En 2009, Atlético contó con el apoyo incondicional de hinchas que desbordaron los festejos

En 2009, Atlético contó con el apoyo incondicional de hinchas que desbordaron los festejos

Un equipo y una hinchada de Primera.

EN CÓRDOBA. El vestuario de la cancha de Talleres luego de la victoria sobre el local y la concreción del ascenso. EN CÓRDOBA. El vestuario de la cancha de Talleres luego de la victoria sobre el local y la concreción del ascenso.

El clima suele ser un ambientador de recuerdos. Nos ayuda a situarnos en algo que pasó hace mucho. 11 años, por ejemplo. En los primeros días de junio de 2009, se vivieron mañanas y tardes frías pero con mucho sol, tal como la que atravesamos en la última semana. La memoria de hinchas “decanos” gatilla inmediatamente: el ascenso a Primera. Los fanáticos recuerdan la goleada a Talleres ese domingo por la siesta en el que los grados no llegaban a los dos dígitos pero tenía el cielo despejado. Muchos lo comprobaron horas más tarde cuando fueron a festejar el regreso a la máxima categoría del fútbol a la plaza Independencia y un día después, cuando acompañaron al equipo por las rutas de ingreso a la provincia, en una gran caravana.

“El pueblo ‘decano’ llenaba la Plaza Independencia dos días seguidos y organizaba una caravana de 120 kilómetros y siete horas, desde Taco Ralo a la capital, única en la historia de Tucumán”, recuerda hoy Ignacio Golobisky, vicepresidente actual y miembro de la delegación en ese entonces.

El dirigente aprovechó la fecha de la efeméride (sucedió el 7 de junio de 2009) pero no tanto para destacar la gesta deportiva del equipo (que fue muy importante) sino para hacerlo con esos hinchas que recuerdan el mejor otoño en muchos años. Todo en un relato en Twitter que despertó las mejores memorias del pueblo “decano” al que se refiere.

“En Taco Ralo, La Madrid, Monteagudo, Atahona, Simoca, Bella Vista la gente cortó la ruta para saludar a los jugadores y cuerpo técnico. En zonas rurales, grandes y chicos salían de los cañaverales con camisetas y banderas. Fue impactante”, continuó Golobisky.

EN TUCUMÁN. La plaza Independencia, colmada en uno de dos días que recibió al visita de los hinchas de Atlético. EN TUCUMÁN. La plaza Independencia, colmada en uno de dos días que recibió al visita de los hinchas de Atlético.

El día anterior, Atlético había empezado perdiendo ese partido, quizás algo nervioso por esto mismo que terminó desatando después: toda una provincia estaba detrás suyo. No pasó mucho tiempo para que recobrara la tranquilidad: Luis Rodríguez empató el partido inmediatamente y en el segundo tiempo Juan Pablo Pereyra, Juan Manuel Azconzábal y César Montiglio sellaron el resultado final. En Córdoba capital, donde se jugó el partido, también había sol, también hacía frío.

“El domingo 7/6/2008 la plaza Independencia se llenó al finalizar el partido y fue muy emocionante. Pero el lunes al mediodía la plaza estaba llena de vuelta y la gente aguantaba esperando a un colectivo que se movía a paso de hombre por la atestada ruta 157”, detalló. Claro, se trataba de algo más que un ascenso. Era la concreción de algo que se le venía negando desde hacía décadas. Y su gente estuvo allí para presenciarlo. “Atlético volvía a demostrar su Gigante poder de movilización popular. Cómo lo había hecho el ‘60 cuando regresaron los héroes de Quequén con el título de Campeón de Campeones y 100.000 tucumanos se volcaron al viejo aeropuerto, a la Plaza Independencia y al Monumental. En 2009 la alegría se exteriorizó por cada rincón de una provincia conmovida y paralizada por el festejo. El Gigante del Norte lo había hecho de nuevo”, cerró. Un recuerdo hermoso para Atlético y toda su gente.

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