Tucumanos en Europa: ¿cómo viven la segunda ola de coronavirus?

Tucumanos en Europa: ¿cómo viven la segunda ola de coronavirus?

El crecimiento del número de infectados y el endurecimiento de las medidas sanitarías, marcan la agenda los días previos a las fiestas. ¿Cómo atraviesan la situación desde ahí?.

EUROPA EN ALERTA. La segunda ola de Covid-19, mantiene en vilo al viejo continente. FOTO ARCHIVO/LA GACETA. EUROPA EN ALERTA. La segunda ola de Covid-19, mantiene en vilo al viejo continente. FOTO ARCHIVO/LA GACETA.
18 Diciembre 2020

Mientras se preparan para comenzar a vacunar a la población, la mayoría de países de Europa están endureciendo las restricciones sociales ante la llegada de las fiestas decembrinas; limitación de aforo en reuniones, cierre de bares y restricciones a la movilidad son algunas de ellas. Tucumanos que viven en distintos lugares del viejo continente cuentan cómo están viviendo esta segunda ola de covid-19.

Nacho Caunedo radica en Alemania, Frankfurt, trabaja en el depósito de una multinacional de envíos por correo y cuenta que en estas semanas las medidas se han endurecido en el país. “Después del verano todos se tranquilizó y los casos habían empezado a descender. Pero, desde esta semana se cerró todo. Lo único abierto son los supermercados y se pueden hacer pedidos take-away (comida para llevar). En muchos lugares hay restricciones de movimiento desde las 21 hasta las cinco de la mañana, excepto si tienes que salir a trabajar”, relató en diálogo con LA GACETA.

Alemania que había sido el buen alumno de Europa en esta pandemia, ha pasado a mostrar cifras preocupantes en los últimos días. Ayer, batió récord de contagios diarios, con más de 30.000 nuevos casos. Un día antes, 950 fallecimientos se registraron, y el 83% de las camas en terapia intensiva se encuentran ocupadas, de acuerdo a lo que expresa el Instituto Robert Koch (RKI).

Tucumanos en Europa: ¿cómo viven la segunda ola de coronavirus?

“Aquí la gente se relajo mucho cuando levantaron las restricciones”, considera Caunedo ante el aumento de casos. “También al llegar el frío la gente se empezó a juntar en lugares cerrados como bares, y otro tema fue el transporte público que en horarios pico había conglomeramiento de gente, y eso hizo que crezcan los casos”, agregó.

Sin embargo, el aumento de casos llega en un momento donde la paciencia de los ciudadanos se agota, tras seis meses de pandemia. “La gente ya está cansada también de esta situación, y por más que esté todo cerrado se sigue viendo movimiento durante el día en la calle, incluso hubo varias protestas acá en Frankfurt en contra del confinamiento y de las medidas adoptadas”, concluyó Nacho.

A menos de diez días de comenzar a administrar la vacuna, España vive una situación de tensa calma. Gonzalo Mora, esta radicado en la isla de Palma de Mallorca, si bien, durante la primera ola situación en la isla era diferente al resto del territorio en los últimos días la situación comenzó a preocupar. “El comportamiento aquí siempre fue un poco distinto, sin embargo, es la primera vez que la isla entra en fase cuatro, es decir, previa a un confinamiento total”, contó.

De acuerdo al ministerio de Salud de España, la incidencia acumulada en Mallorca durante los últimos 14 días dobla a la medida de España y ya alcanza los 417 casos por cada 100.000 habitantes.

Tucumanos en Europa: ¿cómo viven la segunda ola de coronavirus?

“Hay toque de queda desde las 22, y los fines de semana los bares y restaurantes pueden estar abiertos hasta las 18. Está situación para un lugar tan turístico como es la isla, está prácticamente matando al sector”. Ante la cercanía de las fiestas comentó que “se mantienen un máximo de seis personas, pero si pasamos las fiestas con alguien se debe quedar a dormir debido al toque de queda”, concluyó.

La situación en Italia durante este segundo rebrote de casos de coronavirus parece ser muy distinta a la primera. Ana Alicata, es chef y vive ahí hace dos años ahí; la segunda ola de contagios la encontró en Londres donde estaba estudiando y tuvo que regresarse a Sicilia.  “Acá las medidas se están cumpliendo, se hizo costumbre ver gente con las mascarillas y respetando el distanciamiento”, señala.

Consultada a cómo se vivió el verano, comentó que se vivió como un "respiro". “Acá estaba todo abierto, las playas repletas de personas no aparecían los números de contagiados y a medida que empezó el otoño los casos crecieron exponencialmente sobre todo en el norte”.

Hasta este viernes, se reportan en Italia 1.906.377 casos de infectados, 6.7220 de muertos y 1.203.814 de recuperados, de acuerdo a las cifras emitidas por la  Organización Mundial de la Salud (OMS). En las últimas 24 horas, se registrarón un aumento de 17.568 casos más, que el jueves. El Primer Ministro, Giuseppe Conte, no descartó endurecer las medidas en caso que los casos sigan en crecimiento.

Tucumanos en Europa: ¿cómo viven la segunda ola de coronavirus?

Con el recuerdo latente de las consecuencias de la dureza de la primera ola, y el miedo a que se pierda el control de la pandemia; las medidas adoptadas por el gobierno se viven con calma sostiene Ana. “Para la gente acá es cotidiano el cierre de bares, y como no es temporada acá en el norte se vive más tranquilo. Pero como todo el mundo están esperando que termine lo antes posible”, finalizó.

En Francia, la preocupación crece con el pasos de los días. Ayer, se registraron 18.254 nuevos casos de covid-19. El director general de Salud, Jerome Salomon, advirtió que, desde hace días, se observa una "tendencia creciente" en la cifra de positivos en el país. A esta situación, se sumó la confirmación del resultado positivo de coronavirus del presidente Emmanuel Macron.

Nanu Lacki, se mudó de Tucumán a Francia, hace cuatro años. Se desempeña como colaboradora en la enseñanza de español e ingles en una escuela. La vida se restringe a trabajar y estar en casa. “Si bien las escuelas, universidades y algunos comercios están abiertos, pero estamos viviendo todos encerrados. En donde vivimos, rige un toque de queda desde las 20 hasta las 6 de la mañana, y los controles son estrictos por parte de las autoridades, es cumplir o cumplir las normas”.

En la escuela donde trabaja, las medidas se respetan al máximo. “Acá todos los alumnos deben ir con sus barbijos, cuáles se cambian durante la jornada escolar”, contó. “Trabajamos con grupos burbujas, es decir, con dos grupos de chicos distintos así en caso de haber un contagio pueda aislarse”, agregó.

Si bien, al principio los franceses eran reacios a las medidas sostiene que hay una “mayor conciencia”, por parte de la población.

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