Por Gustavo Rodríguez
04 Diciembre 2020
Utilizando términos futbolísticos, podría decirse que la Justicia tiró la pelota fuera del estadio para resolver el problema. De las 40 personas que perpetraron el ataque que sufrió el vicepresidente de la AFA Guillermo Raed en su domicilio del barrio Bajo Hondo, el fiscal Arnoldo Suasnábar hasta ahora ordenó que se comunique oficialmente a uno de ellos que está siendo investigado por el violento hecho.
El domingo, durante el entretiempo del partido que San Martín perdió en La Ciudadela, integrantes de La Brava y La Banda del Camión, se presentaron por segunda vez en menos de un mes en la casa del empresario santiagueño. Primero comenzaron con los cánticos, después arrojaron bombas de estruendo que provocaron daños y luego realizaron pintadas en su casa y en la de otros vecinos.
El presidente del club santiagueño Atlético Mitre se presentó en la ex Brigada de Investigaciones a realizar la segunda denuncia formal por los escraches que había sufrido, ya que al primer ataque había dejado pasar por alta. Asistidos por los abogados Camilo Atim Antoni y Ernesto Baaclini ratificó la denuncia en la Justicia y el miércoles declaró como víctima.
En su exposición, habría asegurado que desde hace meses viene siendo amenazado por simpatizantes del club de La Ciudadela, pero cuando comenzaron a atacar su vivienda temió por su seguridad, la de su familia y la de los vecinos que nada tienen que ver con las diferencias que existen entre la AFA y los directivos de San Martín. Reconoció y agradeció que la Policía, sin haberlo solicitado, haya decidido ponerle una custodia durante las 24 horas.
El empresario santiagueño señaló además que los simpatizantes le estarían pidiendo que abandone la provincia si es que no quiere sufrir las consecuencias. Después de declarar presentó pruebas del ataque y le pidió al fiscal que trate de establecer identidades.
La investigación
Los investigadores de Delitos Contra las Personas y de Delitos Telemáticos, al mando de los comisarios Héctor Marín, Valeria Jiménez y Jorge Dib, realizaron la pesquisa. En base a la información que recabaron lograron establecer dos puntos:
- Que los escraches eran organizados con varios días de anticipación por redes sociales por miembros de La Banda del Camión y simpatizantes comunes.
- Que el último hecho había sido planificado por hinchas comunes, pero los barras bravas que habían estado viendo juntos el encuentro se adelantaron y generaron los incidentes que aterrorizó a todo el vecindario. Identificaron a un tal “Gordo Sopa” y a un tal “Flaycito” como los que habrían dirigido el último escrache.
Fuentes judiciales confirmaron que la Policía le pidió a Suasnábar que solicite al menos cinco allanamientos y el secuestro de seis vehículos que habrían utilizado los violentos para movilizarse ese día. Sin embargo, el fiscal sólo ordenó que notificaran a uno de los barras que se había iniciado una investigación en su contra. Si bien no trascendió su nombre, no sería ninguno de los cabecillas.
Atim Antoni y Baaclini decidieron no realizar declaraciones sobre el tema porque aún no habían sido notificados. Insistieron con que Raed no tuvo ningún contacto con directivos de la AFA que siguen muy de cerca lo que ocurre con el caso.
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