Salta, dividida en una lucha de poder

Salta, dividida en una lucha de poder

Tres clubes corrieron vista a la UAR de su denuncia por irregularidades en la Unión salteña.

26 Diciembre 2020

Las diferencias que hace tiempo se vienen cocinando a fuego lento en el rugby salteño están a punto de romper hervor. La lucha intestina en la Unión de esa provincia sumó un nuevo capítulo luego de que los presidentes de Universitario, Tigres y Tiro Federal enviaran una nota a la UAR para ponerla al tanto de la denuncia que efectuaron por irregularidades en la Unión salteña (que tiene actualmente como presidente a Carlos Martearena, de Jockey Club) y le solicitaran su intervención en el asunto.

Si en algún momento pareció que podía llegarse a una solución pacífica del conflicto, ahora parece todo lo contrario. Más aún: con el correr de las horas, se vuelve más concreta la posibilidad de una solicitud formal al gobierno para que proceda a la intervención de la URS, con lo cual el escándalo tocaría su punto máximo.

Recapitulando: hace algunos días, el bloque compuesto por Universitario, Tigres y Tiro Federal realizó una presentación conjunta ante la Inspección de Personas Jurídicas de Salta para denunciar diversas irregularidades en la entidad que rige el rugby de esa provincia.

Una de esas irregularidades era la falta de presentación de balances, rendiciones de gastos y otras documentaciones dentro de los plazos exigidos para llevar a cabo la asamblea ordinaria pactada para el 18 de diciembre, que finalmente fue postergada (no se fijó fecha de reprogramación).

Martearena argumentó que dicha documentación no había sido presentada en tiempo y forma debido a una demora en su certificación, debido a las dificultades derivadas de la pandemia, pero que había puesto sobre aviso de la situación a Personas Jurídicas.

Otra de las acusaciones del bloque de clubes denunciantes fue que, a los efectos de la Asamblea, la Unión realizó un cómputo de votos que no se ajusta a lo establecido por el estatuto y a lo registrado en la base de datos del sistema BDUAR.

De acuerdo a la denuncia, se otorgaron votos indebidos a clubes como Vaqueros, Tartagal y Zenta, que no cumplieron requisitos mínimos de participación, al tiempo que no se contabilizaron votos que sí le correspondían a Tiro Federal.

Por ello, se impugnó y solicitó la nulidad de dicho cómputo. Por si fuera poco, también se reclamó que no se labraron actas de las reuniones semanales del Consejo.

Lucha de poder

Este fuego cruzado en el que se ve atrapado el rugby salteño no es precisamente una sorpresa: el magma viene acumulándose ya desde hace años. En su momento, hubo un acuerdo en virtud del cual la presidencia de la URS iba a pasar a manos de Marcelo Córdova, de Tigres. Sin embargo, tras algunos cambios en los votos de algunos clubes, la votación consagró a Martearena. Al no cumplirse lo pactado, se realizó un nuevo compromiso, por el cual se propuso a Juan José López -ex presidente de Tigres- como próximo presidente de la Unión. No obstante, el bloque que debía acceder al poder en el próximo período volvió a acusar a la conducción actual de no respetar lo pactado, ya que si bien entregará la presidencia, pretende quedarse con mayoría de vocales en el Consejo para seguir teniendo el control en la toma de decisiones. Entonces, todo se reduce a una lucha por el poder en la que parece valer todo. Por eso, es cada vez más concreta la posibilidad de que se llegue a una intervención de la Unión salteña esta misma semana. Una posibilidad que algunos dan como casi segura, ya que no parece que el conflicto vaya a llegar a una solución por vía diplomática. La esperanza, por ahora, sería que la Secretaría de Deportes de Salta haga de mediador y se pueda alcanzar un acuerdo.

Hipótesis

Conjeturas hay de sobra. Se habla de que en este conflicto hay incluso representación en la UAR en juego. Más aún, hay quienes piensan que Martearena (Jockey) y Andrés Muñoz (Gimnasia y Tiro) son aliados de Marcelo Rodríguez (presidente de la UAR) en una supuesta intención de la entidad madre del rugby argentino de avanzar sobre la autonomía de las Uniones provinciales. Un reclamo que, dicho sea de paso, hace rato viene sosteniendo la Unión de Tucumán. Por ahora, lo único cierto es que, a las puertas de un 2021 en el que tendrá que depender más que nunca de sí mismo ya que el Regional con Tucumán se verá reducido a la mínima expresión, el rugby salteño está totalmente fracturado. Tanto que la expresión “Unión salteña” resulta una paradoja.

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