GRAN NECESIDAD. Los comedores dan respuesta a miles de personas. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO (ARCHIVO)
La pandemia de covid-19 ha agudizado un sinnúmero de problemas sociales, preexistentes tanto en las provincias norteñas como en el resto del país, entre los que se destacan el acceso a la salud, al trabajo y a la alimentación. Frente a esta situación, investigadores locales llevan adelante un trabajo para saber exactamente cuántos comedores y merenderos funcionan en Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca, qué necesita cada uno de ellos y cómo se los podría ayudar.
El sondeo es impulsado desde organismos ministeriales y desde un proyecto de investigación financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (Conicet-UNT). Ese proyecto está bajo la dirección de Pablo Paolasso.
En la actualidad, comedores, merenderos y ollas populares constituyen uno de los principales frentes que permiten el acceso a la alimentación fuera del hogar de miles de familias. La demanda en estos espacios se ha visto incrementada notablemente. La idea es promover y potenciar los comedores comunitarios, sin que ninguno quede excluido, explicó el investigador Fulvio Rivero, que lidera el relevamiento en Tucumán. Contó que el trabajo se articula con el Registro Nacional de Comedores y/o Merenderos Comunitarios de Organizaciones de la Sociedad Civil (Renacom), creado este año en todo el país. Asimismo, se están llevando a cabo acciones conjuntas con la Dirección de Políticas Alimentarias de la Provincia (Ministerio de Desarrollo Social) a cargo de la licenciada Carolina Nacher.
Gran esfuerzo
Actualmente muchos comedores funcionan en los barrios con la ayuda de vecinos. En ellos se está haciendo un enorme esfuerzo para llevarles un plato de comida a quienes más lo necesitan, especialmente en los barrios vulnerables. Sin embargo, en ocasiones, las distintas acciones que despliega el Estado -tanto nacional, como provincial- para hacer frente a esta problemática, no estarían llegando de un modo que sería deseable o necesario.
En gran medida, esto ocurre porque la demanda -dadas las características del contexto actual- sobrepasa la capacidad de respuesta del Estado, pero también porque no existe un registro completo sobre la existencia y características de estos comedores que le permita al Estado planificar de una manera más eficiente la asistencia que pudiera brindar.
Información completa
De esta realidad surge este relevamiento tendiente a saber, por ejemplo, cuántos comedores se encuentran en funcionamiento, su ubicación, sus características, cantidad de personas a las que asisten, etcétera. El objetivo es que todos estos espacios, que hoy están haciendo frente a la situación de emergencia por la pandemia tengan un mejor acceso a las distintas acciones que despliegan entidades gubernamentales -nacionales y provinciales-, tendientes a mejorar la cantidad y calidad alimentaria especialmente de los sectores más vulnerables, explicó Rivero.
“Para ello es necesario contar con información lo más completa y organizada posible, teniendo en cuenta que serán fundamentales también en el camino de salida de la crisis que atravesamos”, apuntó.
El trabajo llevado a cabo por los investigadores permitirá, entre otros aspectos, crear un mapa geolocalizado, con estadísticas confiables y precisas de los espacios comunitarios destinados a la asistencia alimentaria -tanto los de gestión estatal o comunitaria, política o religiosa-, lo cual propende a garantizar con mayor eficiencia la seguridad alimentaria en cada territorio.
Los y las responsables de comedores, merenderos, cocinas y ollas populares pueden registrarse mediante este link: https://forms.gle/pRo7AqDKoRqaDRVVA.
