Fernández elige a un ex militante de La Cámpora como camarista

Si recibe el visto bueno del Senado, aval que se da por supuesto dado que el oficialismo tiene suficientes votos, Mario Leal ocupará una de las tres vacantes existentes en la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán. Para cubrir el cargo, el presidente Alberto Fernández se inclinó por un candidato con alto perfil público debido a su adhesión a la organización kirchnerista La Cámpora durante la época en la que fue funcionario de la gestión del ex rector Juan Alberto Cerisola en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y a que desde 2018 se desempeña como juez provincial en virtud de una designación del gobernador Juan Manzur.

Tras jurar como vocal de la Cámara en lo Civil y Comercial de Concepción, Leal manifestó a LA GACETA que en su posición de juez “no tenía ningún tipo de apreciación política”. “Por otra parte, no me hago reparos sobre el pasado y no lamento ningún acto. Pero en 2014 me desvinculé de la vida política”, aseguró hace dos años el profesor de Derecho Civil que también es consejero de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT.

Leal cerraba la terna que lideraba el postulante Martín Abdala seguido de la defensora pública coadyuvante Pamela Tenreyro. Al escoger al tercer aspirante a camarista federal, el titular del Poder Ejecutivo de la Nación consolidó la tendencia expuesta en la selección previa de Mariano Galletta para la Defensoría Pública ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán. En esa oportunidad, Fernández ya había desechado a la candidata que encabezaba el terceto surgido de un concurso público de antecedentes y de oposición (Vanessa Lucero), y nombrado al ternado con menor puntaje. La particularidad de los cargos de Galletta y de Leal es que el ex jefe de Estado, Mauricio Macri, intentó infructuosamente cubrirlos durante su gestión con la remisión respectiva de los pliegos de Lucero, que es funcionaria del Ministerio Público de la Defensa de la Nación, y del abogado Abdala.

Premios (y castigos)

El trámite del acuerdo relativo a los seis nombramientos del macrismo para la Justicia Federal de Tucumán -suponen una de las mayores renovaciones de esta institución- fue paralizado por los senadores peronistas junto a casi dos centenares de pliegos. Finalmente a comienzos de este año, Fernández retiró las designaciones con la finalidad de revisarlas. Si bien en una visita a la provincia la ministra de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Marcela Losardo, prometió que iban a evaluar la situación “caso por caso” y no necesariamente a desestimar las decisiones de Macri, lo cierto es que el Presidente demostró su disposición para premiar a los postulantes que su sucesor había vetado en detrimento de los que aquel había elegido. Y así no sólo nombró a Galletta y a Leal, sino que también promovió al juez federal N°1 de la provincia, Daniel Bejas, para la Cámara Nacional Electoral. Bejas, quien ya juró en ese cargo decisivo para la renovación de las autoridades electivas de la Nación, también integraba otra de las ternas para la Cámara de Apelaciones.

Fernández todavía dispone de la posibilidad de resolver el terceto para aquel tribunal que componen Edgardo López Herrera, Bejas y Patricia Moltini (Ángel Roger Luna Roldán está en la lista complementaria); el del Juzgado Federal N°3 que integran López Herrera, René Padilla y José Manuel Díaz Vélez (la jueza provincial Carolina Ballesteros está en la lista complementaria); el de la Fiscalía Federal N°3 que incluye a Agustín Chit, Valentina García Salemi y Virginia Duffy, y el terceto de la Defensoría de la Víctima que reúne a Martín Galliano, José María Sacheri y Felipe Otero. En su momento Macri había escogido para los cargos en cuestión a López Herrera, Díaz Vélez, Chit y Sacheri.