Carta de lectores: Eduardo Wilde, un gran liberal

Carta de lectores: Eduardo Wilde, un gran liberal

07 Mayo 2024

En numerosas ocasiones, pero sobre todo en su alocución del 2 de abril, el Presidente de la Nación ponderó el rol de la Generación del 80 en nuestra historia que, con un pensamiento conservador, liberal y laico, esta generación hizo de la Argentina una potencia. Valga mencionar solo a algunos de ellos, como Miguel Cané, Paul Groussac, Joaquín V. González, Avellaneda, Roca, Juárez Celman y Pellegrini para darse cuenta de la importancia y gravitación que tuvieron estas personas para una naciente Argentina. Pero también Eduardo Wilde fue uno de ellos: un verdadero exponente de esta pléyade de intelectuales, escritores y políticos que se destacaron durante el período 1880-1916, y que hicieron una Argentina grande y pujante. Wilde era hijo de padre de ascendencia inglesa y madre criolla, tucumana, doña Visitación García, hermana de Fortunata García, la famosa y valiente mujer que retiró la cabeza degollada de Marco Avellaneda de la plaza Independencia. Realizó sus estudios secundarios en Concepción del Uruguay (Entre Ríos) y allí Roca y Wilde se conocieron en la primera adolescencia siendo alumnos pupilos del Colegio Nacional. Polifacético, como muchos de los de la Generación del ’80, Wilde fue médico, higienista, escritor, periodista y diputado, y los argentinos le debemos no pocas cosas extraordinarias. Tuvo destacada actuación en epidemias como la de fiebre amarilla y la del cólera en Buenos Aires, y ya desde la función pública participó en la provisión de las aguas corrientes y de la construcción de las cloacas de la Ciudad de Buenos Aires. Por su tesis “El hipo” mereció el premio de la Asociación Médica Argentina y años después una eminencia como el Dr. Enrique Finochietto escribió así en La Prensa Médica Argentina (1936) sobre ello: “La operación frenicotomía terapéutica para el tratamiento de la tuberculosis es una operación argentina: la operación de Eduardo Wilde”. Como escritor de fuste que fue, cultivó la narración, figura literaria de entonces, y escribió entre otros relatos “Tini” y “Aguas abajo”. Suscribió y defendió la Ley 1420 que estableció la educación laica, gratuita y obligatoria en un país lleno de analfabetismo: gran liberal y anticlerical, protagonizó largas luchas por establecer las leyes de Registro Civil y de Matrimonio Civil. En 1880 escribe reflexiones que sorprenden por su actualidad: “El retardo con que hoy y desde tiempo atrás se administra justicia en nuestro país es una verdadera llaga social”. Jorge Luis Borges le dedicó una página elogiosa en su segundo libro de 1928: “El idioma de los argentinos”. Florencio Escardó (el médico pediatra) dice así de él en los años de 1950: “La escuela primaria y la enseñanza secundaria no lo exhiben ni en reseñas ni en antología y su retrato lamentablemente no decora los despachos directoriales”. Wilde nació en Tupiza (Bolivia) el 15 de junio de 1844 y habrán de cumplirse este año 180 de su natalicio. Falleció en Bruselas (Bélgica) en 1913, y aunque llegó a este mundo fuera de nuestra tierra, por ser hijo de expatriados en la época del dictador Rosas se lo considera argentino. Nuestro homenaje a este gran compatriota al que el destierro de sus padres, por motivos políticos, lo hizo nacer fuera de nuestras fronteras.

Juan L. Marcotullio

Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected], consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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