Tabaquismo: ¿por qué es tan perjudicial para los niños el humo de tercera mano?

Tabaquismo: ¿por qué es tan perjudicial para los niños el humo de tercera mano?

Se trata del humo que queda pegado a la ropa, a la piel, al pelo del fumador y se traspasa a los chicos cuando se los alza o se los abraza.

PELIGRO. No sólo fumar delante del niño es exponerlo a riesgos, también les hace daño el humo residual. PELIGRO. No sólo fumar delante del niño es exponerlo a riesgos, también les hace daño el humo residual.
26 Agosto 2020

“Es claro que nadie dejaría que un niño se acerque a un enchufe o juegue con algo peligroso. Ahora, cuando un familiar fumador, especialmente en estas épocas de cuarentena, sale a fumar un cigarrillo ¿se toma luego una ducha y lava toda su ropa? Es bastante improbable, y lo que seguramente no sabe es que está ingresando humo de tercera mano a su hogar y poniendo en riesgo la salud de los más pequeños de la casa”, advierte la doctora Ana María Balanzat, miembro de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria en un comunicado difundido por la agencia Télam.

Balanzat es también médica pediatra neumonóloga y directora de carrera del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas José de San Martín.

La especialista explica que el humo de primera mano es el que inhala el fumador, que genera un daño local, en las vías áreas, y también general, en función de su absorción por forma sistémica.

El humo de segunda mano, por su parte, es la suma del humo exhalado por el fumador más el producto de combustión de la colilla de cigarrillo. Este contiene más de 69 partículas tóxicas cancerígenas, metales pesados y otras sustancias.

En tanto, el humo de tercera mano es el que corresponde a todas las partículas provenientes del humo de segunda mano a las cuales se le suman otras generadas mediante reacciones químicas entre la nicotina exhalada y productos del aire ambiental, que se depositan en todas las superficies de los ambientes donde hubo tabaquistas.

“Los niños son la población más vulnerable, porque suelen gatear o sentarse en el piso, tocan todo y se llevan las manos a la boca. Cuando un niño abraza a una persona tabaquista inhala y absorbe partículas del humo de tercera mano adheridos a la ropa, piel y pelo del fumador”, destaca Balanzat.

Admite que el tema es complejo, porque el humo de tercera mano persiste más de 19 meses en la ropa, las telas y las distintas superficies cercanas donde una persona ha fumado.

“Se ha demostrado que la cantidad de cotinina -una sustancia derivada de la nicotina que se utiliza para medir la exposición al humo activo y, sobre todo, al pasivo- en orina de niños cuyos padres no son fumadores es muchísimo menor que en el caso de padres fumadores. A su vez, la diferencia en casos de niños con padres que aseguraban fumar exclusivamente afuera versus aquellos que confesaban fumar dentro de casa fue escasamente menor”, destaca la médica.

Cuidar la limpieza

“En esta cuarentena modificamos los hábitos de limpieza y hacemos nuestro mayor esfuerzo para evitar el ingreso del virus a nuestros hogares. Pero existe otro enemigo que podemos estar ingresando nosotros mismos, y una campera colgada en el perchero que pertenezca a un fumador, está dejando en ese ambiente humo de tercera mano que puede afectar al resto del núcleo familiar, especialmente a los más pequeños”, advierte por último la pediatra.

A qué daño están expuestos

- Mayor prevalencia de muerte súbita. En casas absolutamente libres de humo de cigarrillo disminuye significativamente este riesgo.

- Dificultades en la escuela, trastornos de conducta. Son chicos más irritables, hiperactivos y agresivos.

- Mayor prevalencia de enfermedades oncológicas, especialmente leucemia, y mayor cantidad de caries.

- Mayor frecuencia y severidad de infecciones respiratorias por neumonías y bronquiolitis.

- Mayor prevalencia de otitis y roncadores.

- Mayor cantidad de enfermedades alérgicas.

- Los chicos que sufren asma necesitan más corticoides.

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