Cartas de lectores
18 Enero 2021

CIUDADANO TRUMP

Si la existencia del controvertido y talentoso realizador y actor de cine Orson Welles, hubiera sido en estos tiempos actuales, indudablemente el personaje central de su famoso filme, se habría titulado el “Ciudadano Trump”. Las semejanzas y similitudes con el magnate de las comunicaciones William Randolph Hearst, no dista un ápice de su agresiva, vanidosa y desapacible personalidad; Donald Trump es una especie de redivivo del otrora poderoso y acaudalado mediático , parodiado en la ficción como el ciudadano Charles Foster Kane. Los Estados Unidos cuyos padres fundadores imprimieron un auténtico republicanismo basado en la solidez y fortaleza de sus instituciones y en la aún vigente constitución federal, luce hoy una malherida y magullada democracia en estado de lasitud latente, vapuleada por fuerzas oscuras, sombrías que desconocen e ignoran la sublimidad de su esencia. Ante tanta agresividad e irracionalidad manifiesta, las dudas persisten y los interrogantes se expresan en sabias sentencias: “No niego los derechos de la democracia; pero no me hago ilusiones respecto al uso que se hará de esos derechos mientras escasee la sabiduría y abunde el orgullo“ Así se expresaba Henri Frédéric Amiel, filósofo y escritor suizo en el siglo XIX, (1821-1881) ante cualquier y posible desvarío gubernamental.

Alfonso Giacobbe

24 de Septiembre 290

San Miguel de Tucumán

EL ABORTO Y LOS MÉDICOS

Los Médicos por la Vida-Tucuman, lamentamos profundamente que el 14 de enero del 2021 se promulgue la ley del genocidio de niños por nacer. Lamentamos profundamente que ni la ciencia ni la ética bastaron para detener los oscuros intereses ajenos a nuestra patria y las deleznables presiones políticas que “legitimaron” la desaparición forzada de personas con la ley mas extrema del aborto en el mundo actual. Lamentamos profundamente la incoherencia del presidente y los diputados y senadores que votaron dicha ley, pues en vez de cumplir la función de cuidar a su pueblo, hicieron oídos sordos a sus verdaderas necesidades y reclamos, imponiendo su agenda de eliminación de los “no deseados” (¿por quién?), de muerte y destrucción social. Lamentamos profundamente que los recursos que emanan del pueblo no sean usados para responder a las verdaderas (y muchas) necesidades de los argentinos, incluyendo las del golpeadísimo sistema de salud, sino para impulsar políticas cuestionables que atentan contra la vida y la familia, la base de toda sociedad. Aun así los Médicos por la Vida-Tucuman seguiremos proclamando que toda vida vale, desde la concepción y hasta la muerte natural. La del niño por nacer, la de la madre en situación de vulnerabilidad, la del anciano, la de todo ser humano, así sea discriminada por algunos que consideran que el deseo propio es superior a la dignidad intrínseca de cada persona. Seguiremos atendiendo con nuestro mejor saber y hacer a toda persona que requiera de nuestros servicios honrando siempre nuestro juramento hipocrático. Seguiremos apoyando en la medida de nuestras posibilidades a todo aquel que nos necesite para defender y cuidar la vida. Seguiremos construyendo desde nuestro lugar y con los recursos que tengamos la patria que queremos: libre, soberana, justa, solidaria, en la que nadie sobra ni es descartado, sino verdaderamente “empoderado’’ para desplegar sus talentos y capacidades al máximo, con responsabilidad y trascendiendo las dificultades que toquen vivir.

Sarita Álvarez de Ortiz y Ricardo M. Auad

Médicos por la Vida-Tucumán

TRADICIONES

¿Quién tiene razón? Hace 40 o 50 años atrás, nuestros padres, seguidores de la religión cristiana, nos tenían casi encerrados escuchando música sacra, en los días de Semana Santa. Era obligación concurrir a la iglesia, las mujeres con la cabeza cubierta y los codos tapados y los hombres con traje y corbata y sin sombrero. Ni pensar en escuchar música bailable o reunirse para bailar y beber. Hoy escuchamos por radio los diferentes eventos que se desarrollarán en distintos clubes, pueblos y ciudades. Fueron varias generaciones, que se sacrificaron, ¿para qué? Entonces ponemos en duda todas esas tradiciones importadas de Europa. Pero allá las cosas son de otra manera. Primero, están varias horas adelantados, están a lo opuesto de la Naturaleza y hay más de 12.000 kilómetros de distancia. Comenzando por los cambios que hicieron, como ser la fecha de nacimiento de Jesús y el día de año nuevo, hasta la tradición de comer miles de calorías, en pleno verano. Tenemos que siempre seguir a lo que nos manden de allá, pero ¿y nosotros? Solo estamos “comprando” fábulas como fue durante tanto tiempo, que los chicos los traía la cigüeña. Así terminó nuestra mente, medio desorientada. Esperábamos que alguien bajara por la chimenea, o que llegaran los camellos repartiendo juguetes. ¡Pobres nuestros padres! Luego lo tuvimos que repetir cuando nos llegó el momento. Fue solo para ver los rostros de los chicos de alegría. ¿Y los que no tenían chimenea? Jamás nos dejaron pensar. Era así o así, sin discutir. Hoy todo se cayó, y así se fue perdiendo el respeto por esas fiestas que son hoy, para vacacionar y festejar. ¿Semana Santa? ¿De qué?

Sabrina Emilia Campbell

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