Homicidio en Colombres: “esto estaba cantado; le tiraban la bronca a todos”

Homicidio en Colombres: “esto estaba cantado; le tiraban la bronca a todos”

Un hombre apuñaló de muerte a su cuñado y luego se entregó a la Policía. Enojo en el barrio.

“ROMPIERON LA ARMONÍA DEL BARRIO”. Los residentes del vecindario Santa Rita (en Colombres), dicen que el acusado causaba problemas en la calle.  “ROMPIERON LA ARMONÍA DEL BARRIO”. Los residentes del vecindario Santa Rita (en Colombres), dicen que el acusado causaba problemas en la calle.

El homicidio de un hombre en Colombres, localidad de Cruz Alta, estaba anunciado según indicaron los vecinos del barrio Santa Rita, quienes aseveran que el acusado causaba problemas a todo el vecindario. Los residentes cuentan que reaccionaban conjuntamente para repeler algunas sus reacciones.

El crimen

El Ministerio Público Fiscal y la Policía reseñaron que el viernes, Víctor Hugo “Pitu” Almaraz entró en la vivienda de su hermana (viven en casas contiguas ubicadas al costado de la vía) y le pidió cigarrillos. La mujer le dijo no, y fue atacada con un arma blanca que le lastimó la muñeca en su afán por protegerse de la estocada.

Viendo lo que ocurría, Omar Gustavo Muñoz, de 30 años, intentó auxiliar a su pareja y se enfrentó a “Pitu”, quien habría terminado encajándole una puñalada mortal en el flanco izquierdo del tórax.

“El asesino se sentaba en la vereda y tomaba desde temprano, esa era su rutina y eso mismo hizo el día del hecho. A la tarde siguió tomando y a eso de las 21 quiso pelearle a su propio hermano, pero no pasó nada. Al rato siguió haciendo lío, por lo que salió la hermana a pedirle que se calmara y él reaccionó atacándola con un puñal. El marido la quiso defender y allí lo mataron”, complementó Noemí Jaime, una de las vecinas que vivió de cerca este homicidio y que aseguró esto se podría haber evitado: “estaba cantado que esto podía pasar algún día”.

Según los informes oficiales, Almaraz cruzó la vía del tren y escapó entre los cañaverales. Ayer por la mañana decidió entregarse en compañía de un abogado. Los peritos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales y la división Homicidios de la Policía, al mando de Eugenio Agüero Gamboa y de la comisaria Juana Estequiño, secuestraron el cuchillo con el que se habría consumado el asesinato. Según se investiga, podría haber existido una disputa de vieja data entre los cuñados enfrentados.

“Rompieron la armonía”

Muchos de los vecinos más próximos al domicilio donde se produjo la muerte son miembros de una misma familia: los Jaime. Los residentes dicen que no les sorprendió lo ocurrido y acusaron a la familia del detenido del haberse llevado la paz del vecindario desde que llegaron hace unos años al barrio Santa Rita.

“El  y los hermanos son problemáticos. No nos sorprende lo que pasó, porque desde que llegaron aquí tienen peleas con todos, le tiran la bronca al que pase”, explicó Noemí, que exceptúa de sus dichos a Muñoz, quien había llegado hacía un par de meses a Colombres para convivir con su pareja. “Desde que llegó aquí, estos chicos (los cuñados) le tiraban la bronca; también hacían lo propio con mi hermano, por ejemplo, pero nunca nos atacaron en definitiva porque sabían que nosotros somos muchos, entonces no se atrevían a hacerle daño. Muñoz, en cambio, estaba solo”, añadió la vecina, que recordó a la víctima como una persona cortés, que las pocas veces que salía era con su pareja.

Jaime aseveró que tras el crimen hubo momentos tensos, y que se escucharon gritos y promesas de quemar la casa del detenido. Por temor a represalias, ayer una allegada de Almaraz había sacado sus cosas y se había ido de la vivienda que tenía en ese barrio, según dijo el hermano del acusado.

“Se desubicaban con mujeres y niños, les querían pelear a los vecinos. No le deseo el mal a nadie, pero estaba cantado que algo así pasaría, y espero que con esto los saquen a todos de aquí o se vayan por decisión suya”, enfatizó la vecina, que añadió que en más de una ocasión Almaraz había sido aprehendido en la comisaría local por los disturbios que causaba en la calle.

En otro domicilio de la cuadra vive Julio Jaime. El hombre explica que en más de una ocasión debió salir a la calle para defender a algún vecino o familiar del ataque de alguno de los Almaraz.

“Esta era una zona tranquila, cuando ellos llegaron rompieron la armonía con sus adicciones, con los insultos a las mujeres y hasta con gestos obscenos. A un ‘abuelo’ de esta cuadra lo agarraron a sillazos una vez y tuvimos que intervenir para sacarlos; 70 años tiene el hombre, habían entrado a robarle”, describe Jaime. Aterrado, el septuagenario no quiso hablar al respecto con LA GACETA, pero tampoco negó haber sufrido esa feroz agresión.

Uno de los hermanos de Almaraz, que pidió preservar su nombre sintetizó: “él ya se entregó junto a un abogado. Si se equivocó por andar borracho y drogado, seguramente lo pagará con prisión. Disculpen pero es todo lo que puedo decir, no quiero verme involucrado en un homicidio”.

Mientras LA GACETA recogía testimonios en el barrio, una mujer llegó en motocicleta y acusó a uno de los hermanos del acusado de haber intentado asaltar a su sobrino el viernes en las vías del tren. “Vos te desubicaste con los chicos, te has equivocado feo”, le comunicó antes de poner en marcha su rodado y continuar su camino.

Oriundo de Ranchillos y criado a metros del club San Antonio, Muñoz fue velado en su casa y acompañado por decenas de personas. Aún afectado por la pérdida, Pablo Muñoz dijo que no podían hablar todavía de lo ocurrido, pero que pronto se comunicaría con este diario para expresar su pedido de justicia.

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