El caso Brito, tercera parte: los señores de la muerte mostraron sus garras

El caso Brito, tercera parte: los señores de la muerte mostraron sus garras

Mañana, última entrega: un juicio cargado de polémicas y de tensas situaciones.

ARTE. Así retrató el dibujante de LA GACETA Ricardo Heredia el momento en el que los padres de la víctima y un investigador visitaron la tumba de Cecilia para pedirle ayuda y así lograr a esclarecer el brutal caso. dfassfsdf asf s ARTE. Así retrató el dibujante de LA GACETA Ricardo Heredia el momento en el que los padres de la víctima y un investigador visitaron la tumba de Cecilia para pedirle ayuda y así lograr a esclarecer el brutal caso. dfassfsdf asf s

El crimen de Cecilia Brito, ocurrido el 12 de junio de 2011, estaba prácticamente esclarecido. La detención de ocho personas había llevado algo de paz a La Cocha. Una ciudad que estaba espantada por los violentos hechos que se habían registrado. Además del brutal homicidio de la joven, los vecinos no podían olvidarse de otro sangriento episodio que se había producido en Los Pizarro, una localidad muy cercana.

El 13 de junio de 2007, el condenado Jorge Orlando “El Loco” Vera, aprovechando un permiso especial de la cárcel, se había presentado en su casa y ejecutó a balazos y cuchilladas a su esposa Olga Zamudio (48 años) y sus hijos Jorge Luis (18) y Gustavo Antonio (22) porque habían declarado en su contra en el juicio que le hicieron por haber abusado de sus hijas. Después de haber cometido el triple crimen, “El Loco” vera huyó y nunca más fue visto. Su ausencia aterrorizó a los vecinos de La Cocha y por eso no querían que pasara lo mismo con los asesinos de Cecilia.

La investigación comenzó con un ritmo febril. El mismo día del hecho, la policía detuvo Diego “Chaveta” Ledesma, ex novio de la joven, pero fue liberado a los tres meses, después al comprobarse que no había tenido ninguna participación en el hecho. Todo volvía a fojas cero. Incluso, hasta hubo un cambio de fiscal en el medio del camino. Edgardo Sánchez se hizo cargo de la investigación en reemplazo de Cecilia Tasquer de Villaluenga, que había asumido como jueza.

Del hecho se sabía poco, casi nada. Cecilia había estado en un boliche de esa ciudad. Sola, se fue caminando hasta la casa de su hermana, lugar al que nunca llegó. Su cuerpo fue encontrado por un vecino en una cancha de fútbol. Los peritos determinaron que había sido víctima de un brutal ataque sexual, le desfiguraron el rostro a goles de puño y, para matarla, le taparon la boca con pasto seco. Además, en la frente, con su propia sangre, alguien le había escrito una W con estilo gótico.

INCANSABLES. Paulino Osmar Brito y Elvira Rosa Graneros posaron con una foto de su hija Cecilia para exigir que se hiciera justicia. INCANSABLES. Paulino Osmar Brito y Elvira Rosa Graneros posaron con una foto de su hija Cecilia para exigir que se hiciera justicia.

Inesperado giro

La causa se desvanecía y un año después surgió un nuevo indicio. La noche del crimen, un grupo de personas había participado en una reunión. Después de varias semanas, se identificó a los asistentes y comenzaron a ser citados a declarar. Al incurrir en contradicciones y al comprobarse que las coartadas eran falsas, terminaron siendo detenidas ocho personas. Una de ellas se quebró y acordó con el fiscal Sánchez una imputación menor para contar toda la verdad.

Y esa verdad fue brutal. Brahian Burela confesó que William Doldan y Luis Aguilar habían llevado a la fuerza a la joven hasta la casa del primero. Allí abusaron de ella y la golpearon salvajemente. Luego, en la camioneta del padre de Aguilar trasladaron el cuerpo hasta el lugar donde la encontraron. Al retirarse, se dieron cuenta de que la joven estaba viva y le colocaron el pasto en las vías respiratorias para asfixiarla.

Julio “Cabo” Tello, Griselda Carrizo (novia de Luis Aguilar), Eduardo Adrián Bustos, Julia Correa, Daniel Quiroga y Burela quedaron tras las rejas por encubrimiento.

Semanas después pasó lo mismo con José Roberto Aguilar, padre de uno de los acusados del crimen y dueño de la camioneta en la que se trasladó a Cecilia. A pesar de que había sido vendida semanas después del hecho, los pesquisas pudieron encontrarla y hallar cabellos de la víctima que sirvieron para probar que el testigo no había mentido.

También, al allanar la casa de Doldan, además de droga, los investigadores encontraron pruebas de que el acusado era un aficionado al boxeo. Los médicos que realizaron la autopsia opinaron que las fracturas de mandíbula y de pómulo que tenía la víctima habían sido provocadas por una persona que sabía golpear.

En ese domicilio también hallaron varios carteles realizados con letras góticas similares a la que habían escrito en la frente a la víctima. “No había que ser muy inteligente para deducir que el acusado había querido dejar su huella. Le escribió W porque es la primera letra de su nombre, William”, explicó el camarista Carlos Pellegri, que integró el tribunal que juzgó a los acusados varios años después.

Otra carta

A los días de que se produjera la detención de los acusados del crimen y los encubridores, los familiares de la víctima enviaron una carta a LA GACETA. Querían responderle a Doldan, que había elegido la misma vía para asegurar que había sido detenido injustamente. “El alma de Cecilia influyó para que se los detuviera”, explicaron esos días Elvira Rosa Graneros y Paulino Osmar Brito que, junto al comisario de La Cocha, Pedro Pablo Gómez, visitaron la tumba de la joven al día siguiente de que se cumpliera un año del homicidio. Allí habían concurrido los tres para pedirle ayuda. A las pocas jornadas, los acusados terminaban tras las rejas.

VÍNCULOS. Ornella Dotori, que fue asesinada en abril de 2017, habría tenido algún contacto con William Doldan. VÍNCULOS. Ornella Dotori, que fue asesinada en abril de 2017, habría tenido algún contacto con William Doldan.

“Durante un año y 18 días fuimos burlados por los asesinos y encubridores de este hecho, ya que todos los detenidos por esta causa concurrieron al velatorio de nuestra hija y a las marchas y cortes de ruta que hacíamos para pedir justicia”, escribieron los padres de Cecilia.

En la carta, Brito y Graneros relataron una situación vivida el mismo día del crimen. “Cuando estábamos en la comisaría esperando firmar el acta para la entrega del cadáver de nuestra hija, Doldan se acercó y nos dijo ‘qué odio que tengo, que viene gente de afuera y se manda esta cagada acá en La Cocha’”, contaron los padres de la víctima.

Además, el hombre les dijo que se quedaran tranquilos, ya que él y Luis Aguilar habían declarado de forma espontánea y habían dado pistas firmes a la Policía para que den con los autores. “Todo lo hizo para desviar la investigación”, expresaron en el escrito.

Los padres de Cecilia agradecieron al comisario Gómez, al fiscal Sánchez, a los empleados de la fiscalía de Instrucción de la I Nominación del Centro Judicial Concepción y al juez Raúl Fermoselle. Y principalmente al alma de Cecilia, por haber iluminado a los investigadores. “Esperamos que la Justicia les caiga con todo el peso de la ley”, afirmaron. El último párrafo de la carta se lo dedicaron a Doldan y a Aguilar. “Ahora les toca sufrir a ellos y a su familia por el resto de sus vidas, como la hicieron sufrir a nuestra hija antes de morir”, dice la carta.

Otros casos

El crimen de Brito fue quizás un anticipo de lo que ocurriría años después en el sur de la provincia. Una prueba de la impunidad y la violencia que ejercen los hombres que estaban vinculados a la comercialización de drogas. Los señores de la muerte tienen como aliados el estado de vulnerabilidad de las adolescentes del interior que, al estar más lejos de los centros de ayuda, son víctimas fáciles.

El más reciente fue el crimen de Gisell Barrinuevo Núñez, que tenía problemas de adicción. La adolescente fue asesinada en marzo de 2018 en Monteros. Según la investigación, la joven fue víctima de un crimen del que están acusados Luis Cristian “Pony” Danún (40 años) y su pareja Teresita del Milagro “Tere” Raso (21).

El imputado estaría vinculado a la venta de drogas en esa ciudad y, según confiaron los investigadores, se habría aprovechado de esa situación para mantener relaciones sexuales con la adolescente. Al enterarse de la relación, hubo un problema que terminó con la muerte de Gisell. El fiscal Jorge Carrasco ya pidió la elevación de la causa a juicio, pero ambos se encuentran en libertad por decisión de la Cámara de Apelaciones. La fecha de la audiencia todavía no se fijó. Mientras tanto, los familiares de la víctima denuncian que “Pony” se burla de ellos.

El 10 de abril de 2017, el cuerpo de Ornella Dottori fue encontrado en un campo de soja en el paraje Naranjo Esquina, Alberdi. La adolescente, que tenía problemas de adicción y estaba esperando un hijo de uno de los policías que debían haberla custodiado, fue asesinada por Gustavo “Perrito” Carretero, un joven adicto que fue sentenciado a prisión perpetua por haber abusado y luego asfixiado a la adolescente de 17 años.

Pellegri, que también integró el tribunal que condenó a Carretero, aportó un dato clave. “Una vez que salió el fallo del caso Doldan, la jueza que velaba por los derechos de Dottori me contó que él había introducido a la joven al consumo de drogas y que la jovencita le contaba las cosas que le había hecho por ser menor”, explicó el camarista en una entrevisa con LA GACETA.

Este caso no estaba cerrado aún. Le faltaba la parte más polémica: el juicio que terminó con una dura condena y generó algunas dudas.

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