“No podés pelearte con el accionista mayoritario del FMI”

“No podés pelearte con el accionista mayoritario del FMI”

Sergio Berensztein indicó que lo mejor que le puede pasar a la Argentina es que Biden le baje el tono a la guerra comercial con China para que los emergentes puedan colocar más productos

BERENSZTEIN. Presentó su libro “La primera revuelta fiscal de la historia”. la gaceta / foto de Ines Quinteros Orio (archivo) BERENSZTEIN. Presentó su libro “La primera revuelta fiscal de la historia”. la gaceta / foto de Ines Quinteros Orio (archivo)

La Argentina tiene que mirar hacia adentro para enderezar su rumbo económico y comenzar a salir del pozo. Sin embargo, en este proceso, no descuidar las relaciones internacionales, participando inteligentemente para venderle más productos nacionales al mundo. Para ello, debe diseñar un plan serio y sustentable, de estabilización, recreando la confianza. Esa es la síntesis de la charla que el politólogo Sergio Berensztein dio en el marco del Foro Económico del NOA, organizado por la Fundación Federalismo y Libertad, en el que además presentó el libro que escribió junto a María Elisa Peirano: “La primera revuelta fiscal de la historia”, la 125 y el conflicto con el campo.

En su charla virtual, a su regreso de Washington, Berensztein trazó un panorama de las elecciones en Estados Unidos, que consagraron como presidente al demócrata Joe Biden. Señaló que la estrategia de ese partido ha sido acertada en cuanto a adelantar las votaciones, por correo, frente a la estrategia republicana de apelar a la recuperación económica como base de su campaña electoral. “Por seguridad o por la pandemia del coronavirus, dos tercios de los electores votaron por correo. Por las dudas, frente a una eventual ola de bonanza, los demócratas impulsaron la idea de que la gente vote temprano y lograron su objetivo”, indicó.

La Argentina, en un contexto de Biden como presidente de los Estados Unidos, puede beneficiarse si el demócrata le baja las tensiones a la guerra comercial que Donald Trump desató en algún momento con China. 

“Eso nos conviene mucho, así como el hecho de que EEUU siga siendo esa locomotora del consumo a full para que aumente la demanda de los mercados emergentes y la Argentina pueda venderle más todos sus productos. Ese es un sistema que ganamos todos si participamos inteligentemente”, observó. 

Sin embargo, el analista advierte que puede haber un lado negativo del triunfo de Biden: si la recuperación económica de Estados Unidos se ralentiza, más allá de que se apruebe el plan de estímulos en es país. 

Un tercer factor es el más importante en la relación bilateral: está vinculado con la incidencia estadounidense en las decisiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) a las puertas de la llegada de una nueva misión del organismo al país. 

“Más allá de quien esté en el Tesoro, Argentina debe negociar con el Fondo, porque no le puede pagar la deuda. La plata del FMI es barata, pero no te la regalan; te la prestan. Entonces, no te podes pelear con Estados Unidos porque es el accionista mayoritario, que tiene un 16% del fondeo. Tenés que portarte bien”, explica el consultor. 

A su criterio, esta conducta debe ser mantenida, porque la Argentina “es un país chico, demasiado pobre para andar peleándose con cualquiera, vecino o no vecino. Tenés que negociar con todos y sacar lo que más puedas, defendiendo el interés nacional para vender los productos a otros países”.

En otro tramo de la charla, Berensztein estableció la agenda que debería seguir el presidente Alberto Fernández para encarrilar el rumbo del país. “La Argentina necesita un plan de estabilización y la política también, porque sino sólo administra pobreza en un marco de improvisación permanente”, indicó. En ese marco, se preguntó: “¿algún político puede sentirse bien administrando mediocridad? La respuesta es no, porque no disfrutaría de su trabajo, me parece”.

Polémica metáfora

“Nunca seremos la próxima Venezuela”

Berensztein recordó que, durante mucho tiempo, se escuchó que la Argentina será la próxima Venezuela. “Eso es mentira; no pongamos metáforas equivocadas. La Argentina nunca será Venezuela, porque en ese país colapsó el sistema político; Hugo Chávez llegó al poder en base a un gobierno militar con civiles, en el que las fuerzas armadas se vincularon en negocios ilegales y se consolidó el poder con dinero del petróleo. En la Argentina no existe ese escenario. Las instituciones funcionan, tal vez no bien para un sector social, pero sí regular. Pero siguen funcionando y eso es muy importante”, dijo.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios