25 Septiembre 2020
REMIX. La serena pintura verde de Monet se convirtió en un vertedero. REUTERS
El artista Banksy regresó a los titulares de las portadas de algunos medios de comunicación.
Y por dos razones: su remix (una serie de comienzo de siglo) de “El Estanque de Ninfeas” del pintor impresionista Claude Monet saldrá a subasta el 21 de octubre y se espera que alcance entre U$S 3,8 y U$S 6,4 millones, informó la casa de subasta Sotheby’s.
Pero el artista recibió la mala noticia de que podría perder los derechos de sus obras si continúa bajo el anonimato.
Una empresa de postales logró que se rechace en los tribunales el reclamo de los derechos de la obra “Flower Thrower” (“Lanzador de flores”). La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea dice que la decisión se debe a que la identidad del autor aún se desconoce. En la batalla judicial que duró dos años, Banksy perdió la potestad de esa obra, que pintó en los muros de Jerusalén, en Israel, y que la compañía Full Colour Black había utilizado para algunos de sus productos. El tribunal dictaminó, tajantemente, que Banksy no puede reclamar una marca registrada a no ser que confiese quién es.
El gran problema sería que ese fallo se extienda a las decenas de grafitis que hay pintados en distintas partes del mundo. Al menos, la posibilidad ha quedado abierta.
“Banksy ha optado por permanecer en el anonimato y, en su mayor parte, pintar grafitis en la propiedad de otras personas sin su permiso, en lugar de pintarlos en lienzos o en su propia propiedad”, se puede leer en la sentencia, a la que ha tenido acceso la revista World Trademark Review. “Cabe señalar que otro factor digno de consideración es que no se le puede identificar como el titular indiscutible de tales obras pues se oculta su identidad”, indica la resolución, citada por la agencia Reuters.
Un estanque
El remix de Monet que sale a subasta se llama “Show me the Monet” (2005) (“Muéstrame el Monet”). Allí el británico usó óleo sobre lienzo para recrear la famosa pintura serena y verde del artista galo, que representó un puente de madera que se extendía en el adorado estanque de lirios que tenía en su jardín de Giverny.
Pero en la versión del británico, el idilio se ha convertido en un vertedero moderno donde dos carritos de compra abandonados y un cono de tráfico naranja flotan en el agua. Antes había pintado marchitos los “Girasoles”, de Vincent Van Gogh. “Siempre profético como una voz de protesta y disidencia social, aquí el artista arroja luz sobre el desprecio de la sociedad por el medio ambiente en favor de los excesos derrochadores del consumismo”, declaró Alex Branczik, director europeo de arte contemporáneo de Sotheby’s.
En octubre del año pasado, una gran pintura del artista que representa a primates sentados en el Parlamento británico se vendió por más de U$S 12 millones, un precio récord en una subasta. Y en 2018, otro lienzo del autor, “Girl with balloon”, se hizo trizas frente a espectadores sorprendidos en una subasta de Sotheby’s justo luego de que se vendió, en una maniobra prevista por el propio Banksy.
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