En siete días resolvieron una causa de violencia de género

En siete días resolvieron una causa de violencia de género

Tribunales Tribunales ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
10 Septiembre 2020

La celeridad, una de las ventajas que se anunciaba que llegaría de la mano del nuevo Código Procesal Penal, quedó plasmada en una audiencia que se realizó ayer de manera virtual. Una causa de violencia de género terminó con una condena siete días después de haberse iniciado.

El 1 de septiembre Cristian Quipildor fue acusado de haber violado una orden judicial que le prohibía acercarse a su ex pareja. Según la acusación presentada por el fiscal Augusto Zapata de la Unidad Fiscal de Violencia de Género I, el imputado descubrió a la joven abordando un taxi en la zona de Villa Mariano Moreno. La siguió en su moto hasta el frente de la Terminal de Ómnibus. Cuando descendió del auto, la tomó del pelo y la obligó a sentarse en el cordón.

La escena fue advertida por el oficial de policía Rodrigo Valdez, que auxilió a la víctima. Cuando se acercó, la mujer le informó que el agresor estaba violando una prohibición de acercamiento emitida por la Justicia. Al día siguiente, se realizó una audiencia para definir su situación procesal. El juez Marcelo Mendilaharzu, por pedido del fiscal Zapata, le dictó prisión preventiva por 15 días.

Mariano Arcas, defensor del acusado, se reunió con Zapata para solicitarle que realizaran un juicio abreviado. Propuso que Quipildor se declarara culpable del hecho, fijara residencia en un hogar lejano al de la víctima, se comprometa a cumplir con la prohibición de acercamiento (estará en vigencia hasta el 30 de octubre), realizar un tratamiento psicológico para entender la gravedad del hecho que había cometido y a cambio aceptaba cumplir una condena de dos meses condicional. El fiscal aceptó la propuesta y ayer se realizó una nueva audiencia para que el juez lo formalizara.

Arcas y Zapata le explicaron a Mendilaharzu los detalles del acuerdo al que habían arribado. El magistrado, tal como lo estipula el código, le pidió a la víctima que diera a conocer su opinión. “Lo único que pretendo es que me deje vivir en paz a mí y al hijo que tenemos juntos. Si con este acuerdo lograré cumplir con eso, me parece bien y lo acepto”, dijo la mujer cuyo nombre se mantiene en reserva para evitar que sea estigmatizada por la sociedad.

Quipildor también habló en el debate. “Reconozco que hice eso. Estuve mal, pero lo único que quiero es poder salir a trabajar y ver a mis hijos”, señaló. Mendilaharzu aceptó el juicio abreviado y puso particular énfasis en el cumplimiento de lo acordado. Según las normas vigentes, el condenado deberá respetar el acuerdo durante los dos próximos años (plazo mínimo de prescripción de la causa) y, si no lo hiciera, deberá cumplir los dos meses de condena en prisión.

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