Canotaje de velocidad: vuelven a sonreír en la altura de Tafí del Valle

“Si nos preguntan la semana que viene, ya vamos a hablar con un poquito más de dolor y mayor deuda de oxígeno”, contó con un tímida risa Sabrina Ameghino. La palista es una de las integrantes de la selección argentina de canotaje de velocidad que desde el lunes está entrenándose en Tafí del Valle. Casi como una tradición, el equipo llega a la villa veraniega situada a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar para optimizar el rendimiento físico de manera natural.

La atleta sabe que con el paso de los días las sensaciones ya no serán tan placenteras, pero el sacrificio se justifica. Llegar de la mejor manera a abril es la meta. En ese mes se disputará el Preolímpico en Curitiba, Brasil, que dará las plazas para los Juegos Olímpicos de Tokio, que comenzarán el 23 de julio. “Es como sentir un mimo”, dijo Ameghino con respecto a entrenarse en Tafí del Valle.

Las temporadas en las que la selección se entrena en la altura tucumana ya son varias, porque los beneficios del entrenamiento en altura para cualquier clase de deportista están allí. “Lo complicado es conseguir el espejo de agua en altura”, reconoció Diego Cánepa. El director técnico nacional, luego de una investigación que hizo hace un par de años, encontró en Tafí del Valle el lugar indicado para realizar las pretemporadas o bien la preparación para una competencia trascendental.

Cánepa arribará a la provincia el domingo y con la llegada del kinesiólogo Ismael Delgado la delegación nacional, que cuenta con una autorización ministerial del Comité Operativo de Emergencia, estará completa. Quienes ya están en Tafí del Valle son: Agustín Vernice, Gonzalo Carreras, Micaela Maslein, Magdalena Garro, Daniel Dal Bo, Brenda Rojas, Juan Pablo Bergero, Martina Isequilla, Pablo Hoffman, Nicolás Capitontchik (transportista), Agustín Rodríguez y Manuel Lascano Micaz. Todos, para ingresar a la provincia, debieron presentar el estudio PCR. Tienen permitido estar en territorio tucumano hasta el 20 de diciembre.

“Es la octava vez que vengo a Tucumán. Tengo recuerdos de todo tipo”, reconoció Vernice. La última visita fue dramática para el palista: apenas se exceptuó a que los atletas clasificados a los Juegos Olímpicos o que tuviesen chances de clasificación pudieran entrenarse durante la pandemia, el olavarriense decidió hacerlo en El Cadillal.

A horas de su arribo a la provincia, y cuando cumplía los días de aislamiento exigidos, Vernice recibió el resultado positivo de su estudio de covid-19. “Lo de julio fue una lástima. Pero tengo mayoría de recuerdos buenos en Tucumán. Conozco personas que son muy buenas y siempre me tratan de la mejor manera. Es con la parte que quiero quedarme”, explicó el campeón mundial Sub-23 en K1 1.000 metros, en 2017. “En Tucumán me siento como en mi segunda casa”, no dudó en afirmar el doble medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.  

El atleta contó que están hospedados en el Hotel Sumaj. “Estamos como en una ‘burbuja’: aislados del resto de las personas, el hotel está cerrado hasta el 19, reservado para la selección. Vamos del hotel al lugar de entrenamiento y del entrenamiento al hotel”, contó. Del grupo, Vernice es el único que ya está clasificado para la cita japonesa, pero como el acondicionamiento que se está haciendo en la altura tafinista es de base, el plan de entrenamiento es el mismo para todos.

“En el agua, se hacen de ocho a 14 sesiones semanales, cuatro entrenamientos en gimnasio a la semana y otros cuatro de resistencia general que puede ser ciclismo, montañismo o trote”, puntualizó Cánepa. El camino de Vernice se separará del de sus compañeros porque los objetivos a cumplir son distintos. “Yo voy a volver con Diego y el resto del equipo se quedará en Buenos Aires”, anticipó el palista, que regresará después de las fiestas. Su próxima prueba será en mayo en Rusia. “Me servirá mucho porque voy a enfrentar a los rivales que tendré en los Juegos Olímpicos”, destacó Vernice.

Con la intensidad de preparación que hay, es probable que los tiempos que maneja el director técnico nacional se cumplan. Sus palistas vienen trabajando desde hace seis meses para recuperar lo que la pandemia les quitó. “En enero, estimo que la mayoría ya habrá recuperado los valores personales. En Tafí buscamos el punto cero: volver a que el equipo esté lo más cerca posible en preparación a nivel entrenamiento. Con respecto a lo competitivo es otra cosa. Lo que estamos haciendo es fomentar la competencia interna entre ellos para generar el estrés competitivo”, cerró Cánepa.