Conectividad en casa: las claves para sacarle el máximo provecho a tu Wi-Fi

Conectividad en casa: las claves para sacarle el máximo provecho a tu Wi-Fi

Con más usuarios y más dispositivos conectados en simultáneo, las redes hogareñas comienzan a fallar. Cómo mejorarlas de forma fácil y rápida.

OPTIMIZAR. Con algunos sencillos pasos se puede mejorar la conexión de Wi-Fi en casa sin llamar al técnico.  OPTIMIZAR. Con algunos sencillos pasos se puede mejorar la conexión de Wi-Fi en casa sin llamar al técnico.

Tal vez nunca antes como en estos últimos meses se haya valorado tanto el servicio de internet. Con el trabajo, las clases, el tiempo libre y el contacto social instalado en las casas y en la virtualidad, una buena conexión se volvió algo tan esencial como la luz eléctrica y el agua. Se disparó el consumo de datos, como reportaron las compañías, se sumaron nuevos usuarios que contrataron servicios de internet y también se multiplicaron las quejas: en el momento en que más se lo necesitaba, las conexiones comenzaron a fallar. Las causas de ese mal funcionamiento (caída en la velocidad, microcortes del servicio) se las pudo encontrar dentro y fuera de las casas. Fuera, porque los proveedores vieron saturadas sus redes y tuvieron que reformularlas; y dentro, porque se triplicó la cantidad de dispositivos conectados a la red. Sin embargo, hay una causa anterior a la pandemia, y que se hizo sentir más en ese contexto.

“Los planes de inversión que teníamos para fines de 2020 se tuvieron que cumplir apenas al inicio de la cuarentena. Tuvimos que ampliar la infraestructura de la red para cubrir la demanda”, explica Gabriel Monsalvo, propietario de una compañía local proveedora de internet, para ilustrar cómo incrementó el consumo con esta nueva normalidad.

“Los reclamos se multiplicaron pero en muchos casos tuvo que ver con que las casas tenían planes de pocos megas, 3 MB por ejemplo, y eso les servía cuando había uno o dos dispositivos conectados. Pero con toda la familia conectada en simultáneo, es necesario aumentar el ancho de banda”, señaló.

Adecuar el plan al consumo de cada caso, entonces, es el primer paso para tener “buen” internet en casa.

Sin embargo, por más que se amplíe el plan, resta ver qué es lo que pasa puertas adentro, principalmente cuando se usa la conexión Wi-Fi y no la de cable de red. “Ahí es donde hay más inconvenientes, que son previos a la pandemia”, dijo Monsalvo.

Siempre que se pueda, usar el cable: un error frecuente que resta velocidad y estabilidad

“Hemos visto casos de usuarios que tienen el módem al lado del televisor y, en lugar de conectarlo con el cable, lo usan con Wi-Fi. Siempre que se pueda, hay que usar el cable de red”, es la recomendación de Emilio Montero, tucumano, estudiante de ingeniería, y que en sus tiempos libres repara computadoras y redes domiciliarias. “La conexión por cable es mucho más estable y, además, se evita sobrecargar la red inalámbrica. Casi todos los televisores, consolas, TV Box (como Apple TV o Roku) tienen entrada de cable de red. Si se puede, hay que usarlos y mejora toda la experiencia”, aconsejó.

Las claves para mejorar la conexión

1. La ubicación del módem. Lo primero que hay que hacer es ubicar el módem lo más al centro posible del área de cobertura. La onda de Wi-Fi es circular, entonces conviene que el módem esté en el medio de ese “círculo”.

2. Los obstáculos. Paredes, puertas, ventanas, cerramientos de yeso y metal interrumpen y atenúan la señal de Wi-Fi, que pierden intensidad aún a poca distancia. Es otro dato a tener en cuenta cuando ubiquemos el modem Wi-Fi en la casa.

3. La tecnología del router. “Los nuevos router Wi-Fi son de banda dual, que funcionan con frecuencias de 2,4 Ghz y de 5,8 Ghz. Antes eran todos de 2,4 Ghz y mejora mucho la intensidad de la señal la frecuencia más alta. Esta puede ser una solución en algunos casos”, explicó Monsalvo.

4. Extensores de rango. Comúnmente llamados “repetidores de Wi-Fi”, extensores de rango fortalecen y amplían la señal del router Wi-Fi en las zonas que no llega por sí solo. Suelen ser la opción más rápida y económica, ya que solo basta enchufarlo a 220V y configurarlo. “La contra es que no tiene una buena gestión de la itinerancia, es decir que cuando nos movemos de un lado a otro de la casa, puede haber fallas”, advirtió. Un extensor de rango cuesta desde alrededor de $ 4.000, dependiendo de la marca, el modelo y la potencia.

5. Sistema Mesh. Cuando los repetidores comunes no llegan a cubrir toda una casa (por distancia o en los distintos pisos) se puede recurrir a un sistema Mesh, que suele ser la solución definitiva. Se trata de un conjunto de repetidores modulares que se pueden usar individualmente o de a varios, según la necesidad. Lo que genera es una red tipo malla que aumenta el alcance pero que además trabaja en conjunto para detectar cuál de los equipos enviará señal, según la ubicación de los dispositivos.

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