Para los intendentes, la clave está en los controles

Luego de un feriado cargado de conjeturas y de idas y vueltas, que terminó con una serie de decretos en los que se reglamentaban las nuevas disposiciones para adecuarlas a las normativas nacionales, nada cambió en Tucumán con respecto a la semana anterior. Lo que el lunes a la mañana el gobernador, Juan Manzur, y el subsecretario de la gobernación, Pedro Sandilli, habían dado por hecho como la vuelta al ASPO (aislamiento social y preventivo obligatorio), terminó siendo un “vamos a endurecer los controles”, tal como ayer afirmó el ministro de Seguridad, Claudio Maley, luego de deslizar que habían sido los medios de comunicación los que habían informado mal. Pero lo que no cambió es la percepción que tienen los intendentes del Gran San Miguel de Tucumán sobre la actuación del lord de la capital, Germán Alfaro, de quien esperan mayor presencia y rigurosidad justamente en los controles.

Lo dijo claramente Darío Monteros, de Banda del Río Salí. “Si en la Capital siguen mirando para otro lado va a ser muy difícil. Todos los demás hacemos controles de ingresos y egresos, y ellos, que tienen el 55% de los contagios, no”. Y a Alfaro le reclaman también su falta de predisposición a la hora de discutir protocolos para toda el área metropolitana. Tanto es así que casi todos los intendentes fueron a alguna de las reuniones del COE (en la de ayer estuvieron Mariano Campero y Aldo Salomón), y el titular de la intendencia capitalina la mayoría de las veces, dicen, siempre manda a algún representante.

Lo cierto es que los intendentes son conscientes de la grave situación que se está viviendo, pero que si la Capital no colabora con mayores restricciones, ellos no pueden hacer mucho más. Por eso se oponen a la idea de Maley de ampliar las restricciones de circulación a las 24 horas ya que dicen, en San Miguel de Tucumán no habrá nadie que las haga cumplir. Menos en una semana donde el comercio apunta a tener un mínimo de aire por las ventas del día de la Madre. Campero incluso opina que sería muy difícil cerrar todo el tiempo ya que, por ejemplo, Yerba Buena es la única ciudad que tiene shoppings y eso redundaría en que quienes viven en otros municipios no podrían concurrir a ese tipo de centros de compra. O lo mismo sucede con quienes van a practicar deportes en la avenida Presidente Perón.

Así, todos coinciden en que hay que restringir la circulación, pero piden más compromiso de la capital. En cuestiones sanitarias, la política también se mete.

Mariano Campero
“Llevar adelante un proceso de concientización social”
El tema de la restricción de controles no se puede analizar de manera aislada. Lo que nosotros queríamos ya se cumplió, que es no volver a fase 1. Pero también tenemos que llevar adelante un proceso de concientización muy importante y que todos entendamos que el sistema de salud está colapsando. La gente debe ir al microcentro lo mínimo posible. En el caso de Yerba Buena tenemos centros comerciales y podemos dar soluciones a los requerimientos de una semana importante para los comerciantes por el día de la Madre. Las restricciones entre jurisdicciones son una forma de comprender la realidad que estamos viviendo. Hay que contribuir a bajar la curva de contagios y hacerlo cada municipio por su lado no tiene sentido. Después de las 18 vamos a ser más rigurosos en los controles y aspirar a las buenas prácticas de parte de la ciudadanía. Estamos siendo muy rigurosos con las fiestas clandestinas, realizando multas, y con los controles en los accesos. Desde mi parte no quiero volver a cerrar nada, a no ser que el sistema colapse.

Javier Noguera
“No hay forma de hacer controles que sean efectivos”
Es difícil hacer un diagnóstico sobre cómo se va a comportar la gente. Todos debemos contribuir al control. Si nadie se hace cargo de las restricciones, de los horarios, estamos en problemas. Y también a eso le debemos sumar conciencia cívica por parte de todos los vecinos. Al convivir en un área metropolitana los límites son porosos. Hay muchos accesos y puntos de contacto. No hay forma de hacer controles en todos lados que sean absolutamente efectivos, hay que tener seriedad y reducir la circulación en horarios determinados. En Tafí Viejo no tenemos problemas de servicios. En principio la gente que pasa a otros municipios es por trabajo o por estudio, y eso es muy difícil controlarlo, y además no se puede coartar esa posibilidad. Nosotros ayudamos a todos los comerciantes de Tafí Viejo, exceptuamos pagos de tributos, tratamos de colaborar en todo lo posible. La situación es delicada y debemos poner todos de nuestra parte para salir adelante. En nuestro caso, todos los accesos van a seguir con controles como ya lo veníamos haciendo.

Darío Monteros
“No esperar que la provincia nos resuelva los problemas”
Tenemos que tener en cuenta que el virus sigue afectando a muchísima gente, y todos debemos asumir el compromiso para evitar que eso siga sucediendo. En Banda del Río Salí hacemos controles desde que comenzó la pandemia. Pero debe haber compromiso, especialmente en la Capital, que debe profundizar los esfuerzos. Si uno es intendente debe entender que su rol es representar a la comunidad y no esperar que el Gobierno provincial resuelva todos los problemas. Si estuviste ausente cuando la gente más te necesitaba el costo  político va a ser importante. En Banda del Río Salí tenemos todos los servicios y comercios para que la gente no deba ir a la capital, pero tenemos mucha gente que trabaja ahí. Tenemos que cumplir a rajatabla con los horarios que se nos informaron. Pero si desde el municipio donde hay una mayor población no se colabora es como tener una manzana podrida en medio del cajón. Desde hace 207 días que no veo un control del otro lado del puente Lucas Córdoba. Pido reunión, pero hasta aquí no tuve respuestas.

Rodolfo Ocaranza
“Sin personal para cerrar los accesos de la capital”
Lo que pretendemos desde la municipalidad capitalina es hacer los controles más eficientes. No tenemos personal para cerrar todos los accesos a nuestra ciudad. Es más, muchos de los empleados están contagiados y el servicio está un poco resentido. Pero queremos un trabajo conjunto con las municipalidades. El mayor esfuerzo lo debemos hacer hacia los fines de semana, que es cuando mayor circulación hay. Nuestra intención nunca fue cerrar. Eso se lo dejó en claro el intendente (Germán) Alfaro al gobernador y por eso nos llamó mucho la atención cuando decían que regresábamos de  frase. Y queremos que los comercios del centro puedan trabajar con tranquilidad. Nosotros hacemos monitoreos constantes y ellos son bastante responsables, pero el peor problema sigue siendo el amontonamiento en los bancos. Le pedimos a la gente que tome conciencia sobre el grave problema sanitario que estamos pasando. No estamos culpando al ciudadano, todos somos responsables de evitar los contagios, pero sabemos que no debe haber aglomeraciones de gente.