Denunció que hacen tiros para asustarla y usurpar sus tierras

Gabriela Peralta está viviendo en el campo con su hijo, menor de edad, para evitar que le quiten sus tierras. Durante la semana, además, hubo un robo de ganado en otro campo.

CASA RODANTE. La denunciante dice que los ocupantes pusieron una garita en el campo.  CASA RODANTE. La denunciante dice que los ocupantes pusieron una garita en el campo.
28 Enero 2021

Gabriela Peralta, presidenta de Cosagro S.A., afirmó que un grupo de usurpadores continúa en su campo. Algunos de los hombres estarían armados y eso asusta a la mujer, que ya hizo la denuncia correspondiente, pero aún no consigue desalojar el lugar. “Ya se hicieron tres notificaciones al señor Daniel Zelaya, al señor Jiménez, que se encuentra de casero, y al señor que dice llamarse Mario Díaz, supuesto arrendatario”.

Según la versión de la víctima, los hombres irrumpieron en sus tierras, en la localidad de Tala Pozo, Burruyacu, y se instalaron con el argumento de que arriendan el campo a Zelaya, quien sostiene haber comprado el terreno en 1999. La mujer, de 53 años, niega esas afirmaciones y dice que su familia compró el campo en 1996.

Por el suceso, la mujer debió instalarse en una casa ubicada dentro de la finca para asegurarse de que los invasores no se queden, definitivamente, con sus tierras. “Forzadamente tengo que quedarme, considerando que usan la fuerza y actos vandálicos como romper, envenenar y contaminar la única fuente de suministro de agua que tenemos”, afirma la mujer, que en su casa de campo no tiene ni luz ni agua, algo que hace cada vez más difícil el día a día.

Disparos en la noche

Además, dice que los presuntos usurpadores comenzaron, desde algunas noches, a hacer disparos al aire con el objetivo de amedrentar a ella y su hijo, menor de edad.

“Vivimos este momento con temor y bronca, aunque tratamos de mantener la calma para que la verdad salga a la luz. Si fuera un terreno de 10 por 30 ya hubiera renunciado, pero es el único sustento que tengo para mí y mi hijo”, asegura Peralta, y destaca que en el lugar (de 550 hectáreas) lleva a cabo su trabajo una empresa productora de granos.

“Así estamos, a la espera, con calor, sin agua y sin luz. Angustiados. Se imagina que tampoco descansamos con tranquilidad porque a la noche también se mueven alrededor del casco, caminan, van y vienen, acercándose demasiado a la casa donde me encuentro con mi hijo menor”, expresó Peralta.

Proyecto “anti tomas”

En este sentido, Raúl Albarracín, legislador del Partido por la Justicia Social, presentó el año pasado un proyecto de ley para prevenir este tipo de delitos. “El proyecto lo presenté en conjunto con la Sociedad Rural. Estuvo en la orden del día en una sesión del año pasado, pero volvió a Comisión por un planteo de los legisladores de Fuerza Republicana”.

La idea del proyecto consta de formar un “equipo anti tomas” y surgió como respuesta a las tomas de tierras que se registraron el año pasado a nivel nacional. Está inspirado en una ley que rige en Mendoza y contempla un equipo interdisciplinario.

“El objetivo es la disuasión y evitar que se consuma el delito. Muchas veces la falta de coordinación esperar los procesos ordinarios hacen que el delito se produzca y eso queremos prevenir. Porque cuando se produce el desalojo, por más que sea legal, también genera situaciones traumáticas”, explicó el legislador, que espera que el proyecto se sancione este año.

Otro caso

La inseguridad volvió a hacerse presente en en el campo esta semana, aunque en este caso se dio en el departamento de Leales, en la localidad de Mista. En ese lugar, Eduardo Daniel Ratto, que trabaja en la finca, denuncio el robo de ganado el pasado domingo.

Ese día a la mañana, Miguel Ramón Piedrabuena se levantó para alimentar a los animales del lugar, pero al llegar al corral donde está el ganado se encontró con que faltaban dos vacas.

Según las primeras averiguaciones, los ladrones habrían cortado unos alambres ubicados a 1.500 metros del lugar donde estaba el ganado y habrían ingresado con una camioneta para llevarse los dos novillos de raza Brangus faltantes.

“No es la primera vez que sufro un robo de esta característica, ya que hace poco me robaron otros cuatro animales. Aunque esta vez los malvivientes que ingresaron conocían el terreno, encima en los alrededores de la finca no hay vecinos que hayan podido ver algo”, declaró a la Policía, Joaquín Daniel Gargiulo, dueño del campo.

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