Inquieta la situación socioeconómica más que los dichos de Duhalde

Inquieta la situación socioeconómica más que los dichos de Duhalde

“No hay probabilidades de que se altere el orden constitucional”.

Bastó una frase para que la política argentina dejara de pensar en la covid-19, en el dólar, en las polémicas reformas y en “la grieta” para que se uniera detrás de una sola idea: no al golpe de Estado. “Es ridículo pensar que el año que viene va a haber elecciones” legislativas en el país e incluso sugirió la posibilidad de una ruptura del orden constitucional. El protagonista de esta historia no es más que el ex presidente Eduardo Duhalde que, el lunes por la noche en el programa Animales Sueltos, deslizó esa posibilidad que erizó la piel de los políticos y que causó reacciones de rechazo en todos los sectores. Ayer mismo, Duhalde trató de bajarle el tono a sus declaraciones. “Es muy posible que yo también esté afectado psicológicamente por lo que estamos todos afectados (en referencia a la cuarentena). Es muy posible que mi comportamiento no esté diez puntos, es muy posible que exagere, que mi único intento de unir a los argentinos me lleve a decir cosas que me tenga que arrepentir de haberlo dicho”, señaló en el programa que conduce Jorge Lanata, en radio Mitre.

Analistas políticos consultados por LA GACETA coincidieron ayer que, más allá de la tendencia observada en los países de la región, en la Argentina no hay posibilidades de un rebrote cívico-militar que altere el orden constitucional. Esgrimieron que, tal vez, el ex jefe de Estado no midió sus palabras, pero reconocieron que la situación socioeconómica del país, agravada por la pandemia de la covid-19, no debe ser descuidada por la clase política.

Según el analista Sergio Berensztein, las Fuerzas Armadas están subordinadas al orden constitucional y no hay ni la mínima intención de avanzar sobre él. Reconoció que esas fuerzas, en estos tiempos de pandemia, han recibido cierto reconocimiento social y que a eso sólo hay que analizarlo desde la empatía por su labor, que nada tiene que ver con la vocación de poder. “En las palabras de Duhalde no veo otro interés que el de prevenir que no se cometan los mismos errores del pasado”, apuntó. “Es cierto que en América latina hay nuevos roles entre los militares. Se observó en Bolivia o también en Brasil con Jair Bolsonaro y con el general retirado Hamilton Mourao (vicepresidente), pero en la Argentina no veo una tendencia en ese sentido. No veo que haya riesgo de nada para el orden constitucional”, remarcó.

El analista y consultor, Gustavo Córdoba, observa tres aspectos fundamentales en los dichos de Duhalde.

• “Es extemporáneo que un ex presidente siembre dudas institucionales sobre el futuro de la democracia argentina a no ser que tenga intereses concretos”.

• “Hay una etapa que estamos viviendo que todo se relativiza, una etapa sin filtros donde aparentemente vale todo, sin importar el daño que eso pueda producir. Eso es un peligro en el contexto de la pandemia global con cierta intolerancia y discursos de odio que ponen en dudas en la sociedad”.

• “No hay ningún elemento, en términos de opinión pública, que lleven a avalar los dichos de Eduardo Duhalde”.

Córdoba apuntó que la consultora que dirige junto a Paola Zuban ha realizado un sondeo en el que el Gobierno nacional mantiene un elevado nivel de aprobación, del 58%, cuatro puntos menos que el mes anterior.


La “coronacrisis”

Según el Observatorio Electoral Consultores, en la sociedad se pierde temor al contagio y la imagen del presidente Alberto Fernández volvió a los niveles previos a la cuarentena. La gestión de la “coronacrisis” y la renegociación de la deuda son los pilares del gobierno. Los proyectos de reforma judicial y estatización de Vicentín cosechan más rechazos que apoyos, al igual que la utilización de lenguaje inclusivo en organismos públicos. Hay fuertes expectativas de suba del dólar”, evaluó la consultora. Ahora se suma el “incidente Duhalde”. “Realmente, parecía medio desencajado pero, en cierta medida, expresó nuestros temores inconscientes”, opinó el analista y director de Observatorio Electoral Julio Burdman. No obstante, aclaró que no ve señales de inestabilidad “ni actores políticos desestabilizadores. Las FFAA tienen cero ganas de meterse en política”. Pero aclaró: “lo que sí hay, son potenciales malestares sociales”.

Hugo Haime, en tanto, señaló que no hay brotes de golpismo en el país. Apuntó que los argentinos están buscando liderazgos moderados, que velen por el conjunto de la sociedad, y no carismáticos con discursos duros. El consultor y sociólogo agregó que lo que inquieta más es el futuro del país pospandemia. “Alberto tendrá ante sí una situación con 50% de la población bajo la línea de la pobreza y un sector importante de la clase media que no ha podido trabajar”, añadió. Haime, en ese sentido, consideró que esa clase media “ha salido a la calle a protestar, mientras que los pobres no lo hicieron porque, en cierta medida, están contenidos por el Estado con el Plan Alimentar o el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Además están más complicados epidemiológicamente”. Frente a esa realidad, Haime subrayó que “las fuerzas políticas deben tener la madurez para resolver esa situación, por lo que se requiere una alianza entre el poder político y el empresariado, que es la única forma en que se pueden canalizar tantos problemas”.

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