Siguen las amenazas y denuncias entre familias desde el crimen de la embarazada

Siguen las amenazas y denuncias entre familias desde el crimen de la embarazada

Berta Valenzuela, hermana del acusado por el homicidio, denunció que quemaron la casa de su padre en venganza. Adriana Romero, madre de la víctima, negó la versión y recordó a su hija.

ESCOMBROS. Así quedó una casa que sería de los Valenzuela en el barrio San Cayetano. Berta Valenzuela culpó a los Robles por los destrozos.  ESCOMBROS. Así quedó una casa que sería de los Valenzuela en el barrio San Cayetano. Berta Valenzuela culpó a los Robles por los destrozos.
22 Enero 2021

Desde el asesinato de Elisa Fabiana Robles y de la bebé que estaba en su vientre, que nació y murió sólo dos horas después, el barrio San Cayetano no encuentra paz. La familia Robles aún no tiene consuelo por la pérdida de “Eli”; por su parte, los Valenzuela, parientes del acusado, denuncian que sufrieron diferentes ataques de los Robles después del crimen. Ambas familias están enfrentadas con la esperanza de que se haga Justicia.

Esta vez, Berta Valenzuela, hermana del acusado Alberto Cayetano Valenzuela, aseguró que los familiares de la víctima robaron y destruyeron la casa de su padre y de su hermano -ubicadas en el pasillo de Beruti al 100- las últimas dos noches, con intenciones de vengar la muerte de Elisa Robles.

“Rompieron la casa de mi papá y la de mi hermano. Antenoche empezaron rompiendo y sacando las cosas y anoche incendiaron lo que quedaba, en horas de la madrugada. Se llevaron todo, ventanas, verjas, todo; y lo que no se llevaron, lo quemaron”, dijo Berta, y aseguró que, incluso, había policías presentes en el momento del hecho.

Con esto, se suman dos viviendas incendiadas de la familia Valenzuela en lo que va del mes, aún sin responsables por el acto.

“Y son los Robles, los de la esquina. Con ellos también fue gente oportunista de ahí, de la vía, que los ayudaron”, agregó, sugiriendo que la familia de la víctima no fue la única involucrada en el hecho.

Homicidio de Elisa Robles

Ángel Argañaraz escuchaba música sólo, en su casa del barrio San Cayetano, mientras tomaba un par de latas de cerveza el primer día del año. Eran las 21 cuando Cayetano Valenzuela se acercó y le habría pateado los parlantes. “Eli”, esposa de Argañaraz, fue hasta el pasillo de la calle Beruti para recriminarle a Valenzuela por el hecho, momento en el que el atacante habría sacado un arma para comenzar la balacera. El resultado: Elisa y la bebé que tenía en su vientre terminaron muertas, mientras que dos hermanas y el padre de la víctima resultaron heridos. Valenzuela también fue herido, y quedó detenido por el crimen.

A pesar del terrible crimen, los conflictos entre ambas familias habrían comenzado en el año 2000, cuando Pacífico Robles, padre de la mujer asesinada, mató al padre de los Valenzuela, hecho por el que debió cumplir condena en prisión. Ahora, más de 20 años después, los enfrentamientos no cesan.

Dolor

“Que destruyan nuestras casas significó mucho daño para nosotros, impotencia, dolor. Esa casa la levantamos con mis hermanas con el seguro de vida de mi papá. Para nosotros cada ladrillo tenía una gota de sangre de mi papá. Tenía un valor muy grande para mí, no la casa en sí, sino la razón por la cual pudimos construirla”, dijo Berta, entre lágrimas, en una conversación telefónica con LA GACETA.

Y continuó: “si para ellos pedir Justicia es desarmar cosas que uno hizo con tanto sacrificio les digo que no es así. Que hablen en tribunales. Que no salga más mi hermano de la cárcel, pero esto se tiene que terminar porque está sobrepasando los límites”.

Adriana Romero, madre de Elisa Robles, negó que su familia haya destruido la casa de los Valenzuela y apuntó a que fueron los mismo vecinos, argumentando que “no los quieren de vuelta en el barrio”.

“Los vecinos del pasillo son gente de trabajo que estuvo no sé cuántos años sometidos a los Valenzuela. Pasaban cerca de la puerta y los escupían, entonces con esto explotó la bomba. El barrio se aprovechó de mi situación para sacarlos porque ya no quieren vivir sometidos”, dijo la mujer.

Romero no sólo negó haber dañado las casas, sino que aseveró que las agresiones las reciben ellos de parte de los Valenzuela. “Jamás quise hacer daño, al contrario, siempre ella pasaba por mi vereda sonriendo ante la muerte de mi hijo Elías”, expresó, y recordó homicidio de su hijo, Elías Robles, en abril del año pasado.

Por último, confirmó que harán una marcha frente a tribunales para pedir Justicia por el caso de su hija, aunque esperarán hasta febrero, cuando termine la feria judicial. “Van a participar las agrupaciones porque todas saben lo que pasó”.

“‘Eli’ fue una gran hija y murió porque él la dejó morir. Son los responsables de lo que pasó y ellos nos amenazan a nosotros...”, concluyó la mujer.

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