ALTO COSTO. Las bolsitas cuestan cerca de $ 500 y se usan dos por día.
Vivir con la “bolsita” de colostomía después de una operación de intestino no sólo es incómodo y hasta vergonzante para algunos pacientes. Es, sobre todo, honeroso, caro, porque los insumos, al ser descartables no son reconocidos por la mayoría de las obras sociales. Una bolsita con su correspondiente aro para ajustarse al órgano afectado cuesta alrededor de $ 480. Gabriel, un tucumano de 40 años, que hace dos años está ostomizado (término que se usa para esta práctica quirúrgica) gasta $ 960 por día en cada recambio porque tiene dos estomas en el intestino.
Hoy es el Día del Paciente Ostomizado y Gabriel lo celebra porque esta práctica le permite vivir. No sabe si tendrá que tenerla de por vida, pero la necesita para poder llevar una existencia que él llama “dentro de todo, normal”. El problema se agrava cuando los pacientes no tienen recursos para comprar los insumos y se tienen que fabricar ellos mismos los dispositivos, de cualquier material, lo que lleva a problemas de salud extras.
Desde 2015 rigen la Ley Nacional N° 27.071 que establece la inclusión en el Programa Médico Obligatorio (PMO) de la cobertura total de los dispositivos y elementos accesorios para las personas ostomizadas. El legislador Raúl Albarracín -acompañado por las firmas de Raúl Pellegrini y Walter Berarducci- presentó el 27 de mayo un proyecto de ley para la adhesión provincial a esta ley. La iniciativa, que aún se encuentra en la comisión de Salud, sin dictamen, prevé garantizar la calidad de vida de los pacientes ostomizados con el acceso a los sistemas de salud y a la cobertura de parte de las obras sociales.
“Con esta ley obligamos al sistema de salud, a las obras sociales y a los organismos de seguridad social a la cobertura total. Para que no se rehúsen a dar la cobertura ni tampoco lo hagan de modo parcial”, advierte Albarracín.
¿Qué es la ostomía?
“La ostomía es una práctica quirúrgica de apertura de un órgano - vejiga, estómago, intestino delgado, colon o recto - para permitir la excreción hacia un dispositivo (bolsa). Dependiendo del órgano afectado cambia el nombre de la ostomía: ileostomía (colon y recto), colostomía (intestino grueso) o urostomía (vejiga). Pueden ser transitorias o definitivas. En el primer caso puede durar unos meses hasta que se realiza la reconstrucción del tránsito del órgano, o puede ser definitiva, y la persona debe estar de por vida con la ostomía. En general se utilizan en cirugías de urgencias, por obstrucción del intestino, y son bastantes frecuentes”, explica el médico cirujano Alfredo Amenábar (h).
Cuando tenía 36 años, a Gabriel le detectan “colitis ulcerosa crónica inespecífica”. “En realidad yo la tenía hacía mucho tiempo, pero sentía un enorme rechazo a hacerme la colonoscopía. Eso retrasó el diagnóstico. La medicación me produjo una reacción adversa y eso llevó a la colostomía y la ileostomía”. Hoy la recuperación de Gabriel depende de su calidad de vida.








