Análisis: la política marca la cancha

Análisis: la política marca la cancha

Fernández fue crítico; Santiago se posiciona y San Martín necesita sumar aliados en la provincia.

EN EL CENTRO DE LA ESCENA. En la AFA nadie responde a los pedidos de San Martín y sus dirigentes suman críticas.  EN EL CENTRO DE LA ESCENA. En la AFA nadie responde a los pedidos de San Martín y sus dirigentes suman críticas.

El fútbol argentino está devaluado. Se hunde a partir de decisiones polémicas, que en algunos casos atentan contra el reglamento. Lo dicen sus propios protagonistas. Los que se sienten afectados. Los que sufren con posturas que cuestan entenderse. Anuncios apresurados que beneficiaron a los “aliados” de la conducción pero claramente afectaron los intereses deportivos y económicos de los que no forman parte de esos acuerdos internos, donde la política se hace presente en el centro del escenario. Se supone que la AFA nuclea y debe tratar a todos los clubes del país en igualdad de condiciones, más allá de su origen y de la categoría en la que milita. Sin embargo, los hechos demuestran los contrario.

El presidente Alberto Fernández fue el primero que puso bajo la lupa el accionar de los máximos dirigentes afistas. “Hay algo que está mal. El fútbol argentino debe replantearse cómo funciona”, sostuvo el jefe del Poder Ejecutivo, reconocido hincha de Argentinos Juniors. Sus críticas no cayeron bien, pero tampoco tuvieron la respuesta esperada. Al menos abrió la puerta para que se conocieran otras posturas que dejan al descubierto cómo se conducen las autoridades de esa entidad. “Hay mucha rosca, Un día proponemos algo y después lo sacamos”, fijó posición Mario Leito, a quien no le gustó que se eliminaran los descenso, se anunciara con tanta anticipación la cancelación de la temporada y se decidiera casi a dedo la clasificación para las competencias internacionales. Atlético tenía muchas chances de pelear por una de esa plazas cuando se tomó la decisión unas semanas antes de la asamblea que renovó el mandato de Claudio “Chiqui” Tapia.

Pero eso no fue todo. El dirigente tucumano dejó una frase muy fuerte: “espero que por pensar distinto no aparezca en una lista negra”, indicó el diputado nacional justicialista. Pero no es el único que alzó la voz. Andrés Fassi, presidente de Talleres, lanza dardos contra Tapia y compañía cada vez que puede. En la última reunión del comité ejecutivo, realizada vía Zoom, no pudo exponer sus ideas. “Es una falta de respeto que se hayan retirado de la reunión. Se suponía que era un encuentro para hablar de muchos temas”, declaró posteriormente al comprobar que el titular afista se había desconectado cuando intentó exponer su postura.

No sólo los dirigentes se quejan. Hernán Crespo, técnico de Defensa y Justicia, también fijó una posición crítica. “Este cambalache que es el fútbol argentino es una gran gimnasia para los entrenadores. ¿Por qué no intentamos hacer que las cosas funcionen mínimamente?”, se preguntó.

Días de angustia

En medio de todo el debate que pone al desnudo las incoherencias de los dirigentes que deben conducir y jerarquizar al fútbol argentino, aparece San Martín. En La Ciudadela viven días de angustias. El reloj corre, los plazos se vencen y la postura de la AFA no cambia. El silencio es la única respuesta al pedido efectuado por el club tucumano para que se reconozcan sus derechos deportivos y se oficialice el ascenso a Primera. La decisión del presidente Roberto Sagra está tomada. Si nada cambia en las próximas 72 horas, recurrirá al Tribunal de Arbitraje Deportvo (TAS) buscando la respuesta que no encuentra en el país. Está convencido que tiene las cartas necesarias para que se haga justicia. Esa que se niegan a reconocer en la entidad de calle Viamonte.

La política juega un papel importante en los manejos del fútbol. En las últimas horas se sumó la voz de Gastón Granados, intendente de Ezeiza y ex presidente de Tristán Suárez, uno de los aliados que tiene San Martín en esta pulseada, para marcar la cancha. “La AFA tiene que dejar de lado un capricho de dirigentes puntuales y hacer valer la institucionalidad. Almirante Brown y Tristán Suárez tienen que jugar en la Primera Nacional; Deportivo Merlo en la B y Atlas en la C. Yo no decidí que se termine el torneo, lo decidió la AFA. Nosotros estamos a muerte con San Martín y si tenemos que ir al TAS iremos al TAS. Pero sería una vergüenza que una cuestión propia se resuelva en Suiza”, señaló.

El intendente de Ezeiza levantó la bandera para evitar que el club se enfrente directamente contra el poder afista y evitar posibles represalias contra Tristán Suárez, como las que sufrieron Sagra y San Martín. ¿Y si el gobierno tucumano asume un rol activo en esta disputa? En esta pelea no pierde sólo el club de La Ciudadela. La provincia también resulta afectada. En ese sentido, Santiago del Estero sacó una ventaja impensada unos años atrás. Los acuerdos entre Tapia y el gobierno de la vecina provincia catapultaron a sus clubes -Central Córdoba y Mitre fueron beneficiados directos con la suspensión de los descensos-, posicionó a dirigentes santiagueños en la conducción afista y le otorgó la chance de ser sede de la Copa América.

En el mar de especulaciones, ahora dicen que Marcelo Tinelli, desde la Liga Profesional, busca una posición conciliatoria para calmar la aguas turbulentas. La salida sería aumentar los ascensos y reimplantar los descensos el próximo año. Para eso necesitan el aval de los grandes y que en la AFA dejen de lado los caprichos. Convencerlos no será sencillo.

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