Rugby: “Soy feliz porque hago lo que me gusta”

Rugby: “Soy feliz porque hago lo que me gusta”

“Patita” Cabrera cuenta sobre su historia como PF y su amistad con los Pumas tucumanos.

CON AMIGOS. “Patita” en el centro después de un fútbol tenis en Natación con sus amigos. Entre ellos, Domingo Miotti, Federico Mentz, Matías Orlando y Mateo Carreras.  CON AMIGOS. “Patita” en el centro después de un fútbol tenis en Natación con sus amigos. Entre ellos, Domingo Miotti, Federico Mentz, Matías Orlando y Mateo Carreras.
28 Diciembre 2020

El de Domingo Cabrera se encuadra en esos casos en los que el nombre de pila aparece solamente en ocasiones formales, habiendo sido reemplazado en su función identificatoria por “Patita”, el sobrenombre que ligó por calzar menos de 40. De todos modos, no hace falta tener pies grandes para pisar fuerte en el afecto de muchos jugadores que se han preparado físicamente bajo sus órdenes. La lista es muy larga, pero cabe citar a grandes figuras del rugby tucumano, como Pablo Garretón, Omar Hasán, Julio Coria, Martín Terán o Federico Mentz, entre muchos otros. Y en la actualidad, cada vez que los Pumas tucumanos actuales vuelven a su tierra, varios se apuntan alguna cita con “Patita” para transpirar un poco al costado de la cancha 1 de Natación, haciendo ejercicio o jugando al fútbol tenis.

Cabrera es hombre de los “Blancos”, aunque ni esa fue su primera casa ni el rugby su primer deporte. Antes que la ovalada, estuvo la redonda, a la que conoció en un baldío de su barrio, cerca del Hospital de Niños. “Jugaba bien a la pelota. Primero jugué en Tucumán Central y después pasé a Argentinos del Norte. Un día, Giovani Pasteri, que era casero de Natación, me invitó a jugar al rugby en el club. Fui un sábado y ahí empecé. A los 16 llegué a Primera jugando de fullback, y después también llegué al seleccionado. Y en el 94 empecé ya como preparador físico”, resume “Patita” su etapa dentro de la cancha. Fuera de ella, este profesor de Educación Física transitó por varias disciplinas, como hockey, fútbol y básquet. “También soy entrenador de básquet. Entrené 18 equipos. Conozco muy bien el deporte, porque fui jugador en Independiente. Está bien, era el último suplente, pero lo jugaba. Es un deporte alucinante, me encanta”, asegura “Patita”, que de vez en cuando se arma algún mano a mano con amigos bajo el tablero que tiene en el fondo de su casa.

Por supuesto, también conoce bien el rugby, y ahí encuentra el buen Domingo parte de la explicación de ese magnetismo que tiene con algunas de las figuras, como Nicolás Sánchez, Matías Orlando, Domingo Miotti o Mateo Carreras. “Como entiendo clarito el deporte, les puedo aportar cosas, consejos. Y cuando están lesionados, los ayudo a recuperarse y les doy confianza. Les mando mensajitos, me intereso por ellos, los motivo. Ellos saben que no los voy a empaburar, siempre les digo la verdad. Y me reconforta la confianza que ellos tienen conmigo”, agradece.

Ahora que todos están a un océano de distancia, ya no habrá fútbol tenis por un tiempo largo. “Nico perdió la confianza en el Mundial, pero como es un chico muy perseverante, con muchas agallas y personalidad, contra Nueva Zelanda demostró que es uno de los mejores aperturas del mundo. Un caballero. “Tostao” (Orlando) volvió de una operación en el hombro y lo hizo en un gran nivel. Un jugador prolijo, que cumple siempre. Domingo (Miotti) sufrió muchas lesiones en el último tiempo, pero todavía es joven y él mismo no sabe el techo que tiene, es un tremendo jugador. Y Mateo es muy maduro para los 21 años que tiene. Hay destrezas que está mejorando, y te digo que puede ser uno de los mejores wings del mundo. Es robusto, aguerrido y maneja todos los estados de ánimo”, analiza.

Aunque a veces reniega cuando siente que no le hacen caso, “Patita” asegura que es feliz: “porque hago lo que me gusta y me cruzo con gente con la que disfruto estar. No muchos pueden decir eso”.

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