El video aficionado del gran accidente de 1965

El video aficionado del gran accidente de 1965

Un adolescente de 13 años y su hermano filmaron en súper 8 el escenario de caos en la plaza Alberdi, cuando la locomotora sin frenos atravesó la puerta de entrada de la estación Mitre y se detuvo en la calle Corrientes.

EN EL MOMENTO JUSTO. Malcolm Reid vivía cerca de la estación y fue a filmar lo que pasó tras el accidente. EN EL MOMENTO JUSTO. Malcolm Reid vivía cerca de la estación y fue a filmar lo que pasó tras el accidente.

El 1 de febrero de 1965, día que el tren “El Aconquija” se llevó puesta la entrada de la estación Mitre, hubo un estruendo que se escuchó en todo barrio Norte y una gran polvareda. Malcolm Reid, hoy médico, tenía entonces 13 años y vivía muy cerca de la estación; se fue con una filmadora hasta la plaza Alberdi y registró imágenes de la locomotora sobre la calle Corrientes y el caos en que se había convertido el área de la entrada de la terminal ferroviaria. “Nosotros vivíamos en Junín 620, o sea que estábamos a dos cuadras de la estación. Se escuchó un estruendo impresionante, una cantidad de polvo, y con mi hermano nos fuimos con la máquina. Ya los policías habían rodeado todo, no dejaban pasar. No me acuerdo cómo hicimos con mi hermano, pero logramos entrar a la estación por el lateral del tren y logramos filmar la parte que había quedado adentro”, contó a LA GACETA.

Ese día, la locomotora que había partido de Retiro tirando 17 vagones, se quedó sin frenos muy cerca de su lugar de destino. Cuando el maquinista Babil Nuin advirtió lo que pasaba, ya circulaban a unos 100 km/h. El inspector Nicolás Antonelli hizo poner contrafrenos a los vagones para frenar a la máquina, pero no la detuvieron. “El Aconquija” entró a la estación a 38 km/h, chocó los postes de quebracho de tope de las vías, cavó el piso de cemento, arrastró la boletería, la oficina de encomiendas y un quiosco, pasó por el hall de entrada, bajó las escalinatas y se detuvo en medio de la calle Corrientes. No hubo víctimas fatales porque el jefe de Boletería, Héctor Rejas, hizo poner en fila junto a la pared a las personas que esperaban para comprar pasaje, y porque un operativo municipal había despejado la calle Corrientes de mateos (carros de tracción a sangre que esperaban a los pasajeros). “Fue una desgracia con mucha suerte, porque hubo un solo herido: el guarda que iba en el último vagón, que se tiró al andén y al rodar se lastimó un poco; tampoco fue muy grave...”, recordó Reid. En realidad, el guarda Ramón Reynerio Acosta se fracturó al caer y fue atendido en el Policlínico Ferroviario. También hubo otras 12 personas con lesiones menores.

“Yo en esa época tenía 13 años -dijo Reid-. Pudimos ir filmando lo poco que podíamos hasta que nos echaron”. La cámara registra el tren encajado entre las columnas de la estación -con las paredes resquebrajadas-, el movimiento de gente y los escombros, a lo largo de varios minutos. “Recuerdo que el techo de la estación estaba asentado sobre la locomotora; había una rajadura total; si llegaban a sacar la máquina en ese momento se venía todo abajo, se destruía. Por eso estuvo un par de días hasta que lograron sacarla, pero tuvieron que apuntalar todo. Me acuerdo de la cantidad de gente que había en la plaza Alberdi; cada vez se iba reuniendo más y más gente”. El documento estaba grabado en cintas de 8 mm y quedó guardado en la casa de Reid hasta 2006, cuando, tras una conversación con Mario Escobar, digitalizaron una parte y lo exhibieron en el programa “Pasando Revista”, que el ya fallecido periodista tenía en Canal 8. “Yo lo conocí a Mario haciendo 4 x 4; viajamos juntos en varias oportunidades y un día, charlando en un viaje al volcán Galán, le dije que tenía filmaciones viejas; entonces él se entusiasmó y tuvimos que adaptar una proyectora que yo tenía mucho más moderna; tuve que proyectar para ellos, para poder regrabar y pasarlo en el programa, porque me faltaba una lámpara del proyector y no coincidían los sistemas para digitalización. Así logramos adaptarla un poco”. En el programa se transmite un video de poco más de tres minutos de recorrida por la máquina y el entorno de escombros, y se ve a algunas personas.

En los años 60 era raro que la gente tuviera cámaras fotográficas en la casa, y mucho menos filmadoras. Reid pudo aficionarse a eso por su padre. “Él en el 57 se va a Alemania, porque empiezan a traer nuevos equipos para los ingenios. Turbinas y distintos sistemas. Entonces estaba en Alemania haciendo el curso de capacitación para instalarlos luego aquí en los ingenios La Corona, Santa Rosa y Amalia. En Alemania compra una máquina de 8 mm. Empezamos nosotros a curiosear; empezamos las primeras filmaciones; me acuerdo que comenté alguna carrera cuando se inauguró el autódromo y también cuando había venido un equipo de Inglaterra a jugar al rugby”, relató. “Siempre habíamos hecho fotografías -añadió-; las filmaciones eran más difíciles”.

Los Reid viajaron mucho, por su padre. Al Chaco. A Ledesma (Jujuy). “Ahí montan un nuevo trapiche y ahí ya estábamos al borde de irnos al África. Ahí estuvimos un año. Después nos vinimos y luego fuimos a Honduras británica, donde mi padre instaló 18 ingenios. La que más viajó fue mi hermana. Yo terminé de hacer el secundario, la colimba, la facultad... me atrasé cuatro años en la facultad por esos viajes; pero conocí muchos lugares. Yo a veces iba y volvía”.

Reid explicó que usaron la cámara para registrar la vida de Tafí del Valle en los años 60, “lo que era la villa en ese momento, muy poco”. “También fuimos con Carlos Capozzuco, que era amigo de mi papá, corredor de TC”. Antes de Honduras, fueron a Uganda. “Nunca fue colonia británica, fue un protectorado. Cuando le dan la libertad, en ese momento la revista ‘Vosotras’ saca una foto del primer ministro, que había sido ex mau mau, con la duquesa de Kent. Justo vamos a parar nosotros antes de la fiesta en que se celebraba el primer aniversario de la libertad. Estábamos invitados con mi mamá y mi hermana a presenciar la ceremonia. Con mi hermano usamos la foto de ‘Vosotras’ y nos hicimos pasar como camarógrafos de la revista; estábamos a la par del primer ministro Milton Obote y del presidente Mutesa II. Filmábamos mientras iban llegando los miembros del Parlamento en sus autos. Veníamos bien hasta que llegaron los del servicio del CI5 y nos sacan de las pestañas, con chirlos en la nuca. Nos sacan de ahí y terminamos de filmar desde abajo la llegada de varios”.

- ¿Por qué se dedicó a la medicina, y no al cine?

- Pienso que era más útil con la gente siendo médico que siendo fotógrafo. Probablemente ahora sea distinto lo que pienso.

- ¿Qué impacto tuvo en su momento la filmación del accidente ferroviario?

- Nosotros la dejamos en casa y después nos fuimos al África.

- ¿No se la pidieron?

- No; inclusive la mostré en el Colegio Nacional junto con las películas que había traído de África, pero nunca me la pidieron.

- ¿Después de filmar el accidente, volvieron a la estación?

- No. Me acuerdo que el chiste que hacíamos en esa época en el Colegio Nacional era “vótelo a Gelsi y habrá llegado el tren a su casa”.

El auto del gobernador

“El corredor de TC Carlos Capozzuco era muy amigo de mi papá. Él y Celestino Gelsi fueron los que subieron el auto del gobernador Luis Cruz en el ferrocarril Mitre y se lo mandaron a Buenos Aires. Una broma pesada. Lo sacaron del frente de la Casa de Gobierno, lo llevaron a la estación Mitre, pusieron que el auto en un tren y lo mandaron a Buenos Aires. Fue en los años 50. Capozzuco era mecánico. ¡Le afanaron el auto que estaba frente a la Casa de Gobierno! Lo han hecho andar y se lo llevaron. Eso me ha contado él”.

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