Un ritual que atrapa a los tucumanos: llevar las cafeterías a las casas

Un ritual que atrapa a los tucumanos: llevar las cafeterías a las casas

Hoy es el Día Internacional del Café, la bebida más consumida del mundo después del agua

Un ritual que atrapa a los tucumanos: llevar las cafeterías a las casas FOTO LA GACETA/FRANCO VERA

Para los amantes del buen café ya no basta con sentarse en su bar preferido y elegir de la carta la variedad que más se ajuste al día y a sus ganas en ese momento. El paladar de los tucumanos se ha vuelto cada vez más exigente desde que se instalaron los cafés de especialidad y ahora, habiendo descubierto un mundo nuevo, los consumidores buscan repetir la experiencia en sus casas.

"Es como pasa con el vino. Cuando la gente comienza a experimentar nuevos sabores y aromas, notas que los llevan al terroir, ya no hay vuelta atrás. Con el café es igual: en cada taza se puede llegar hasta el momento de la cosecha en la finca, comprender que los sabores y aromas están estrechamente vinculados a la geografía donde se cultivan los granos y esto da pie para seguir probando la infinidad de posibilidades que da el café. La buena noticia es que no se necesita una gran inversión, ni una máquina, ni siquiera sentarse en un bar especializado para disfrutar de un buen café. Hay muchas opciones para hacerlo también en casa", explica con toda pasión Benjamín Sánchez, propietario de uno de los cafés de especialidad tucumanos instalado en barrio Norte.

Hoy es el Día Internacional del Café, la bebida más consumida del mundo después del agua. Es una fecha que busca visibilizar por un lado las bondades de esta ínfusión, pero también para ofrecer un reconocimiento tanto a los consumidores como a toda la industria cafetera. Se trata de una larga cadena de producción que comienza en las fincas donde se cultiva la drupa (planta que da origen al grano) y que termina nuevamente en la tierra, con la borra de café seca que se usa como fertilizante, pasando por las miles de historias en la que necesariamente media una taza de espresso.

"Es una buena oportunidad para visibilizar y derribar mitos. Hoy en día están al alcance de la mano muchos métodos caseros para preparar buen café. Lo importante no es la maquinaria en sí, sino conocer un poco más de las recetas y algunos pocos puntos clave para aprovechar al máximo los granos. El problema es que mucha gente asocia el café en la casa con los industriales que se compran en el súper, que no son los de mejor calidad. Pero con un buen grano, molido en su justa medida y en el momento de consumirlo, y con el método más simple que es la prensa francesa, se pueden lograr resultados excelentes en las casas", adelanta Sánchez.

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