Educación a distancia: qué elementos usar para mejorar la clase

Educación a distancia: qué elementos usar para mejorar la clase

No ocultar las manos e iluminar el rostro pueden ser clave para una buena llegada a los estudiantes.

EN VIVO. Combinar clases presenciales y virtuales es una opción a futuro. EN VIVO. Combinar clases presenciales y virtuales es una opción a futuro.
08 Septiembre 2020

Pese a todos los problemas que enfrenta la educación a distancia, a través de las pantallas, hay algunos elementos que se pueden usar a favor. Hugo Lescano, director del Laboratorio de Investigación de Comunicación No Verbal, entiende que hay herramientas o acciones que los docentes pueden usar para reducir el impacto de la virtualidad: “Al profesor sí lo ven los alumnos, y tiene que usar eso en su favor. En este sentido, no ocultar las manos cuando enseña es clave. Manejar el paralenguaje, que es la manera en que hablamos, también es importante. Esto se hace variando y adecuando el tono, timbre, volumen, ritmos y pausas al hablar. Podrá servirse de esto para que su comunicación sea efectiva y que sus oyentes la consideren más atractiva”.

Otro de los consejos se empareja con lo que sucede en el ámbito de la televisión, en que el conductor tampoco ve a las personas que están del otro lado.

“Necesitan tener una muy buena iluminación de su rostro, cosa que no todos hacen, porque una cara oscura o con poca luz genera desconfianza y dispara sentimientos negativos. Lo mismo ocurre con las manos, no dejar de mostrarlas por un lapso mayor a 10 segundos es crucial para no generar desconfianza, que afecta negativamente el proceso de enseñanza-aprendizaje”, recomienda.

Digital y presencial

Por último, abandonar la educación digital por completo no necesariamente podría ser la solución. Según las docentes, una combinación entre ambas que les permita volver a tomar mayor contacto con la comunicación no verbal de sus alumnos, pero sin dejar de lado los beneficios de la virtualidad, sería lo ideal.

“Creo que la ‘teleeducación’ tiene muchas herramientas maravillosas que vienen proponiéndose en espacios formativos hace años y son muy interesantes. Volver a la presencialidad para recuperar el espacio de la comunicación que se percibe a través del lenguaje no verbal y a eso sumarle las ayudas que la tecnología nos brinda sería algo muy positivo”, reflexiona Hill.

Por su parte, Gallo concluye: “con las clases presenciales volveríamos a tener el contacto no verbal que necesitamos con los alumnos y, a su vez, los que no puedan asistir por alguna razón como enfermedad o porque están lejos, también podrían presenciar las clases si se aplican algunas técnicas virtuales”.

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