El adiós a Quino, un genio: luto nacional en las banderas y en las redes

El Gobierno nacional declaró el duelo en todo el país por la muerte de Joaquín Salvador Lavado Tejón, Quino, por lo que ayer las banderas de los edificios públicos ondearon a media asta en señal de luto. En el decreto publicado ayer en el Boletín Oficial se resaltó que “por su enorme trayectoria debe ser reconocido por el Estado nacional por todo lo que ha contribuido a nuestra cultura”. “Ha logrado desarrollar un lenguaje universal, polisémico, con capacidad para interpelar a cualquier ciudadano o ciudadana del mundo, traspasando fronteras y contribuyendo al respeto por la diversidad”, abunda la norma. Desde que se supo de su fallecimiento, las redes sociales se transformaron en el sitio elegido para rendirle tributo y recuerdos a nivel internacional.

Ceremonia íntima y familiar

Los restos del genial humorista fueron despedidos en un funeral privado, con una ceremonia íntima y familiar encabezada por sus sobrinos (Quino era viudo y no tuvo hijos), antes de ser cremados como era su voluntad. El dibujante sufrió un ACV el 17 de septiembre mientras dormía la siesta, que fue mantenido en reserva por su círculo más cercano, del que no se pudo recuperar. Su salud ya estaba deteriorada en los últimos años y vivía recluido en su casa de Charcas de Coria, en Mendoza. Estaba ciego, pero seguía intelectualmente activo.

El mejor de todos

Los colegas de Quino le rindieron tributo. Tute (Juan Martín Loiseau, el hijo de Caloi, con quien el mendocino compartió numerosas actividades) publicó una viñeta en el diario La Nación con la leyenda “Chau, maestro”.

“Era un filósofo del humor y, al mismo tiempo, un nene de 10 años. Como pasa con los genios, nos siguen hablando, nos siguen interpelando siempre”, afirmó en declaraciones públicas. “Se fue mi segundo Papá.

Gracias por todo”, escribió Rep, mientras que Pablo Bernasconi publicó en Twitter: “Buen viaje, maestro de maestros! Gente inmensa, más inmensa, imposible. Ya te extrañamos”. “Gracias maestro”, lo despidió Liniers.

Un documental de Boy Olmi fue su despedida pública

Su última aparición fue en un documental que el actor Boy Olmi filmó hace dos años, pero que se estrenó en mayo. “Buscando a Quino” es un cortometraje de 27 minutos, consumidos mayormente en una larga entrevistaque se realizó en tres encuentros en su casa mendocina, con música de Erik Satie y The Beatles de fondo, según la presentación del director. “Surgieron estas conversaciones, y sus silencios. Aún tiene mucho que decir. Y es una fiesta escucharlo”, dijo Olmi en el estreno. En televisión también hubo producciones especiales dedicadas al creador de Mafalda, como uno de los capítulos de la serie “¡Plop! Caete de risa”, de Juan Sasturain y Eduardo Maicas sobre la historia del humor dibujado en la Argentina; y “Quinopedia”, realización de Mariano Donoso estrenada en julio con motivo del cumpleaños 88 del ilustrador, en el inicio de un ciclo dedicado a mendocinos famosos.

Un artículo de Tomás Eloy Martínez

Se conocieron en 1963, cuando uno era director de la revista Primera Plana y el otro, un dibujante en pleno crecimiento, un año antes del lanzamiento de Mafalda. Ayer se recordó el artículo que el tucumano Tomás Eloy Martínez publicara sobre Quino a fines de 1992, en la revista literaria Unicornio. “Nunca fue un ángel, pero los ángeles se parecen más y más a él cada día”, escribió en “Viaje al Planeta Quino” el autor fallecido hace una década. “Su genuina modestia, su inseguridad y el aire de perpetuo asombro con que se pasea por el mundo contrastan con la imagen de arrogancia que el argentino medio (o mejor dicho, el pequeño burgués recién enriquecido de la pampa húmeda) ha sembrado en el extranjero”, agrega, y luego se refiere a sus personajes. “Son argentinos por sus cualidades visibles, escépticos, quejosos, disconformes. Pero tienen una manera de ver que trasciende esos límites”, certifica.

Hombre imprescindible

“Era un hombre valorado en el mundo entero, un artista enorme, respetado, admirado también por sus colegas, y con un candor humano tan particular. Son esos hombres esenciales, fundamentales, y por supuesto, esos hombres que se van, pero que quedan para siempre en nuestra memoria, en la cultura argentina como un hombre imprescindible del siglo XX y del siglo XXI, que con su arte, con su mirada, nos marcó y nos marcará, y marcará a la humanidad para siempre”, fue la valoración del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer.

Por encima de la grieta

Desde que se supo su deceso, todo el arco político llenó de elogios a Quino, un artista que quedó por encima de la grieta. “Gracias por tu arte, por tu talento y por tu compromiso con la Argentina”, fue el tuit oficial de la Casa Rosada a poco de saberse el deceso, completado por el mensaje del presidente Alberto Fernández que lo calificó como “uno de los artistas más grandes de la historia”, mientras que el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, publicó que sentía una “infinita tristeza” y el exmandatario Mauricio Macri lo definió como “el genio mendocino del dibujo”. Ayer, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó que en 2014 incluyó la obra del humorista gráfico en el Plan Nacional de Lectura. Amnistía Internacional, la Unesco, la Real Academia Española y Gobiernos y universidades del exterior le rindieron tributo virtual. “Maestro del humor gráfico y creador de Mafalda. Sus viñetas seguirán aquí para nuestro disfrute”, fue el tuit del español Santiago Segura. También expresaron su dolor el escritor brasileño Paulo Coelho, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, y el cantante Diego Torres.