Cerveza para cada gusto y ocasión

En los últimos años, el boom de las cervezas artesanales pateó el tablero en los estándares de consumo. Las cervecerías, con su estética de maderas y colores terrosos, se multiplicaron al compás de las variedades, que fueron dejando atrás a los sabores “tradicionales” (rubia, negra y roja) y atrayendo a una legión de nuevos consumidores. “Como pasa con el vino y sus variedades a partir de los distintos tipos de uva, los consumidores comenzaron a interesarse en saber más sobre cerveza y experimentar nuevos sabores”, cuenta Andrés Segón, Brand Manager de Cerveza Imperial. Desde la marca, notaron esa tendencia y respondieron con una cerveza de trigo, aunque el verdadero puntapié en este nuevo terreno se dio a partir del lanzamiento de una IPA (Indian Pale Ale), variedad que se caracteriza por ser de un amargor más pronunciado, con un toque cítrico, y que está entre las preferidas del público, tanto en Argentina como a nivel mundial. “Para el que sabe de cerveza, la IPA ofrece un sabor más sofisticado. Ese lanzamiento fue muy importante para nosotros, porque acercó muchos consumidores a probar Imperial. Después lanzamos la APA (American Pale Ale), que es de la familia de la IPA, aunque un poco más cítrica y menos amarga. También tuvo muy buena recepción esta variedad, porque a diferencia de la IPA, que ya estaba muy incorporada en las cervecerías, esta era algo nuevo, que en Argentina prácticamente no se conocía”, compara Andrés.

En esa búsqueda por abarcar diferentes perfiles de consumidores, Cerveza Imperial lanzó la Imperial Golden, apuntando a los que prefieren un sabor más suave. “Muchos asocian este tipo de cervezas más suaves con las mujeres, pero no es así. Muchos hombres consumen esta variedad, y pasa mucho no sólo en Tucumán y Salta, también en Catamarca, La Rioja y Jujuy. Por las temperaturas que hay acá es una cerveza que funciona muy bien, porque es suave y refrescante. Les gusta tanto a tomadores como a quienes no suelen tomar cerveza. Todo esto amplió nuestra familia de productos, al punto que hoy Imperial tiene una variedad para cada consumidor y para cada ocasión”, resume Andrés la filosofía de la marca.

Presentaciones

En este camino experimental, Cerveza Imperial ha innovado no sólo en materia de sabores, sino también de presentaciones. A la par del tradicional envase de litro retornable, la marca trabaja con otros tres calibres. El primero es la botella de medio litro, orientada al consumo en bares, restaurantes y eventos de la propia empresa. Los dos restantes son latas: a la más conocida, la de medio litro (473 cc), se le sumó la de 710 cc, que se plantea como alternativa más conveniente a la botella de litro. “Si bien viene en lata, se la sirve en un vaso, es una cerveza para compartir, con la ventaja de que a la hora de comprarla no necesitás llevar un envase retornable. Ni hablar de que se enfría mucho más rápido”, detalla Segon.

Raíces

La exploración de nuevos horizontes no ha alejado a la marca de sus orígenes como cerveza industrial, sostiene Andrés Segon: “puede sonar algo anticuado con el auge de las cervezas artesanales, pero la ventaja que tiene la cerveza industrial es que la calidad siempre es la misma, cualquiera sea la variedad o calibre”.