Por Fabio Ladetto
14 Agosto 2020
REFLEXIONES. La Vero Paz dice que saca fuerza de la música para hacer frente a este tiempo de aislamiento.
“Arriba, no hay cinco minutos más, no te quedes donde estás que este mundo no se cambia sólo si tú te mueves va detrás”
Esta es parte de la letra de “No hay cinco minutos más”, una coproducción nacida en España en cuarentena entre la madrileña Elenitakatá, Gabriel Vidanauta (de las Islas Canarias) y la tucumana La Vero Paz, radicada en ese país hace años. Fusión entre rap, música electrónica y, especialmente, folclore norteño argentino, expresa la mixtura de géneros que atraviesan las búsquedas musicales contemporáneas.
El tema apunta a no dilatar más la toma de decisiones, proceso en el que está inmersa Paz desde su reencuentro con la canción y en camino hacia el debut como solista tras varios emprendimientos en dúo. Pero inevitablemente habla también de los fantasmas de un tiempo inédito, donde la incertidumbre parece reinar.
“Les cantamos a los miedos les cantamos en la noche/todo miedo se hará flor en el golpe de mi parche”
“Creemos que cantarles a nuestros miedos los exorcisa. Elenita venía reflexionando sobre ello y así fue como lo escribió. Da aún más miedo lo que no se nombra; al empezar a ponerles luz, dejan de ser desconocidos y gigantes, toman su tamaño real”, afirma Vero, en diálogo con LA GACETA.
- ¿Qué los motivó a componer esta canción?
- Nació de la propuesta de Gabriel de colaborar desde nuestra casa, al tener los medios para grabar y él, el equipo para hacer la producción musical, grabación y mezcla, de forma profesional. La temática partió desde un rap que había escrito Elenita en los días de cuarentena, sobre la toma de conciencia que trajo el encierro: a qué y a quién entrega su tiempo, sus medios, su energía. Propone un ejercicio de revisión sobre el día a día, a partir del cual yo plasmé un estribillo con la intención de reflejar la necesidad de dejar de “posponer la alarma”, de levantarse y despertar sin peros.
- ¿Es el germen de un proyecto más grande o sólo de coyuntura?
- Ha sido una colaboración concreta, cada uno tiene sus proyectos solistas, pero durante la cuarentena nos animamos a colaborar y a abrir el proceso creativo personal.
- ¿Qué elementos artísticos aportó cada uno?
- Los tres escribimos la letra, cada uno por partes, y luego revisando los detalles juntos. Elenita compuso además las armonías en guitarra; yo sumé unos ritmos básicos con el bombo legüero, que terminó de crear y grabar el Colo Wilde en Tucumán, también en confinamiento. Para mí era muy importante que hubiesen guiños al toque de un bombisto tradicional con su maestría y corazón. Gabriel sumó toda la producción musical con samples, flauta y ritmos electrónicos.
- ¿Sos de decirte “arriba, no hay cinco minutos más”?
- Totalmente, en sus sentidos literal y metafórico. Me encanta dormir: soy de las que pospone al máximo la alarma y la toma de conciencia sobre ciertas cosas que sé que me están llamando, especialmente el llamado a hacerme cada vez más cargo de mí misma y de mi crecimiento desde adentro.
La sensación que tenía al escribir el estribillo era lo que sentís en el momento en que tu mamá te levanta para ir al colegio, y te dice ¡Ya está, vamos!
- ¿De dónde se saca la fuerza en estos tiempos tan difíciles?
- Cada uno, de lo que puede, nosotros al hacer música nos volcamos ahí.
Creemos que en estos tiempos uno pone en la balanza qué es lo que es realmente importante, se aferra a eso y puede prescindir de lo demás.
- ¿Cómo estás encarando el paso a ser solista, cuándo sale tu disco?
- Estoy dando pasos lentos y cortos, pero seguros. Hace solamente unos meses retomé el camino musical, después de un par de años. Estoy muy contenta de estar trabajando con gente muy querida las bases conceptuales del disco. Santiago Nader (escritor y dramaturgo tucumano) me está ayudando a ordenar y asentar todas las ideas que tengo sueltas.
La raíz folclórica es algo que ya tengo impreso y me encanta la idea de seguir creando una fusión con el pop y sonidos electrónicos. Tengo algunas canciones compuestas, y las estoy preparando con mi maestra de canto, María Beltrán. Ya tengo el concepto en la cabeza, estoy explorando de a poco el sonido, en eso me está asesorando mi amiga y productora musical tucumana Juliana Isas. La imagen ya la tengo pensada y tiene que ser hecha allá en Tucumán.
- ¿De qué forma te está tratando la pandemia, te inspira para componer?
- Estoy muy agradecida por que estoy bien, son momentos muy raros donde todo lo que conocíamos se vuelve frágil y puede cambiar en cualquier segundo. Siento que siempre fue así, aunque antes no lo hayamos visto con esta claridad. Más que a componer, me inspira a tomar conciencia de lo que tengo y de lo que es importante, y si cantar es algo que amo y lo puedo hacer, voy a dejar de posponerlo.
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