los movimientos continúan en distintos sectores del oficialismo y de la oposición. En el caso del radicalismo, la división entre dos de sus sectores aparenta acentuarse. Se trata de los encabezados por la senadora Silvia Elías y el diputado José Cano, y por los intendentes Mariano Campero (Yerba Buena) y Roberto Sánchez (Concepción). Ambos siguen la dinámica de acción-reacción y cada acto de uno parece obtener una respuesta del otro.

Cano-Elías, que acordaron el año pasado dejar atrás diferencias y trabajar en tándem, mantienen una intensa agenda nacional y local. Los tiempos se aceleraron por la irrupción de la alternativa liderada por los jefes municipales. Fuentes del espacio explicaron que el objetivo de fondo es fortalecer Juntos por el Cambio a largo plazo. Probablemente, el acto político que protagonizaron el lunes en Tafí Viejo haya sido el primero del año. La idea es apuntalar a la dirigencia opositora en ese municipio, que había jugado dividida en las elecciones provinciales. En la actividad estuvieron la concejala Gabriela Olea; el ex edil del PRO, Benjamín Terraf y el ex titular del Enacom, Augusto Zucarelli, entre otros.

El martes se sumaron a una campaña nacional para la vuelta a clases presenciales y estuvieron en la Casa Histórica. Ayer, en tanto, cerraron la semana en una reunión virtual en la que el radicalismo discutió cómo revitalizarse. Entre los convocantes estuvieron Cano y otros parlamentarios, como Luis Naidenoff y Mario Negri.

El grupo de Campero-Sánchez, en tanto, continúa en movimiento, apoyándose mucho en las gestiones y expresando sus planes de construcción de un frente amplio y competitivo para 2023 a distintos referentes. En ese contexto, se reunieron con el intendente de la capital y líder del Partido por la Justicia Social (PJS), Germán Alfaro. También participó el jefe municipal de Bella Vista, Sebastián Salazar.

Trascendió que no hubo fotos porque Alfaro no pretende ser parte de la interna. Explicaron que seguirá pendiente de la gestión y que prepara un combo de obras para emprender en las próximas semanas. Si bien no hablará de cuestiones electorales, sí envió un recordatorio al Gobierno de su rol opositor: se reunió con las autoridades del Colegio de Abogados y, con críticas a la Provincia, se expresó por la salud institucional en relación al juicio político de Enrique Pedicone.

Mientras se mantiene ocupado, el espacio prepara para dentro de 10 días la inauguración de la nueva sede del PJS en la capital.

Vaivén justicialista

En el peronismo oficialista hubo también algunas turbulencias internas, pero parecen no haber afectado por el momento la relación Manzur-Jaldo. En la Legislatura se tratará próximamente la designación del ombudsman provincial, que ocupará el cargo hasta 2026. En la media centena de aspirantes inscriptos están el actual Defensor del Pueblo, Fernando Juri Debo, cercano a Manzur, y el legislador Eduardo Cobos, quien trabaja junto a Jaldo. Los titulares del Ejecutivo y el Legislativo no habrían hablado sobre el tema. En la Cámara dan por sentado que Cobos reunirá los votos para reemplazar a Juri Debo. Sería el candidato que más convence a la mayoría parlamentaria.

El otro capítulo se dio en Tafí Viejo. El Concejo Deliberante derogó el decreto de creación del Eco Bus, la línea municipal de transporte. La interesante iniciativa del intendente Javier Noguera había surgido por la crisis del sistema y por la sucesión de paros de choferes de UTA por falta de pago. La idea es garantizar el transporte a los vecinos, con vehículos no contaminantes. La dirigencia municipal apuntó a un trasfondo político y especialmente a Jaldo, por su cercanía con dirigentes taficeños opositores al jefe municipal como Alejandro Martínez, prosecretario legislativo, y Roque Álvarez, jefe del bloque del oficialismo. Noguera es uno de los intendentes con mayor proyección y preside la Federación Argentina de Municipios (FAM). Hace tiempo se lo mencionó, inclusive, como posible candidato a la gobernación.

En las oficinas centrales de la Cámara se desentienden de ese conflicto y apuntan a una puja local. Hubo manifestaciones en las calles y declaraciones cruzadas y el conflicto promete nuevos episodios. Este asunto tampoco habría sido motivo de conversación entre el gobernador y el vice que, por ahora, parecen mantenerse lejos de estos vaivenes.

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